capitulo 11

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Llegué a casa, fui a mi habitación. Me siento triste, tengo ganas de llorar. Non se porque me acerqué tanto a mi tae, ahora lo he perdido. Me siento sólo, todp el tiempo que estuve fuera mi amor por el creció y me alegraba saber que el me extrañaba. Todas esas conversaciones largas que teníamos por teléfono, se que el se esforzaba porque cuando allá era de día aca el dormía, pero aún así me llamaba, aunque su sueño se interrumpiera.

Son las 11 p.m me quedé en mi habitación toda la tarde y la noche. Sólo comí un poco de ramen que me trajo Nam joonie.
Estoy debajo de las sábanas sin poder dormir. Parecerá ilógico que diga que lo extraño, que me hace falta sentirlo cerca de mi, ya que estuve sin el 5 años.
Pero no es tan descabellado mi anhelo, porque ya estuve con el, hicimos el amor, necesito tenerlo cerca. Aunque el no recuerde esa noche.

La puerta de la habitación de Jk se abre.
Tae: estas dormido bebé?
Jk se sienta en la cama automáticamente al escuchar la voz de Tae.
Jk: aún no me duermo, pero que haces aquí? Ya deberías de estar dormido.
Tae: como podría dormir si mi bebé no me ha ido a pedir que lo deje dormir conmigo?
Jk sonríe, se siente aliviado porque Tae no lo rechaza como el pensó que lo haría.
Tae: vamos bebé, mañana tengo que madrugar.
Jk se levanta y sale detrás de Tae.
Jk: qué harás mañana que tienes que madrugar?
Tae: tengo que ayudar a un amigo del club de música.
Jk: no sabía que estas en el club de música.
Tae: hace una semana me inscribí, fue antes de que regresaras, sólo que olvide decírtelo.
Tae se recuesta en la cama y le hace un espacio a Jk.
Jk se acuesta cerca a tae, pero no como antes, no quiere que vuelva a ocurrir otro percance.

Jk: qué pases linda noche, descansa.
Tae: gracias bebé, descansa tambn.

Tae quiere tenerlo más cerca, mientras estaba en su habitación no sabía que hacer, daba vueltas en la cama, no podía conciliar el sueño, por eso fue a buscarlo, no quiere que Jk piense que lo esta rechazando.

Eran las 12 aún tae esta despierto.
Jk le ha dado la espalda, parece que ya está dormido.
Tae se gira hacia la espalda de Jk.
Esa noche Jk llevaba unos pantalones cómodos de color negro y una camiseta blanca.
Tae se pega a su espalda y lo abraza por el estómago, coloca su cara en la cabeza de Jk.
Tae empieza a hablar en voz muy baja.
Tae: te has vuelto muy apuesto. Ahora soy yo el que ama tu aroma. Has madurado mucho.
Jk se mueve un poco, se coloca boca arriba.
Tae: no puedo sacarme de la mente el beso que nos dimos. Todavía siento tu aliento cerca de mis labios.
Tae le pasa sutilmente un dedo por los labios a Jk.
Tae que no logra resistirse lo besa.
Jk al sentir los labios de tae se despierta.
Tae: lo siento, siento que me volveré loco.
Jk acaricia el rostro de Tae, quien al sentir la mano pasar por su mejilla, voltea su rostro hacia ella y la besa.
Tae nuevamente besa a Jk, quien ahora le corresponde el beso, coloca sus manos alrededor del cuello de Tae.
Jk hunde sus manos en el cabello de Tae.
Tae empieza a meter su mano debajo de la camiseta de Jk, que gime al sentir la mano de Tae moverse por su abdomen y dirigirse a sus pezones.
Tae: no se que hacer, me tienes loco. Siento que sin ti ya no podré vivir.
Te amo!
Jk: siempre te he amado, siempre te lo he dicho. Siempre serás tú y sólo tu.
Te amo mi Tae.

Ambos están inmersos en las mieles de la locura que produce amar, en ese instante sólo por ese momento dejaron de ser hermanos, y sólo eran dos hombres deseosos del placer que da tocarse, amarse, devorarse la piel.
Sólo eran dos cuerpos que buscaban la calidez del otro, dos cuerpos que buscaban unirse y ser uno sólo.

GUERRA DE HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora