Carta III

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No ha pasado mucho desde que te dedique una carta... esta vez es para confesarte mis anhelos.
Todos tenemos anhelos; cosas que deseamos con convicción. Uno de mis anhelos eran estar contigo... abrazarte, besarte, cuidarte... consolarte cuando más lo necesites, ser esa persona destinataria de tus me gustas, me encantas, me fascinas, me enloqueces, te quiero... te amo...

¿Por qué era? Porque me di cuenta que mi anhelo no era estar contigo, mi anhelo eres tú...
Eres esa persona que me ha hecho sentir algo genuinamente precioso en la soledad de mi alma, eres tú quien ha despertado mis sublimes deseos, tu me hiciste conocer las estrellas pero también las borraste para que te olvidara, fuiste tú tan deslumbrante y galante quien me enamoró.

Yo no anhelo que tú estés conmigo, yo anhelo que tú tan solo me ames...
Quiero creer que en un mundo paralelo tú me amas y estás viviendo conmigo una historia de amor intensamente; esas donde los protagonistas viven al máximo sin importar los altibajos, yo quiero creer que en verdad te importo en esa vida, que me cuidas, me abrazas, y que tan solo me veas como la luz que te guía...

Cartas de Dopamina (Edición)Where stories live. Discover now