01

42 6 2
                                    

𝕰𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖔

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝕰𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖔

Manejaba su nuevo coche en las tranquilas calle de esa cuidad que disfrutó conocer por un breve trabajo. Conducía con clase, usando sus gafas de sol a pesar de ser un día con clima fresco, su vista dejó de ver el camino al escuchar el sonido tras haber recibido un mensaje.

—Otro trabajo— pensó ante el sonido emitido por su carísimo teléfono.

Sin embargo al retomar su vista al camino, el miedo se apoderó de su mirada a pesar de que este sentimiento no se mostraba siempre en el. El rechinar de las llantas del auto retumbaron por los alrededores. Su respiración estuvo agitada como si hubiera hecho un exhausto ejercicio. Bajo del auto cerrando la puerta con un fuerte portazo, acercándose al causante de su frenar.

—¡Casi rayas mi auto! ¡Que acaso tus padres no te dijeron mirar dos veces antes de cruzar!— comenzó a gritarle a un estático niño quien en sus manos traía un peluche y aún lado de él un desinflado globo de helio color rojo.

Suspiró frustrado al no ver u oír algo del menor, lo tomó de la ropa, al notar que no había nadie más que ellos dos, caminó nuevamente a su coche abriendo las puertas traseras. El pequeño al sentir aquel jalón, comenzó a derramar lágrimas y su llanto se hizo presente, pero solo atinó a abrazar más a su inseparable peluche más nunca a liberarse de aquel agarre.

—Y-Yo lo siento mucho— comenzó a decir pero aquel joven solo lo ignoró aventándolo dentro del auto, cerrando la puerta de un fuerte portazo para luego ingresar a su auto y comenzar a conducir nuevamente. Después de varios minutos aún escuchando su llanto comenzó a desesperarse.

—¡Ya cálmate! ¡Deja de llorar!— dice irritado aún conduciendo.

Ante ese reclamo el menor dejó de llorar abrazando más a su suave peluche.

—¿A-A d-donde vamos s-señor?— preguntó con una voz débil sorbiendo su nariz de manera ruidosa mientras se ayudaba de las mangas de su suéter para limpiar las lágrimas que aún brotaban de sus brillantes rojos color rubí.

El joven suspiró algo cansado y miró por el espejo retrovisor al menor.

—Dime donde viven tus padres o... —una idea surgió en su mente— ¿Tus padres tienen mucho dinero pequeño?— comentó lo más amable que pudo fingir.

Ante la cuestión que le hizo aquel desconocido, el menor agachó la mirada, comenzando a jugar con su peluche algo sucio.

—Mis padres estaban conmigo, en el parque pero no regresaron, hablaban de que alguien los despediría, que no iban a completar, ya que mi familia es grande tengo 5 hermanas y todos somos son adoptados, porque mis papás no pudieron tener bebés, pero aún así nos quieren mucho— comentó con una tenue voz.

—Ya veo pero...¿Ellos harían lo que sea por recuperarte? Dime cómo se llaman o donde viven— El pequeño miró a sus pequeños pies para luego responder.

—Mis papas se llaman Colon y Yoh Kamiyama, la verdad no se donde vivimos, por qué nos hemos mudado a varias casas... yo sé que mis papás me quieren porque cuando se fueron mi mami estaba llorando y me dijo que me quedara ahí jugando con mi Mafuteru— mostrándole a su peluche— Me dijo que vendrían dentro de unas horas, ¿cree que ya pasaron unas horas?— preguntó con gran inocencia.

El castaño solo atinó a apretar el volante con sus manos así como tensar su mandíbula, no podía decirle que había sido abandonado.

—Tus padres me pidieron cuidarte por unas horas— dijo esperando que fuera una gran idea y que no arruinara sus planes y trabajos.

—¿Conoce a mis papás? — mencionó con un brillo en sus ojos —Vez te dije que lo conocía... yo te dije que era bueno— comenzando a protestar con aquel inmóvil juguete que hacía poner al joven con los nervios de punta —Esta bien señor... ¿Por cuanto tiempo?

Se encontraba pensativo al escuchar que según lo conocía pero salió de sus pensamientos ante la pregunta —Solo unas horas niño— dice comenzando a aumentar la velocidad del motor de su automóvil. Necesitaba llegar rápido a aquel lugar.

 Necesitaba llegar rápido a aquel lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.























𝕿𝖔 𝖇𝖊 𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖊























Primera publicación 11 de Junio de 2019

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Primera publicación 11 de Junio de 2019

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora