{𝙿𝚊𝚞𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚊𝚟𝚒𝚜𝚘}
--¿Por qué no me dijiste?...--
--¿Querías que te dijera "Hola, soy el heredero al reino de Karmaland y el que se quiera casar conmigo cargará junto a mí el peso del reino"?--
Rubén es un omega que es...
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<<Narrador Alexby>>
Al estar sólo Willy y yo en primaria, nos tocaba irnos juntos a nuestras casas o con los chicos pero hoy fue la excepción, tenía que ir a casa de Merlón para tener "clases reales" con Rubius y Mangel, así que pasé dejando a Willy en su casa, por mientras ibamos hablando para pasar el tiempo del trayecto.
-¿Y cómo va tu amistad con Frank?- le pregunté, pues ambos eran amigos antes de conocernos.
-Ayer por la tadre que no estuviste con los chicos por ir a tu chequeo medico, nos peleamos, fue por algo tonto pero había sido su culpa- frunció su ceño
-¿Por qué pelearon? son mejores amigos-
-No quiero hablar de eso-
Quería volver a preguntar pero estabamos a unos pasos de la entrada de la casa de Willy, por lo que nos despedimos, yo tomé rumbo a la tienda de caramelos que se encontraba de paso mientras Willy se encontraba con su mamá en la puerta de su hogar. Decidí mandarle un mensaje a Staxx, no le iba preguntar sobre su pelea con el de ojos rasgados que seguramente era un tema delicado para él, me estaba diciendo que él y los demás habían decidido visitar a Vegetta ya que no había asistido a la escuela porque se presentó durante el entrenamiento que llevaba a cabo con su padre.
Era genial saber que uno de nosotros al fin se había presentado, los demás no tardaríamos en hacerlo también, tenía la esperanza de ser un alfa pero gracias a la genetica de la familia y por mi salud, algo me decía que sería beta u omega y no me molestaba serlo, lo único que me importaba era seguir a lado de Frank... Sí, me gusta ese chico de casco negro con detalles verdes, desde que lo conozco había sentido una conexión entre ambos y desde hace un año me había dado cuenta que me gustaba, no me atrevía a confesarme o al menos no ahora.
Llegué rápido a la tienda, entré y compré varios caramelos para Rubius, Mangel y para mí, despues de pagar, salí con los caramelos dentro de una bolsa en mano y corrí a casa de Merlón, cuando estaba cerca, me dí cuenta que Rub y Migue también estaban llegando, por lo que los saludé con mi mano libre desde la lejania, no tardamos en reencontrarnos los tres frente a la puerta de la casa.
-¿Qué pasa chavales, listos para la clase de hoy?-
-Si te refieres a comer los caramelos que has traido mientras me hago el tonto escuchando la clase, pues sí, estoy listo- Dijo Rubius mientras trataba de quitarme la bolsa con dulces.
-Por favor Rubiuh, necesitas prestar atención, no queremos un tonto como rey-
