Plann
Han pasado unos días desde que sucedió esa cena con Mean, cena en la cual recibí tanta información en la que no he podido dejar de pensar sin poder recordar nada de aquello y hoy una realidad totalmente distinta me está invadiendo, no habiendo podido dormir anoche a sabiendas de lo que hoy domingo sucederá en el hotel al que por ser el día que es no tenia planeado como cada fin de semana acudir.
A menos que sea una urgencia por supuesto y siempre acabo yendo tan solo para supervisar que todo vaya bien.
Hoy, ahora siendo casi las once de la mañana, estoy yendo por un motivo completamente distinto y es que han pasado siete días desde que Mean ingresó en el hotel y su marcha es, como se gracias a Kanda que me ha llamado al poco de despertarme, en algo menos de veinte minutos.
La ventaja de vivir cerca del hotel siempre es que no llegaré tarde, ni tardaré mucho en llegar. Estoy a pocos pasos de poder cruzar la puerta, viendo ya desde donde me encuentro como se llevan el equipaje de Mean a un coche que desde mi perspectiva parece demasiado lujoso, nada que ver con él aún que sea actor y tan famoso.
Junto a los que están guardando sus cosas también se encuentra por lo que veo esa mujer que antes de su llegada solicitaba por la suite, acompañada por alguien más, un hombre joven, así quizá como de mi edad o un poco más joven, quien me mira cuando paso frente a él para así entrar en el hotel.
— Plann al fin llegas.
Deteniéndome justo a un paso de haber entrado en el hotel, girando sobre mis propios talones me encuentro con Kitiwhut, que en tan solo unos pasos ya está frente a mi, reteniéndome demasiado cerca de su cuerpo, entre sus brazos, de tal forma que me parece agobiante, excesivo con respecto a la cercanía, apartándome como puedo.
— ¿Qué haces aquí Kitiwhut? —coloco bien mi ropa —sabes que hoy no trabajo y es absurdo que vengas a verme un domingo pudiendo llamarme.
— Si pero por una extraña sensación que me ha invadido esta mañana he sabido que debía venir —seguro que se trata de eso, si —y da la casualidad que no me equivocaba porque supuse que vendrías.
— Kitiwhut tenemos que hablar —le miro serio —tu has venido porque él se va y estoy seguro que te ha enviado mi madre. Estos días he estado pensado mucho porque he conocido datos sobre mi vida de cuando era un adolescente y tengo algo en mi interior, como una sensación, gritándome, mostrándome que no eres bueno para mi. Dime que me equivoco si es así.
— ¿Podemos hablarlo en otra parte?
Negando, porque su pregunta hace de mis sospechas el saber que estaba en lo cierto, que porque ellos odian a Mean buscan siempre la forma de alejarme, de manipularme de tal forma que todo debe ir en dirección opuesta a lo que yo pueda querer para mi mismo. Mean tenia razón en eso.
Dándole la espalda a Kitiwhut veo como las puertas del ascensor se abren, encontrándome con Mean saliendo del mismo ya si por última vez, deteniéndose, acercándose a mi con esa sonrisa suya que esta vez no me contagia como en otras ocasiones si ha sucedido.
— ¿Tanta pena te da que me vaya que ni me sonríes? —acaricia mi mejilla con cuidado —no es que me vaya a ir del país. Aunque a más de uno le gustaría que así sea no lo haré. ¿Podemos hablar en privado?
Su mano, la que no ha dejado esa caricia en mi mejilla despertando esa sensación en mi interior, eliminando minimamente lo frustrado que me estaba sintiendo a cuenta de Kitiwhut y de que esté aquí, viéndola en mi dirección me hace pensar en si es buena idea que ahora que se va nos quedemos un momento a solas, aceptándola por supuesto, incapaz aún de sonreír.
Siguiendo sus pasos nos encontramos en el mismo lugar donde estuvimos aquella noche, sin globos esta vez por supuesto ni siendo una situación tan cálida como aquella vez.
— Estaba en el ascensor pero he escuchado lo que le has dicho a ese —le miro a los ojos —Plann yo solo quiero que tu estés bien y ahora mismo no se si sea lo correcto irme pero tengo que hacerlo. Me sinceré contigo que era mi propósito y es ahora tu turno para decidir que hacer. Imagino que a pesar de cuanto sabes no recuerdas nada de aquel momento.
— No recuerdo nada Mean y el doctor ya me dijo que eso podía suceder —agacho la cabeza, sintiéndome ridículo —siento que no te recuerde Mean pero.. no puedo hacer que mi memoria de la nada viaje ochos años atrás, o doce o los que sean. La cosa por desgracia no funciona así y creeme cuando te digo que a veces me odio por eso.
Me siento demasiado idiota por decir esas cosas frente a alguien que se supone vivió a mi lado algunas experiencias en el pasado, que incluso llego a quererme y yo quererle a él. Pero más porque no recuerdo nada de eso y Mean, quien no ha dicho nada más, ahora me abraza pillándome por sorpresa, provocando en mi las inmensas ganas de llorar, de gritar que me odio y a esta situación también.
Conteniéndome, mirándole una vez más a los ojos al igual que él me mira a mi, puedo ver como se acerca, sentir su mano descansando en mi cuello, no habiendo la necesidad de ponerme de puntillas ni por su parte la de agacharse cuando roza mis labios con los suyos.
Mi corazón, esa sensación en mi interior, empieza a acelerarse de la misma forma en que mi respiración se ralentiza ante el beso que está dispuesto a darme.
Se que tiene sentimientos, y muy fuertes por mi, y que en su día también los tuve porque así me lo ha dicho, también confirmándomelo el comportamiento de mi madre y de Kitiwhut, pero ahora mismo siento que esto no es lo correcto.
Apartándome un poco, no concluyendo lo que estaba por pasar, ese beso que estaba por ser real, le doy la espalda, sintiéndome demasiado patético a la par que asustado.
— No puedo Mean.. —un nudo se forma en mi garganta —tu tienes todo claro de cuanto sucedió en tu memoria pero yo no y suceden demasiadas cosas que me hacen dudar de que es lo correcto y que no. Lo siento.
— No tienes que disculparte Plann —vuelve a abrazarme —estoy dispuesto a esperar por ti el tiempo que haga falta. ¿Puedes al menos mirarme?
Eso por supuesto aunque la vergüenza me esté invadiendo de tal forma.
Girándome, aún entre sus brazos, le miro viendo como de nuevo sonríe, de forma cálida, con tal calidez que la transmite a mi ser consiguiendo así que también sonrío.
— Hoy tengo muchas cosas que hacer porque me voy de aquí y también trabajo pero te daré mi número y podrás llamarme cuando creas conveniente hacerlo —asiento despacio —¿me dejas tu móvil?
Sacándolo lentamente de mi bolsillo lo dejo en su mano, viendo como escribe en el su número y nombre antes de guardarlo y entregármelo, ahora si soltándome, provocando la forma en que tan repentinamente me ha soltado una sensación de vacio que aumenta cuando llega a la puerta.
— ¿Mean? —ambos nos miramos —no se cuando será que pase pero.. ¿estarías dispuesto a mostrarme más cosas de cuanto vivimos en el pasado? Y no me refiero a palabras, sino los lugares a los que íbamos tu y yo.
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MÁS ALLÁ DE...
Fanfiction*Ese momento no firmo nuestro final* *Historia completamente mia. Prohibidas copias y adaptaciones* *Continuacíon de ¿Dónde está mi novio? que espero que os guste :) *