Fredderick Chase

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Fredderick P.O.V

Cinco años. Cinco años han pasado desde que mi hija, mi unica hija, a quien tendría que haber consentido y amado más que nada, escapo de mi casa porque se sentia mal tratada y no querida. Ahora, con cinco años de arepentimiento y pensamiento sobre eso, me doy cuenta de que era verdad. Jamás le preste atención, ella no tenía juguetes, y cuando intentaba jugar con mis cosas yo la retaba. Nunca deje que se acercara a sus hermanos porque Helen, mi esposa, me dijo que era peligroso para ellos. Ahora ella debe tener doce años, toda una muchachita. Y yo no estuve para verla crecer, para verla aprender y ayudarla con sus tareas y demás cosas. Me gustaría haber sido un mejor padre para ella, no me imagino como sera ahora por no haber tenido una figura paterna. Hace un par de días recibí una carta suya donde decía que quería volver a intentarlo, pasar el año escolar con nosotros, y volver al campamento mestizo en el verano. Tambien me decía que tenía algo que contarme. Me pase toda la tyarde ordenando la casa, y el día que me había llegado la carta había ido a la librería y le había comprado cinco libros, le había puesto nuevos estantes para sus nuevos libros, había pintado su habitación  de blanco, con una pared verde zulado, y había recompuesto su habitación por una más para su edad. Tambien le había puesto un escritorio y otro tuipo de cosas que podrían serle utiles.

 ----linea de tiempo hasta la hora en la que Annabeth tendría que llegar---------

Alguien toco la puerta. Fui a abrir emocionado porque quizas fuera Annabeth. Pero no era ella. Era una niña parcida a ella si pero imposible que fuese ella. Tenía el pelo rubio atado en una coleta, era bonita, tenía ojos grises muy calculadores. Llevaba en la mano una gorra de los Yankees, tenía una mochila azul y llevaba un cuchillo atado a su cinturón, Ella no podía ser mi hija por razones muy simples: tenía un cuchillo en su pantalon, sus ojos eran demasiado calculadores mientras que los de Annabeth eran mas tierno, dejaba a la vista que no confiaba en nadie y lo peor de todo, tenía varias cicatrices en los btrazos además de una herida abierta en la mejilla.

-Hola, papá.-dijo.  Ella... ella no podía ser mi hija. Mi hija era una tierna rubia sin cicatrices, que confiaba en todos, y tenía ojos tiernos.

-A-Annabeth, que te paso hija?

-O esto,-dijo tocando su mejilla- si sucede que me ataco un mountro y en el ataque se llevo mi ambrosía y nectar asi que voy a tener que dejarlo sanar normalmente. Puedo psar?-  me di cuenta de que en la sorpresa no la había dejado pasar.

-Si claro hija lo siento, quieres algo para tomar? Voy a traer el maletín de primeros auxilios para curarte eso.

-Con un poco de agua bastara papá, aunque sería mejor tener a Percy, la semana pasada descubrió que puede sanar a otras personas también.

-Quien es Percy?- pregunté sentandola en el sillón y llendo a buscar un algodon mojado.

Supuse que sería alguna amiga, de nombre raro como Persea (N.A: ese nombre existe, era el nombre de una hija de Poseidón, no se si semidiosa o que pero hija de Poseidon) o Persefone.

-Es un amigo. El hijo de Poseidón, el me convenció de volverlo a intentar contigo de echo.- bueno admito que me molesto que se relacionara con un chico, pero si el la convenció de volver... no debe ser tan malo.

-Hijo de Poseidón eh?

-Si, mis hermanos estaban como: Annabeth como puedes ser amiga de un hijo de Poseidon?! Y peor! Ir a una busqueda con él, donde seguramente terminaran durmiendo juntos porque no conseguiran un lugar adecuado para dormir y tendran frio! Aunque se tranquilisaron un poco al saber que Grover también iria.- mi hija había ido a no-se-que-ligar y había dormido cerca de un chico?!

Mortales se cruzan con Percabeth/Percabeth meet mortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora