EL MESTIZO Y LA SANGRE PURA

¿𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐋𝐔𝐄𝐆𝐎?

—¿¡Donde estabas!? —la mujer pelinegra miraba con odio y asco a la joven.

—Tia y-yo. —la muchacha quería decirle a su tía que no era lo que pensaba, que ella no había hecho nada malo, pero solo logró tartamudear como siempre que se encontraba nerviosa.

—Tu madre estará muy decepcionada, pero que más se podía esperar de ti, eres el error de esta familia.

Miró a su despreciable sobrina la cual le hizo una mueca de burla, la joven no lo soporto más y con su varita trato de defenderse utilizando un maleficio.

Estaba cansada de tener que explicar todo lo que hacía, de tener que callar y temblar, «no voy a tener más miedo.»

—¡Flipendo!

La mujer salió disparada hacia una estantería con algunos libros, mientras que la joven se quedó en shock, su hija comenzó a llorar y así despertó al resto de la familia.

—¿¡Qué es lo que hice!? —se preguntaba aterrorizada a sí misma.

Inmediatamente, sin pensarlo dos veces tomó su capa, pero antes de que ella pudiera ponérsela, recibió un golpe en su espalda, lo que causó que esta cayera al suelo.

—Eres una despre.. —pero la mujer no tuvo tiempo de hablar porque la chica había utilizado su capa para esconderse, su madre quedó en shock nadie sabía que ella poseía una de aquellas preciadas capas, ya que era el secreto que mantenía con Dumbledore.

Además, sabía que en cuanto su familia lo supiera querrían quitársela.

«Tengo que irme de aquí, ya» pensó Harmony para sí misma mientras trataba de esquivar los mano plazos que su madre soltada al aire para tratar de encontrarla.

—Maldita escoria, eres igual que tu padre, ¡no tienes idea cuanto los odio! —al pronunciar aquellas palabras, en el corazón de la joven algo murió.

La pequeña Fleming sintió su respiración acelerada y de sus ojos comenzaron a caer lágrimas, lágrimas tan bellas como la lluvia en otoño, las cuales se asomaban a su ventana, la lluvia que tanto le gustaba; desde la muerte de su padre la pequeña siempre visibilizada el bosque grisáceo y apagado que rodeaba toda su casa, soñando con escapar algún día.

Y ese día llego.

Pero se aterró, el pánico la controlo, ella solo logró ascender al comedor cuando un ataque de nervios provocó que su respiración se entrecortara y sus manos temblaran, por su mente pasaron millones de imágenes.

Recordó cuándo abrazada a su padre teniendo tan solo unos 9 o 10 años, cuando su madre como castigo la dejó fuera de casa en una noche de tormenta o cuando su tía mató a su gatito, el cual era un regalo de su tío Lysandro. Con la excusa de que la pequeña había sido "muy mal hablada".

Se acurrucó en el suelo mientras trataba de recobrar el aliento, revivir esas imágenes le habían dejado muy mal emocionalmente, entonces escuchó los pasos rudos y marcados de su madre, la que trataba de ayudar a su tía a bajar las escaleras que llevaban hacia la cocina.

Entonces escuchó gritos por todos lados, ella seguía con su capa mientras se recostaba a una pared y se resguardaba allí, llorando.

—¿Mi niña?, ¿dónde estás? —escucho un susurro, entonces alzó la vista, era su tío Lysandro.

Esta retiró la capa dejando ver su hermoso rostro lleno de lágrimas.

La chica solo corrió hacia su apreciado tío y lo abrazó con fuerza, como cuando era pequeña.

—Tío, ¿qué voy a hacer? —pregunto la chica mientras seguía aferrándose a su tío.

—Tengo algo para ti, creo que podría servirte un poco, no es mucho, pero es lo que pude conseguir. —su tío sacó el pequeño bolso de la chica, el cual tenía un encantamiento extensor.

—G-Gracias —dijo la chica temblando y cubriendo su rostro por si su madre regresaba.

—Dentro hay un poco de ropa y algunos galeones, también tus libros y por supuesto todo lo relacionado con tus estudios acerca de los Boggarts.

La chica estaba totalmente confundida, «¿cómo es que él sabía acerca de sus estudios?», aunque quería preguntarle, no lo hizo.

No debía perder tiempo, tenía que salir de esa casa.

—Yo abriré la puerta y tú saldrás, ¿ok? —la muchacha asintió.

Todo pasó demasiado rápido, su tío abrió la puerta rápidamente, su madre pronunció bruscas y duras palabras hacia su hija, aunque claro, ella no sabía que la joven bruja se encontraba allí.

—Hasta luego pequeña. —susurro su tío.

—Adiós Lysandro. —se abrazaron por última vez y la chica salió corriendo.

Harmony conjuro un encantamiento nebulus para asegurarse de que no la verían irse, corrió sin saber a dónde ir, lo único que sabía era que quería alejarse lo más posible de aquel lugar al que antes había llamado "hogar".

Pasaron horas desde que ella había huido de su familia, no sabía a dónde ir.

Tal vez a casa del Sr. Scamander, pero cómo llegaría ella allí si el traslador no estaría en el roble hasta el sábado, la chica se frustró y por un momento pensó en regresar a casa.

«¿Cómo había sido tan tonta?, ella no tenía futuro, No era una buena magizoologa, estoy segura de que el ministro se erró.»

Mientras Fleming estaba perdida en sus pensamientos, escuchó un fuerte sonido y frente de ella apareció el autobús noctámbulo, el gran autobús de 3 plantas, de color morado y dorado paro mientras que en la cara de la chica sus ojos se abrieron expresando sorpresa, delatando lo que había sentido.

—Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo o bruja abandonado, soy Stan Chumpipe y seré su guía esta noche. —el chico miró de arriba a abajo a la chica y se hizo a un lado para que la joven pudiera entrar.

Harmony ingreso al autobús y se sentó en una de las camas que había dentro de este.

—¿A dónde vamos? —preguntó Stan a la mujer que miraba a su bolso muy concentrada.

—Mmm yo, esto... —pensó por un momento y luego, sin saber por qué, dijo lo primero que se le vino a la cabeza—, a la mansión Malfoy, por favor.