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—Debiste decirme que tuviste un aborto, MinSeok. –murmuró el doctor, viendo los estudios que el omega se había realizado en la mañana; estaba nervioso, jugando con sus dedos, avergonzado por el tono de reproche que usó el mayor.

—¿Hay alguna diferencia? –balbuceó nervioso, aún sin atreverse a mirarlo; sabía que la manera en que lo hizo fue lo más insalubre, y peligroso del mundo, pero ya estaba hecho, y aunque tuvo otras opciones más seguras, prefirió guardar el secreto.

—En realidad sí; el cuerpo de un omega masculino es diferente a una omega femenina, a pesar de que sus órganos internos sean casi los mismos, y todos los profesionales lo saben para que, en los pocos casos de abortos, se realicen correctamente, debido a estas diferencias que dije. –informó brevemente, enseñando dos esquemas frente a él, donde se veía la anatomía de una omega, y la de un omega, marcándose las pequeñas diferencias.– La persona que te realizó la operación, no era un profesional, de hecho, dudo que tenga licencia médica; tu situación es delicada, a decir verdad.

»—No hay un daño excesivo, aunque aún es un daño interno; no estás embarazado, claramente, pero tampoco lo estarás en un futuro cercano, de hecho, las probabilidades son muy pocas. –confesó, enseñándole las imágenes de sus estudios, y él mordió su labio inferior, observando las zonas que, el doctor, marcó con rojo, viendo el daño interno que poseía.

—¿O sea que soy un omega estéril? –cuestionó en un susurro, viendo sus lágrimas caer, y mojar la tela de su pantalón, en lo que añadía:– ¿Cómo es posible si tuve mi celo?

—Es normal que lo tengas, en realidad; no estás completamente estéril, hay una mínima posibilidad que puedas quedar embarazado, pero seré sincero, es una oportunidad en un millón. –admitió con pesar, odiando ver llorar al menor; la noticia lo había tomado por sorpresa, completamente, porque había tenido la esperanza de estar embarazado esa vez.

Había pasado un mes desde su cumpleaños, y desde que pasó la noche con JongDae, y aunque lo volvió a ver una vez, se mostró nervioso, y no aguantó estar más de cinco minutos con él; había ido al hospital más por rutina que otra cosa, ya que no estuvo cuidándose desde hacía más de un año, y estuvo anudado con JongDae.

Era una vil burla que, cuando finalmente estaba dispuesto a emparejarse, cuando se esforzó para volver con JongDae, sus decisiones pasadas le ponían nuevas trabas en el camino; era estéril, por la mierda, ¡justo ahora!, justo cuando iniciaba un nuevo camino en la vida, cuando había decidido lo que quería hacer.

MinSeok no tenía una carrera que, realmente, le llamara la atención en la universidad, pero si había estado pensando en un nuevo trabajo, y de paso, ayudar a su hermano, y compañero; ChanYeol le había dicho que necesitaban ayuda, y él había estado practicando, en la seguridad de su habitación, con una cabeza de piel sintética que daba miedo, pero le había ayudado con las perforaciones, aunque al no tener una lengua se atrevió a experimentar con la suya, y aunque dolió muchísimo, ahora estaba curado, y perfectamente posicionado.

Había llevado largos días de trabajo, y varios intentos fallidos, hasta que logró hacerlo, y estaba planeando hacer las pruebas oficiales en el estudio de los menores, pero para trabajar debía tener un resumen médico que aprobara su salud, llevándolo a la terrible noticia, claro; pero aquello no había terminado, porque había más, siempre había algo más, y cuando llegó a casa lo supo, aunque no sabía que tan mal terminarían las cosas.

JongDae estaba en la sala, sentado con la mirada enfocada, directamente, al piso, sintiendo las miradas de sus padres sentados frente a él, y ChanYeol, quien también había estado sorprendido, escuchando solo por casualidad la conversación, y quedándose allí solo porque su padre se lo pidió; YiXing parecía estar aguantando las lágrimas, sintiendo una inmensa tristeza, mientras que JunMyeon se veía decepcionado, sin decir palabra alguna, hasta que vieron a MinSeok.

Mi Omega VI: Mi tonto omega «ChenMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora