Qué mejor perspectiva que la de una hoja, un lienzo, un bloc, una mandala o una pantalla en blanco. Significa un mundo infinito de posibilidades para imaginar y crear. Todo es posible, tu mandas, tu pones las reglas, tu dibujas las fronteras, eliges los colores, inventas las formas. La gente le teme a la hoja en blanco, ¿por qué? Es un espacio libre para echar a volar tu imaginación y creatividad. Nada me gustaba mas al comenzar a pintar que ver el lienzo en blanco. Solo era un par de segundos para ver el espacio abierto a todo, unos segundos de deliberación y decisión, antes de comenzar con el primer trazo, la primera palabra, la primera oración. Las posibilidades son infinitas, puedes comenzar con cualquier cosa, lo que se ocurra. Tampoco tiene que estar tanto tiempo pensando, no lo pienses mucho, dedícale un par de segundos y lanzate a crear. Después se puede arreglar, se puede pulir. La idea es empezar, ser constante, practicar. No dejar de hacerlo, no buscar la perfección, mandar al ego a la China, para que le de coronavirus y se quede recluido y que te deje en paz. El ego es uno de los mayores impedimentos para la creación, junto con la inseguridad, el miedo, el miedo a ti mismo, el miedo al que dirán, el temor a lo que pueda salir de tu mente. Aceptate de una vez por todas. Nadie mejor que tu sabe que es lo que quiere, acepta tus deseos, tus temores, tus sueños, tus fantasías, tus metas, acepta todo lo que es parte de ti. No te escondas, no te reprimas, no te niegues. No disimules, no actúes, no finjas ser quien no eres solo para complacer al resto. Debes complacerte a ti mismo, es tu vida, nadie la vivirá por ti. Solo tienes el ahora. Qué mejor que vivir cada minuto de tu vida haciendo lo que te gusta, siendo feliz, siendo fiel a ti mismo, a tus creencias, a tu esencia. Al diablo lo que piensen los demás, si lo mas probable es que no los vuelvas a ver (aquí me estoy refiriendo a la gente de la calle). Y respecto a quienes ves con frecuencia, tu familia y amigos, ellos tendrán que aceptarte como eres. Y si no lo hacen, pues que pena, pero tú no dejarás de ser tú. Cuando te mires al espejo y veas esa sonrisa radiante y transparente, sabrás que vas por buen camino.
