Día 7 | 100 Ways

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Hay cien maneras de dejar un amante

Dejar un amante

No esperaré ni un minuto más

Cien maneras de irse

Pero yo soy el único al que necesitas

100 Ways - Jackson Wang 

100 Ways - Jackson Wang 

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Temática: Role Play

***

La puerta chocó con fuerza contra la pared. Unos pasos apresurados se escucharon en la habitación junto al sonido húmedo de un beso. Un leve quejido murió entre el contacto y un rubio con la ropa desordenada fue lanzado a una cama con violencia.

Hawks miró a la persona que se acercaba a él con una mirada agresiva, violenta, casi salvaje. Abrió la boca para intentar explicar la situación, mas la mano del otro chico se posó en su boca de la nada, aplastándolo en la cama.

—No digas nada —masculló Dabi, jaloneando con su otra mano la camisa de Hawks. Cuando el hombro quedó descubierto, se inclinó para morderlo hasta dejar una pequeña marca. El rubio se sacudía debajo de él, tratando de escapar, mas estaba completamente atrapado—. No digas ni una mierda, Hawks, porque no voy a creer en nada. Me has mentido otra vez, dijiste que no lo harías y aprovechaste la primera oportunidad para hacerlo.

Hawks amplió los ojos, negando con la cabeza. Finalmente, pudo empujar la mano de su boca y jadeó con intensidad.

—N-no, no es así, Dabi. Déjame explicártelo, por favor...

Dabi soltó una risita seca, sentándose encima de Hawks y dejando sus muslos a los lados del cuerpo del rubio, aprisionándolo. Sus manos se tomaron el trabajo de quitar botón por botón la camisa de Hawks hasta tirarla con brusquedad y lanzarla al suelo. Contempló al rubio con seriedad, quizá decepción.

Estaba lleno de emociones negativas que en cualquier momento iban a explotar.

—No voy a creer en nada, Hawks —farfulló Dabi, agachándose hasta sostener el rostro de Hawks y apretarle los mofletes—. Solo te daré una lección sobre a quién le perteneces, ya que al parecer se te ha olvidado.

Hawks tembló con miedo, tragando saliva. Su cuerpo estaba inmóvil, quizá demasiado asustado como para poder moverse un centímetro. Sabía que si lo hacía haría enfadar más al pelinegro.

—Este cuerpo ha sido tocado y besado por tantos, Hawks. Dime, ¿cuántos han disfrutado de este pecaminoso cuerpo? —preguntó Dabi a medida que deslizaba los dedos por el abdomen de Hawks y viajaba hasta los pezones, oprimiéndolos de tanto en tanto.

Dulces llamas |DabiHawksWeek 2020|Where stories live. Discover now