53[Promesa]

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Penúltimo capítulo

Dolor es lo que siento ahora, Sebastián estaba gritando, se levantó tambaleándose y comenzó a acercarse a Ana

—¡No te acerques o JURO QUE TE MATO!

—No lo harás querida—rio

Se oyó otro disparo y ella se levantó, Sebastián corrió rápido a ella y otro y otro disparo sonó

—Te dije maldita estúpida — vi que su herida estaba el brazo

—Dejala... —dije

—¿Por favor? —dijo el riéndose —En unos 50 minutos tu y esta morirán y yo... Obviamente estaré lejos y con mi amada

—¿Qué demonios dices? —dijo Ana

—Que están condenados—dijo aventandola

Con todo el dolor me levante

—Te... Propongo... —estaba hablando con dificultad

—Escucho —dijo el mientras se amarraba la herida del brazo

—Déjanos ir... Y te doy a ______. Prometo dejarte en paz pero

—¿Pero? ¿Dijiste pero? —vi que su ceño se frunció

Y yo estaba sacando mi arma, veía a Ana moverse por detrás de él

—Si te libras de esta—dije

Ana lo tomó de las piernas y lo tiro al piso, yo me apresure a ir hacia el y le dispare en la pierna

El grito horrible

Y después rió

—¿Crees... En serio que te saldrás... Con la tuya? —dije mientras Ana me ayudaba

—Yo ya me salí con la mía

—Lo dudo—dije seguro —Los muertos no hablan

—Nunca la encontrarás, y nunca será tuya. —dijo mientras sacaba un control. —No olvides que soy el fantasma que te perseguirá siempre

El apretó el botón y se sintió un temblor

Ana me jalaba con dificultad y logramos salir de ese lugar, afuera estaba lleno de hoyos y la tierra estaba partida. Yo me caí

—¡AYUDAME CHRISTIAN! —Grito Anastasia

Pero yo ya estaba perdiendo la conciencia...

No sabía dónde me encontraba, pero sentía que estaba en algo suave, y un hermoso aroma... Rosas y cerezas

Poco a poco abría los ojos y la vi...

Volvere por ti.

Ella se acercó y me beso, sus labios suaves y dulces me hicieron sentir vivo, y darme cuenta que todo esto valió y vale la pena, ella es mía y solo mía. Y nada ni nadie me la quitara...

Deje de sentir sus labios y abrí por completo los ojos, estaba en el hospital, gire al mi alrededor y vi una rosa roja en la mesa, tenía una nota y decia

Se que no te conozco del todo, pero esto no acaba aquí.

Indudablemente era ella.

Y se que ella aun me quiere, la buscaré y será mía otra vez.

Es una promesa, y en cuanto a ti, Sebastián, estás muerto.



La Bailarina y El Dominante {1} (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora