₡∆PÍTULO N°3

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El lugar era extrañamente colorido.

El pasto brillaba casi al mismo tono que ese alegre verde en las hojas de los árboles.

Harry gruñía a cada uno de los perfectos y enormes tallos, era como un nuevo pasatiempo.

Unos arbustos se abrían a cada esquina del jardín, adornando y rodeándolo junto a esas plantas de variados colores encima.

Definitivamente esto era distinto a la Isla en un buen sentido y aquel dato, más que hacerle admirar cada detalle, solo le hizo hundirse en la miseria.

Jay había decidido irse y dejarlo por algo mucho mejor, no podía compararse con tal beneficio en vida.

Esto era como la mierda.

—.... Tienen hojas e-en los árboles —la torpe voz de Gil habló, casi haciendo palpable lo que toda la pandilla de Uma sentía —¿Y esas cosas de colores en los arbustos?

El pirata estaba dispuesto a lanzarle un mirada fulminante al idiota que revelaba sus más grandes defectos, pero una conocida voz hizo que desviará la mirada y tragara saliva.

—¿Flores?

Así se llamaban entonces.

—Las flores son bonitas

Hook rodó los ojos, avanzando entre las mesas plateadas.
No quería ver más de ese vergonzoso show por ahora, mucho menos si Jay participaba en él.

Ya tenía suficiente.

Mirando a su al rededor, notó que las personas se encontraban desparramadas en su sitio, como si el dormir habría sido la actividad más esencial en ese momento.

Era extraño y algo andaba mal.
Lo confirmó, especialmente, cuando ni siquiera reaccionaban a sus sacudidas.

La mayoría de ellos vestían colores suaves que combinaban a la perfección con su ambiente.
No tenían ni una sola maldita cicatriz en su piel y parecían tan intocables cuando los veía por televisión que una risa salió de sus labios al recordar lo jodidos que estaban por culpa de una de sus princesas.

—Bueno... —una marrón billetera brilló cuando la observó de cerca.
Si salvaría a estos idiotas, definitivamente no lo haría gratis o por misericordia —una recompensa sería más que merecida por mis músculos, mi astucia y mi rol en esta tarea —sonrió pleno cuando unos billetes se abrieron paso y, haciendo ademán de agradecimiento, se alejó más que divertido.

Pero de seguro Harry no era consciente de unos ojos siguiendo cada uno de sus movimientos y fue tarde cuando una mano arrebató su botín.

—Claro —el de pelo largo estaba frente suyo, casi retándolo con la mirada por su acción —No voy a aplastarte cual mosca.

Harry solo soltó una carcajada y lanzó la billetera lejos, sabiendo muy bien que las miradas del equipo recién formado cayeron en ellos.

No cedería ahora, no cuando esa estúpida mirada le decía lo imperfecto que era para estar en ese lugar.

—¿Crees que me asustas, Jay? —su garfio se movió solo, con furia reprimida y rozó esa conocida quijada con advertencia.

Los ojos del contrario no apartaron la mirada y Harry estaba tan poco dispuesto a caer en la paciencia como él.

—¡Chicos!

El pirata hizo caso omiso al llamado, muy convencido de terminar con esto en ese mismo jardín si era necesario; pero fue un furioso Jay, antes observándolo por última vez, el que se alejó sin previo aviso.

No era el momento.

Sus dientes se presionaron con fuerza al verlo huir.

¿Por qué las cosas no podían ser tan fáciles como antes?
Si se hubieran quedado en la Isla, como tanto Harry Hook quería, la rivalidad hubiera sido casi invisible.

Quizás no era un buen momento para recordar, pero la traicionera mente del castaño proyectó la vez que volvió a ver al hijo de Jafar por el muelle, casi después de un largo año fuera de la Isla.

Jay había regresado de Auradon ese día, llegó a la puerta de "Ursula's Fish and Chips" en busca de una escurridiza chica de pelo morado que había huido por la presión.

Harry casi rio cuando la vio en la peluquería de Lady Tremaine.
La adolescente rebelde estaba en la Isla otra vez, parecía que Auradon era un lugar de pesadillas y una incompetente Mal había estado frente a sus narices por ello.

—Así que otro muñeco de pastel huyó —el de pelo largo frunció el ceño por el comentario.

Se veía muy bien con el semblante de molestia, a decir verdad, se veía muy bien cuando estaba por aquí.

El pirata se levantó de la madera en donde descansaba cómodamente.

—¿Sabes dónde está? Sí o no —Jay masculló furioso, había estado toda la mañana lleno de preocupaciones y que decidieran mandarlo a él en busca de Mal, no hizo más que angustiar su día.

Especialmente al pensar en un roce con el chico que ahora estaba frente suyo.

—La ví hace un rato, pero no tengo ni la menor idea de dónde está en este momento, bonito —sonrío divertido, parecía que fue hace un día cuando lo vió en ese bar —¿Ahora es tu noviesilla?

—Gracias por nada.

Unas botas sonaron contra la vieja madera del muelle y Harry soltó una risa por la poca paciencia del contrario.

—Vamos, Jay, en verdad no sé dónde está —rodeó esos grandes hombros con una confianza nada pertinente. —Pero podemos hablar, quizás en otro lugar, supongo que no tienes nada más que hacer por aquí.

El asiático volteó a ver esos ojos venenosos fijamente.
No había tenido mucho contacto agresivo con ese pirata y descansar no sonaba a una mala idea, pero algo le decía que esto sería un problema pronto.

—¿Hablar? No somos ni siquiera algo cercano a conocidos.

—Pero podemos ser más cercanos que eso —sus labios fueron relamidos por una lengua rápida —Solo concédeme el deseo de escuchar cómo es Auradon.

Jay rio negando y desviando la mirada.

—No es nada fuera de lo común —por su puesto que lo era, y precisamente por eso Jay no quiso irse de allí cuando se lo pidieron.

—Yo debería decidir eso.

Un golpe en su pecho hizo que se apartara y, caminando a la par, Harry llevó al de pelo largo a uno de sus escondites secretos para fumar y beber sin que alguien lo molestara. 

Voltear a observar ese perfil a su costado se estaba volviendo algo adictivo en el camino.
Jay también echaba un vistazo de vez en cuando.

Y ambos sabían que esto no saldría bien.

Buenas noches, bellezas, aquí está la actualización de la pareja con demasiada tensión sexual.

Creo que probablemente actualizaré en 4 días o menos, pero prometo que no pasaré de la fecha.

Gracias por seguir a la obra y dejarle una estrellita en el capítulo.

Carita Hermosa (Jarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora