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Navidad 2017  (Hawaii)

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We can be heroes
We can be heroes
We can be heroes
Just for one day
We can be heroes
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Las personas se sentaban emocionadas alrededor del altar. Tim sonreía mientras se moría de nervios por dentro. Era el día de su boda. O mejor dicho, la renovación de sus votos matrimoniales.

Habían pasado 10 años desde que se casó con Ellen, 10 años llenos de sorpresas, emociones, sueños y mucho amor. Hace 10 años solo eran ellos dos en París dándose el sí quiero, pero ahora, tenían a sus 3 hijos con ellos.

Ángel, de 7 años, un niño muy parecido a su padre con sus hermosos ojos verdes, su enorme corazón, su linda sonrisa, era un mini McGee, a excepción de su rubio cabello, igual al de su madre. Lillieth, de 4 años, la copia exacta de su madre, a excepción de su cabello castaño como el de su padre. Y Flynn, el pequeño de la casa, un bebé de 1 año con regordetas mejillas y tiernos ojos verdes. Sin duda, las cosas cambiaron para bien durante esos 10 años.

- ¿Feliz, Tim? - le preguntó Jimmy acercándose.

- Nervioso, diría yo, pero sí, si estoy muy feliz - sonrió Tim viendo como su hija corría hacia él.

- ¡Papi! Mami esta hermosa - se rió la pequeña Lillieth.

- Tu madre siempre está hermosa, al igual que tú, mi pequeña Lilli - sonrió Tim.

A diferencia de la primera vez, el equipo sí estaría presente en su boda. Tony, Ducky, Gibbs y el director Vance eran sus padrinos. Ziva, Abby y Nicole, eran las damas de honor de Ellen.

Mientras Tim arreglaba la corbata de su hijo mayor, una suave melodía empezó a sonar. Tim miró hacia dónde provenía y se encontró con su hermosa esposa vestida en un lindo vestido blanco y con una corona de flores, sonriendo tal y como lo hizo la primera vez que se casaron. Tim no pudo evitar sonreír, ver a Ellen caminar al altar era algo que adoraba.

Cuando la rubia llegó junto a él, no pudo evitar dejar escapar una risita ante la mirada embobada de su esposo.

- ¿Vas a verme así todo el día o vamos a continuar? - le preguntó riendo.

- Es que... Te ves hermosa - se defendió.

- Tu no estas nada mal - sonrió Ellen.

El caraspeo de Jimmy, los sacó de su burbuja de amor. Jimmy sonrió y empezó a hablar hacia los invitados, pero la pareja no prestaba mucha atención a lo que decía.

- Tim, ¿Aceptas de nuevo a Ellen como tu esposa, para seguir amándola y respetandola por lo que resta de tu vida? - le preguntó Jimmy sonriendo.

- Por supuesto que acepto - respondió.

- Ellen, ¿Aceptas de nuevo a Tim como tu esposo, para que seguir amándolo y respetandolo por lo que resta de tu vida? - le preguntó a Ellen.

- Si, siempre - respondió la rubia sonriendo.

- Pueden decir sus votos - les indicó Jimmy sonriendo.

Tim agarró el anillo de Ellen y lo deslizó por su dedo, sin dejar de mirarla.

- Ellen, hace 10 años te prometí serte fiel y amarte por el resto de mi vida, y hoy tengo el honor y el orgullo de decir que ya he logrado una parte de mi promesa. Hace 10 años eramos dos niños enamorados, en una Iglesia en Francia. Dos niños que han crecido y aprendido de sus errores, todos estos años. Dos niños que siguen igual de enamorados como la primera vez. Dos niños que ahora tienen 3 niños pequeños, fruto del gran amor que se tienen. Hoy, ya no somos niños, hemos crecido juntos, y se que seguiremos unidos para siempre. Si me dieran la oportunidad de volver a nacer y vivir mi vida de nuevo, lo haría tal y como lo he hecho. No me imagino una vida sin ti, una vida en donde no pueda ver tus hermosos ojos, donde no pueda oír tu hermosa risa, tu voz, tu respiración, todo. Descubrí que para vivir necesito de ti. Sin ti no soy nadie. Amo que me vuelvas a dar la oportunidad de decirte cuanto te amo y cuán importante eres para mi. Prometo seguir siendo el mismo Tim de quien te enamoraste, pero más maduro, creciendo a tu lado. Te amo Ellen, y prometo amarte el resto de mi vida. - terminó de decir.

Ellen solo sonrió con lágrimas en los ojos, y colocó el anillo en el dedo de su esposo, mientras sonreía tan enamorada.

- Tim, dicen que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se para... Y es la verdad. Cuando te conocí hace 11 años, sentí como todo alrededor se desvanecía, quedando solo tu y yo. El tiempo se paró cuando me sonreiste por primera vez. Se paró cuando me besaste por primera vez, cuando me dijiste que me amabas, cuando me propusiste matrimonio, cuando nos volvimos uno, cuando nació cada uno de nuestros hijos... Y hoy, hoy se volvió a parar al tenerte aquí parado junto a mi, en un altar, rodeados de las personas que más queremos en el mundo, volviendo a prometer que nos amaremos hasta el final de los tiempos. Hace 10 años uní mi vida con la tuya para convertirnos en uno solo, y no me he arrepentido de esa decisión y dudo mucho que lo haga en un futuro. Te amo Tim, te amé desde el primer momento en que te vi, y te amaré hasta el último momento. La vida que me has dado, es tan maravillosa que no puedo imaginar como sería sin ti y sin nuestros hijos. Te amo Tim, nunca lo olvides - dijo Ellen.

-  Eso fue hermoso - lloró Jimmy - Lo siento, con el poder que me otorga el Distrito de Columbia y el estado de Hawaii, yo los declaró marido y mujer, otra vez. Puedes besar a la novia. - indicó sonriendo.

Tim agarró las mejillas de Ellen y la atrajo hacia él. Ambos se besaron como si nadie más existiera, solo ellos dos, hasta el final de los tiempos.



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