15.

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Luego de aquella tarde agradable, todo habia acabado perfectamente.

Luzu dejó a Auron en su casa, ahora ambos estaban en la entrada de la casa tridente.

-Bueno, creo que este es un adiós.- Dijo Auron.

-¡Oh, espera!-

-¿Pasó algo?-

-Recordé que te tenía que dar algo, ¿Me acompañas a mi casa? Así no tienes que esperarme.-

-Claro.-

Ambos fueron caminando a casa de Luzu, al pasar por los portones, Luzu tomó la mano de Auron y lo llevó a su jardin donde tenía sus chocobos.

-¿Y? ¿Qué te parecen?-Dijo sonriendo Luzu esperando la reacción del pelinegro.

-¡Estan preciosos!-

-Ven, entra.- dijo pasando por encima de una de las vallas y ayudando a Auron a pasar.

Cuando ya estuvieron del otro lado, Auron se acerco a un chocobo verde y lo acarició.

-¡Son tan suaves!-decía emocionado cual niño. Luzu estaba feliz con aquella reacción.

-Me alegra que te gusten, y, has llegado a tiempo.-Dijo el castaño señalando uno de los nidos, con un huevo de chocobo que comenzaba a romperse.

Auron dejó de acariciar al chocobo y se fijó en el que recién iba a nacer.

Era un pequeño chocobo, amarillo y de ojos morados, los colores que siempre tenían los chocobos al nacer.

-¡Es tan precioso!-

-Y es todo tuyo.-

-¿De verdad?-Preguntó sin creerselo el pelinegro.

-Así es. Lo he criado solo para tí.-

Auron parecía estar muy emocionado, y al estarlo fue y abrazó a Luzu repitiendo "Gracias" muchas veces.

Luzu sonreía mientras correspondía y le acariciaba el cabello.

-Me alegra que te guste, Auroncito.-

-¿Y me lo puedo llevar?-Preguntó separandose del abrazo.

-Claro. Ya te doy la comida para chocobo y la montura.-

-Gracias, de verdad, Luzu.-

-No hay de qué... ¿Y ya sabes cómo llamarle?-

Auron miraba al pequeño chocobo y le acariciaba al acercarse.

-Chocoplay.-

-Es un buen nombre.-

-¿Te parece?-

-Lo es.-

Auron sonrió y cargó al pequeño. Luzu saco de su mochila una montura y comida de chocobo, las cuales le entrego al pelinegro. Además de darle una chocopedia.

-Muchas gracias de verdad, Luzu.-

-Lo que sea por hacerte feliz. Ahora... Te acompaño. Sí necesitas ayuda para aprender a domarlo y tal, me dices, aunque en la chocopedia debería haber muchas cosas.-

El pelinegro asintió. Luego de aquello ambos salieron de allí para ir a la casa tridente. Donde se despidieron.

Luzu fue a su casa de vuelta y Auron fue hasta su sala de cofres con su chocobo.

Lo dejo suelto y comenzo a buscar una etiqueta, la cual no tardó en encontrar. Dejo al chocobo solo un rato para ir hasta donde tenía su yunque y le puso nombre a aquella etiqueta.

Sonrió al ver el nombre. Seguido, fue a la sala de cofres para ponerle la etiqueta al chocobo. Se sintió satisfecho ahora.

-Hola, Chocoplay.-Cargo a su pequeño en brazos y lo acomodo entre ellos.-Y soy tu papá.-












Aquella noche, Auron se quedó en casa sentado en su cama mientras leía la chocopedia. Quería cuidar muy bien a aquel chocobo.

Sería su pequeño.

Y una nueva razón para estar vivo, despues de Luzu.

Sí... Luzu también contaba.

Quizás, solo quizás... se habia dejado llevar por sus sentimientos.

Y entre tanto pensar, termino dormido en su cama.

Chocoplay no tardo en levantarse a mitad de la noche y subirse a la cama de su padre, haciendose espacio y quedandose dormido a su lado.

Aquella soledad, estaba desapareciendo.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Where stories live. Discover now