III

2.1K 231 92
                                    

Algunos días pasaron y mi relación con Bright era lo mismo.

El estaba preparando otra exposición, creo que más importante, así que no me tomaba en cuenta.

Le ofrecía algo y el simplemente lo rechazaba, me dolía demasiado, pero él nunca lo supo.

Ahí fue cuando cometí mi primer error.

—¿Entonces vienes?—preguntó Mo por décima vez.

—Que si—

Le envié un mensaje a Bright avisando que llegaría tarde, mensaje el cual contesto con un seco "okay".

Más tarde, al salir del preescolar, nos fuimos a un bar un poco famoso.

Comenzamos a beber cerveza, por un momento quería olvidar como estaban las cosas con Bright.

Cada vez me daba cuenta de lo diferentes que éramos, el luchaba por lo que quería y yo simplemente me conformaba con cualquier cosa.

El aceptaba completamente que era gay, sus amigos y compañeros de trabajo lo sabían, y yo... Yo no podía decirle a nadie por miedo a ser rechazado nuevamente.

Era un cobarde, y aún lo sigo siendo.

—Vamos a bailar—Mo jalo de mi mano sin esperar respuesta.

Por un momento me deje llevar, el alcohol hacía su trabajo, haciendo que no pensará en nada.

Ella bailaba muy cerca de mi, segura de su cuerpo y de lo hermosa que era. Sus manos en mi cuello dejando suaves caricias, hacían que mi cuerpo se estremeciera.

Cerré los ojos disfrutando, y ahí fue cuando ella me besó, su labial era de sandía y a mí me gustaba la sandia, así que le seguí el beso.

Mis manos fueron a su delgada cintura y bajaron un poco más.

Una cosa llevo a la otra y terminamos en un cuarto barato de un motel, ropa regada en el suelo, yo arriba de ella, movimientos bruscos, jadeos y yo arrepentido minutos después.

—Lo siento—susurré.

Me levanté de la cama y con lágrimas de frustración comencé a vestirme.

—¿Porque? ¿No te gustó?—tapaba su cuerpo con una sábana color blanco, tratando de seducirme nuevamente.

—No es eso—desordene mi cabello aún más, si es que eso era posible.

—¿Entonces que es?—

Mire sus ojos negros que no tenían arrepentimiento alguno, el reloj marcaba las doce, era tarde.

Entre al baño, mis labios estaban hinchados y rojos, lave mi rostro tratando de parecer menos obvio, revise que no hubiera ningún indicio de infidelidad y salí.

—Tengo que irme—

Ella se acercó a besarme nuevamente, y no me resistí. Sus labios eran tentadores.

(...)

Al abrir la puerta todo estaba oscuro, deje mis zapatos y mi mochila tirados en el piso.

Con pesar subí las escaleras, aún había alcohol en mi, pero no me importo.

En la habitación estaba Bright, hecho bolita abrazando una almohada, sonreí y más lágrimas cayeron por mi rostro.

Me sentía la peor persona del mundo, y lo era, ¿Cómo había sido capaz de serle infiel a Bright? Si el era lo mejor que me había pasado.

Sin hacer ruido me acoste a su lado, por instinto ser acercó más a mí y sonrió entre sueños, nos arrope a ambos, pero no pude dormir.

Me quedé a velar su sueño, parecía un pequeño ángel. Su respiración era tranquila, no quería dañarlo, así que decidí callar.

The Reason Why |BrightWin|Where stories live. Discover now