Capítulo 22: Aprender a ser Emperatriz

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Estos últimos cuatro meses han sido los más difíciles de mi vida. Ha sido todo un reto tener que estar dispuesta a aprender varias cosas al día y todavía me faltan otros cinco meses más para la boda. Quiero que ya sea 15 de junio, porque quiero hablarle no solo al Emperador de Austria, sino también a mi Max y jurarle que todo el amor que le tengo va a ser de por vida. Se trata de un evento muy importante para su país, pero para ellos significa más que eso. Quiero poder despertar junto a Max sin tener que separarnos las diferencias que hay entre nuestros mundos o bueno, las que va a haber.

Al principio me fue difícil acostumbrarme y de hecho todavía lo es. Pero me estoy haciendo a la idea de como podría ser no solo los próximos meses que seguiré estudiando, sino la vida que me espera en el palacio y la corte.

Ha sido una guerra conmigo misma por dar lo mejor de mi y esforzarme para que todos se den cuenta de lo mucho que me importa Max y que por ello estoy dispuesta a dejar lo que yo más amaba antes de conocerlo. Pero no solo ha sido una guerra conmigo, sino también contra el mundo entero al parecer y por ello no me quiero centrar en sus críticas.

Antes de irme del palacio vaya que las cosas fueron más serias y frías para mí. Con cada persona que me topara en el palacio era después escuchar críticas nada agradables en mi contra. Tanto el palacio, como la corte y el país hablaban de lo que significaba mi llegada a la Familia Imperial. Llegó un momento donde simplemente decidí taparme los oídos y concentrarme en lo que tenía que hacer. Si ellos estaban dispuestos a dejarse influir y hablar sin razón o justificación alguna, entonces sería problema de ellos. Pero yo sí tengo cosas importantes que hacer y desde que hicimos la sesión de fotos y la entrevista a los periodistas para el anuncio de nuestro compromiso, he tomado los libros y he prestado atención a todos los maestros que me asignaron para enseñarme todo lo que necesito de ahora en adelante. Podría decirse que me tengo que hacer más austriaca que los austriacos y no solo es por ello, tengo que aprender para la nacionalidad que debo de adquirir.

Desde hace cuatro meses mi vida dio un giro de 180°, realmente desde que conocí a Max, pero nunca lo había visto reflejarse en mi vida hasta ahora. Dentro de una semana vienen a visitarme Max y la archiduquesa. Podríamos decir que es una revisión para saber que tanto he estudiado. Yo sé que Max quiere volver a verme, me lo dice todos los días como lo hacíamos antes cuando todavía éramos un secreto para el mundo entero. En cambio para su madre, digamos que es encontrar los errores necesarios para que todo se cancele. Ya lo intentó cuando estaba en Viena y ahora estoy segura que intentará hacerlo nuevamente. Digamos que intentar evitar nuestra boda con un examen médico falso fue un paso muy astuto. Me atrevo a pensar que fue ella la que le ordenó a los doctores informarle a Max que era una mujer infértil, incapaz de quedarme embarazada y darle un hijo a la nación, pero no me atrevo a decirlo abiertamente.

Cuando me dijeron que era necesario saber si podría ser madre para darle un hijo a Max y continuar con la dinastía Habsburgo-Lorena, sinceramente se me hizo un método anticuado para nuestros tiempos de ahora. Al contrario, yo no veo nada de malo que de no ser capaz, entonces no pueda casarme con él. Pero a pesar de lo que yo pueda pensar estoy consciente que es como un deber para Max dejar un hijo que pueda heredar su trono, entiendo ese punto, pero ambos queremos ser padres y a mi si me gusta la idea de poder formar una familia con Max, incluso lo llegamos a discutir en algún momento. El comprende que es un deber que tiene que cumplir para su país, pero ambos tenemos nuestros propios intereses y queremos que algún día llegue ese momento, pero mientras vamos a esperar. Vamos a darle tiempo al tiempo. Aunque nunca me preocupé realmente por los resultados del examen, creí que no tendría la necesidad de preocuparme hasta que nos reunieron a todos y nos mostraron lo contrario a lo que yo pensaba. Sabía que lo que estaban leyendo mis ojos era un error escrito en el papel, pero la archiduquesa se aferró demasiado a que debían cancelar la boda ¿Cuál fue la solución para Max? Tuve que hacerme de nuevo otros exámenes donde en esta ocasión decían la verdad que nunca se debió ocultar.

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