Capítulo 25.

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Narra Harry.

Pocas manzanas me separaban de ella.

Estos días sin Mich habían sido raros. Obviamente, estar en familia había sido genial, pero sentía que me faltaba algo, me faltaba ella. Para colmo, tuve un problema con el motor del coche y me tocó quedarme un día más en Cheshire.

Nos pasamos estos cuatro días hablando por Whatsapp y haciendo dos, o incluso tres videollamadas al día. Y a pesar de todo, seguía echándola de menos.

Por suerte, Mich nos acompañaría durante la promoción después de Navidad. No quería imaginar cómo sería pasar un par de semanas sin ella si apenas había podido soportar cuatro días.

Vale, el año pasado nos marchamos durante un mes y sobreviví, pero esta vez era distinto. En aquel entonces aún no estaba enamorado de ella, o al menos no lo sabía. En aquel entonces todo era más fácil, no tenía el corazón roto. Y lo más paradójico era que si me diesen la opción de volver atrás, a cuando mi corazón estaba sano y salvo, me negaría. Si pudiera, cambiaría algunas de las cosas que había hecho en el pasado, pero nunca cambiaría nada de lo vivido con ella, ni siquiera las discusiones o las peleas, ni siquiera las mentiras o los secretos. Antes de que Mich llegara, el dolor que sentía era vacío, era oscuro, silencioso, frío. Antes de que Mich llegara, yo estaba solo, pero sufrir por ella no era en vano. Ese dolor estaba lleno de sentimientos, brillaba, gritaba, ardía. Era un dolor mucho más intenso, que te hacía perder la cordura, que te hacía cuestionar todo, pero incluso en el punto más alto, en la cima de ese dolor, cuando creía que había tocado fondo, incluso ahí me sentía más vivo que antes de que ella llegara.

Cuando me di cuenta ya había entrado en su calle.

Uf.

No veía la hora de verla.

Estacioné y entré en el edificio.

¿El viaje en ascensor o La Historia Interminable?

Las vistas desde un ático eran geniales, no pensaba discutirlo, pero a la hora de subir en ascensor era muy poco práctico, por no hablar de las escaleras.

Las puertas se abrieron y corrí hasta alcanzar el timbre y tocarlo repetidas veces.

Escuché el sonido de las llaves girarse al otro lado y sonreí.

Por fin.

Tan pronto como la vi, me abalancé sobre ella y la besé. No me importaba quién estuviese mirando.

Entonces todo pasó muy rápido. Me empujó con fuerza y estampó su mano bien abierta contra mi cara.

Al principio pensé que había ido tan deprisa que ni me había fijado y había besado a otra persona, pero no, era ella.

No daba crédito.

-          ¡¿Pero qué…?!-exclamé aturdido y atónito a la vez.

-          ¿Qué demonios haces? Había leído tu reputación con las mujeres, pero no sabía que fueras tan a saco.

No entendía nada.

-          ¿Estás bien?-pregunté con cautela.

-          Pues no ¿Quién te crees que eres para besar a desconocidas?

-          ¿Cómo que desconocidas?

¿Me estaba tomando el pelo?

-          Se suele llamar así a las personas que no has visto nunca.

Ayuda.

-          ¿Te has dado un golpe? ¿Puedes decirme en qué mes y año estamos?

Lost Friends (Just Friends, 2ª parte).Where stories live. Discover now