"No me importa sí viene una persona o quinientas personas más intentando conquistarme, sí yo estoy contigo soy solo tuyo, no me importa quién venga o quién vaya intentando alejarme de ti, no me importa sí todo el mundo quiere qué nos alejemos, si yo...
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—Camila.— escucho de lejos la voz de Alec.— ¡Despierta!
Alec nos quita la manta que teníamos Ben y yo encima para cubrirnos del frío.
—¿Qué te pasa?— digo aún soñolienta.
—¿Qué hace Benjamín aquí?— levanta una de sus cejas y yo volteó a un lado.
Ben estaba aún dormido mientras hacía pucheros y tratando de encontrar la manta para cubrirse del frío. Se veía tan tierno.
Alec carraspea su garganta y yo dejo de mirar a Ben.
—Ayer tuve un día horrible.— suspiro.— Ben fue por mí al hospital y me trajo a casa.
—Te estuve llamando toda la madrugada, para ver cómo estabas.
—Mi teléfono se quedó sin batería. Y tu como supiste lo que pasó.— cuestiono
Alec entra a la sala y yo lo sigo.
—Me encontré a William en el bar.— me sirve un poco de agua.— se miraba tan devastado y se tomaba la cerveza como si fuera agua. Entonces yo pensé que había terminado contigo.
—No, paso algo peor.
—Lo sé, el pequeño Tom.— el dice y yo bajo mi mirada.— Lo lamento mucho Camila.
Alec corre abrazarme cuando nota que mis ojos se llenan de lágrimas. Esa noche fue la peor de mi internado en el hospital.
—¡Buenos días!— exclama Ben desde el marco de la puerta del balcón.
—¡Hola, Benjamín!
—¿Cómo estás Alec?
—Muy apuesto, que no me ves.
le presume su pijama y sus pantuflas de conejo. Yo me río y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno.
—Oye Alec, ¿llegaste a dormir a casa?
—Claro, me encontré con un chico ayer.— suspira y posa sus codos en la barra de la cocina.— es muy apuesto.
—¿Cómo se llama?— le pregunta Ben
—Mickey, de hecho me pasó su instagram.— corre por su teléfono al cuarto.
Por lo mientras trato de bajar uno platos que estaban en la alacena para servir el desayuno, pero no alcanzaba ni un solo plato.
—Dejame te ayudo, eres muy chaparrita.— Ben me hace a un lado y bajo tres platos.
—Amo ser chaparra.— me alzó de hombros.— ¡Gracias!
Volteó y al momento de dar un paso, tropiezo con el trapo que Alec había tirado hace un momento. Ben me ayuda a levantarme.
—¿Estás bien?
—Sí, perfectamente bien.
El me da la mano y yo la tomo para levantarme del piso. Ben hace mucha fuerza y me pega a su cuerpo, dejando que nuestras respiraciones y narices choquen. Observo su rostro detenidamente, sus ojos verdes esmeralda que dejan atónita a cualquier, su pequeña nariz y sus labios carnosos. Ben comenzó a buscar mi boca mientras y nuestros corazones palpitando se escuchaban en forma de eco.
Los dos fuimos cerrando los ojos poco a poco, mi mente estaba en blanco. Estábamos a nada de darnos un beso hasta que Alec llegó.
—¡Aquí está!— viene llegando hacia nosotros con su teléfono en mano.
Ben y yo nos separamos de tope y el se rasca su nunca y yo me comienzo a morder las uñas por nervios. Alec nos muestra la foto del chico, Ben y yo nos quedamos con la boca abierta para después voltear a vernos.
—¿Mickey?— decimos los dos al unison.
El chico del que estaba hablando Alec, era nuestro amigo de la preparatoria Mickey. Ben, Mickey y Alexandra después de salir de la preparatoria aún tenían contacto, pero después ellos dejaron de hablarse por su vida tan ocupada.
Alec estaba enamorado de nuestro amigo, pero nosotros no sabíamos que Mickey era gay o bisexual.
