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En mi país natal hay una playa muy hermosa, pero no es sólo la playa lo que convierte a toda la zona en un paraíso: son sus calles, son sus noches, sus luces y su aire.
Mi familia viaja seguido a esa playa, vemos el atardecer sentados en la arena caliente y caminamos en traje de baño por las calles mientras un helado se derrite entre nuestros dedos. He escrito tantas veces durante mi estancia en ese lugar, le he bautizado como Tierras de Jacob y hoy mientras leía mis escritos me di cuenta de que muchos de ellos son ambientados allí, así decidí que los reuniría y ordenaría, agrupandolos para recordarme que forman parte de un paraíso terrenal y tropical que yo he creado desde las cenizas de una fogata a la luz de la luna.

Estos escritos los traigo hoy, para el deleite del lector otorgándole la oportunidad de viajar a Las Tierras de Jacob, a su antecesor que me llevó a allí: Italia, el camino hacia el paraíso ya tan mencionado, sus alrededores y tierras vecinas y finalmente el futuro que le depara a ese paraíso terrenal en prematuro abandono.

Tierras de JacobWhere stories live. Discover now