Por fin habían terminado mis clases y prácticamente había ya terminado la licenciatura, me sentía irremediablemente contenta y lo único que faltaba era la ceremonia de graduación y la fiesta, aunque probablemente a ésta última no asistiera. Nunca fui de salir mucho a reuniones o fiestas, así que no me entusiasmaba bastante la idea.
Pero por ahora, lo único que quedaba era esperar hasta el próximo viernes, que sería la ceremonia, apenas hace un par de días fue mi último día en la universidad el cual se vivió entre abrazos, sollozos de alegría y melancolía, saludos emotivos y despedidas que prometían ser solo un hasta luego.
Mi amiga Liz y yo estábamos muy contentas y ese mismo día antes de despedirnos, dijimos que deberíamos de salir a algún lado en los próximos días. Aunque algo que me llamó la atención en ella fue que unos días antes de que finalizaran las clases, me dijo que tenía algo muy importante que hablar con Robert y conmigo, incluso se refirió a esa charla como "algo que nos iba a dejar boquiabiertos." Era algo extraño, sí, pero me intrigaba.
Hoy era lunes y me encontraba en la oficina con Robert mientras él mantenía una llamada y yo revisaba mi agenda.
-Claro Señor Carter, entonces ¿le parece si nos vemos mañana para poder cerrar ese asunto? –dijo Robert al teléfono y al escucharlo, posé mi vista directamente en él, aunque parece como si hubiese sentido que lo observaba, porque en seguida, sus ojos también se posaron mí- Perfecto, entonces mañana a las 3. –dijo observándome de arriba abajo mientras relamía sus labios y yo me acomodé un mechón de cabello algo ruborizada- Perfecto, hasta luego y que pase un buen día. ¡Nos vemos! –terminó de hablar, colgó el teléfono y camino directo a mi escritorio.
-Amor, necesitamos regresar a New York. –me dijo mientras se sentaba en mi escritorio.
-¿Pasa algo malo? –le pregunté algo preocupada.
-No, al contrario, pasa algo muy bueno. –sonrió ampliamente- Más temprano cuando saliste de la oficina recibí por correo la noticia de que ya está todo listo para que la construcción de las casas matriz de Marubeni América y solo hace falta que vayamos a dar la autorización para que empiecen a trabajar y pues, justo ahora estaba hablando con el Señor Carter para que el día de mañana nos acompañara a la empresa para ver los detalles.
-¡Oh, qué maravilla! –dije levantándome de mi asiento emocionada- ¿Entonces nos vamos mañana?
-Mañana temprano. Pero solo es mañana, _______. –dijo cruzándose de brazos todavía sentado sobre el escritorio- No vayas a querer llevarte todo el armario de nuevo. –me dijo el un tono burlón con una ceja alzada.
Yo le lancé en pedacito de papel que estaba sobre mi escritorio y puse los ojos en blanco. –Eres un grosero. –reí- Ahora por eso me debes una hamburguesa, Downey. –lo miré, señalándolo.
-Ah, ¡me llamaste por mi apellido! Chica ruda... -dijo al mismo tiempo que pasaba suavemente su pulgar sobre mis labios y yo me estremecí- ...me encantas.
-Lo sé. –sonreí triunfante.
***
El resto del día estuvimos en la oficina, hasta la hora del almuerzo cuando Robert y yo fuimos a ese lugarcito que me había comentado que solía visitar cuando niño con sus padres.
Al llegar al pequeño, pero acogedor local, se notaba un ambiente hogareño, se sentía un delicioso aroma a café fresco y comida casera, el mobiliario era rústico y las mesas estaban cubiertas por manteles a cuadros rojos y blancos, además de que tenía unas grandes ventanas por donde entraba brisa fresca y luz natural.

KAMU SEDANG MEMBACA
Hilo rojo del destino. (Robert Downey Jr y Tú) [TERMINADA]
Fiksi PenggemarHilo rojo del destino ¿Han escuchado hablar sobre esa leyenda japonesa que cuenta de un hilo rojo invisible que está atado al "dedo corazón" une a dos personas que están destinadas a encontrarse, a pesar de todo y, ser felices? Vamos, echa a volar t...