Orphan •ᴷᵒᵒᵏᵛ•

5

Hoy es el día, el día en que finalmente voy a presentarle a Jungkook a Jin. Me ha estado molestando al respecto durante las últimas cinco semanas. Me emociona ver a dos de mis mejores amigos a quienes amo profundamente y finalmente se conocieran.

Forcé a Jin a vestirse, no quería que usara sus zapatillas de conejito cuando conociera a Kookie.

La mejor parte de esto es que Kookie ni siquiera sabe que Jin vendrá, es una sorpresa.

Rápidamente agarré la mano de Jin y me dirigí al lugar de reunión de Kookie y yo.

Aún no ha llegado, así que esperamos un par de minutos, pero luego esos minutos se convirtieron en horas.

-TaeTae, tal vez no pudo hacerlo hoy -dijo Jin tratando de consolarme.

-¡No! ¡Él siempre viene! ¡Me prometió que siempre vendría!

-TaeTae...

-Hyung, solo un par de minutos. Él vendrá.

Pero él nunca llegó.

Jin me convenció de volver a casa y volver a intentarlo al día siguiente, pero al igual que el día anterior, él no apareció.

Ahora estoy en camino a nuestro lugar, pero esta vez Jin no pudo acompañarlo, tuvo que ayudar a Hyuna con algo.

Mientras caminaba noté una figura más adelante, era Jungkook.

-¡Kookie! -Corrí hacia él y rápidamente lo abracé.

Él comenzó a reírse mientras mi cabello le hacía cosquillas en la barbilla.

-Kookie, ¿por qué no estabas viniendo?

¿Por qué? Necesito saber porqué nunca apareció, porqué rompió su promesa, porqué me dejó.

-Lo siento Tae, fuimos a visitar a mi tía. No quería ir pero mi madre me obligó.

Él comenzó a jugar con mi cabello, no sé porqué, pero a él realmente le gusta hacerlo, no me quejo, me gusta cuando él hace eso.

Me acurruqué más profundamente en la curva de su cuello.

-Te perdono. Estarás aquí mañana, ¿no? -le pregunté esperando que dijera que sí.

-Sí. Lo prometo.

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Él mintió.

Nunca apareció.

-TaeTae, Jungkook es... ¿es un amigo imaginario?

Giré mi cabeza para mirar a Jin con completo enojo y él claramente lo notó.

¿Cómo se atrevía a decir eso sobre Kookie? ¿Cómo podría decir eso?

-¡Es real! -grité en voz alta haciéndolo estremecerse, sorprendido por mi arrebato-. ¡Es real! ¡Me abraza! ¡Me toma de la mano! ¡ Me azota las lágrimas! ¡Me besó!

Mis gritos pronto se convirtieron en sollozos, ya no me encontraba de pie. Agarré la hierba mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

Jin se agachó para estar a mi altura, una de sus manos acariciando mis mejillas y la otra limpiando mis lágrimas.

-TaeTae, él no es-

-¡Oye, idiota! ¡Soy real!

Levanté la cabeza para mirar al dueño de aquella voz y allí estaba, parado detrás de Jin hyung.

-¡Kookie! -No perdí el tiempo para levantarme y abrazarlo.- Eres real... sabía que eras real. -Apreté el abrazo y lloré hasta que su camisa se empapó de lágrimas.

-Por supuesto que soy real, Tae. No escuches tu llamada estúpida omma.

-TaeTae, lo siento. Es solo que él nunca apareció.

Giré mi cabeza para poder ver a Jin y honestamente pude ver cuánto lo sentía. Solté a Kookie y me dirigí a Jin.

Le planté un pequeño beso en la mejilla. Me alejé de él y lo miré sonriendo, con mi gran sonrisa cuadrada.

-Está bien, omma.

Me revolvió el cabello, luego vio a Kookie y se dirigió hacia él.

-Lo siento por pensar que no eras real.

-No me importa si pensaste que era falso, hiciste llorar a Tae y eso es lo que realmente me importa.

Jin baja la cabeza, se nota que las palabras de Kookie lo afectaron.

-Kookie. -Él volvió su mirada hacia mí y luego la devolvió a Jin.

-Te perdono... pero solo porque eres el omma de Tae.

Puedo decir que fue difícil para él decir eso.

Tomé las manos de Jin y Kookie, ambas tuvieron un efecto diferente cuando las toqué. Las manos de Jin eran grandes y suaves hasta el punto de que mis manos estaban envueltas en ellas, haciéndome sentir tan seguro. Las manos de Jungkook eran solo un poco más pequeña que las mías, pero tan cálidas que la calidez se extendió por todo mi cuerpo.

Sonriendo como un idiota, los miré a ambos. Sinceramente, no sé qué haría sin ellos.

-¡Juguemos a las escondidas! -vitoreé ganando risas de ambos.