Criminal Love

Capítulo 18: Piedra, papel o tijeras

- ¿Tenéis ya todo? – Asentí y me pasé el mechón de pelo que se me había salido de la coleta por detrás de la oreja.

- Juraría que sí – Escuché el claxon del coche que me indicaba que tenía que salir ya – Tengo que irme ya, que como puedes escuchar alguien está histérico.

- Cuídate y por favor llámame que me voy a jugar el cuello por tu culpa – Sonreí a Beth y la abracé con fuerza – De verdad no sé qué os traéis entre manos ni por qué te estoy ayudando con esto, pero ten mucho cuidado.

- No te preocupes, te debo una muy gorda – Abrí la puerta de su casa y comencé a salir de esta.

- ¡Y tanto que me la debes! Nunca pensé que iba a ver el día en que te saltases alguna norma Heather, estoy orgullosa de ti – Comencé a reírme mientras que seguía andando hacia el coche - ¡No hagas algo que yo no haría y ataca de una vez a ese ser que te está esperando!

Abrí la puerta del coche y me senté mientras que parpadeaba con mucha velocidad intentando evitar que se me cayesen las lágrimas. Sonreí y me despedí con la mano mientras que Drake arrancaba el coche y nos alejábamos de la casa de Bethany.

- No sé si me lo he imaginado, pero ¿ha dicho que ataques? ¿debería preocuparme o estar alerta por si sacas las zarpas cuando menos me lo espere o qué?

- De verdad me sacas de quicio – Drake tenía una media sonrisa mientras que continuaba mirando a la carretera.

- Pues ya puedes empezar a aguantarte y aprender a soportarme porque nos quedan unas cuantas horas de coche por delante y a saber los días que vamos a estar juntos – Giró la cabeza, se me quedó mirando y comenzó a sonreír más – Alegra esa cara, cualquiera mataría por estar conmigo tantas horas, que soy todo un partidazo.

- Eres más ego que persona – abrió la guantera del coche y sacó unas gafas de sol.

- Y lo bien que te lo pasas conmigo ¿qué?

- ¿Me vas a decir exactamente qué es lo que se supone que me tenías que contar?

- No.

- Pero fuiste tú quien dijo lo de que me ibas a poner al día.

- No lo niego, pero ahora mismo no es el momento.

- ¿Cuándo va a ser el momento? – Puso su brazo izquierdo en la ventanilla del coche mientras que negaba ligeramente con la cabeza – Ya que me has convencido de lo que sea que vamos a hacer, al menos me podrías decir qué es lo que está pasando para que tengamos que irnos ya.

- Las prisas no son buenas y menos en situaciones como esta, así que ponte el cinturón y prepárate para otro maravilloso viaje en coche con la mejor compañía que puedes tener.

Encendí la radio del coche y me abroché el cinturón. Lo mejor que podía hacer en ese momento era intentar no darle vueltas a el pozo donde me estaba metiendo de pleno. Drake tenía razón cuanto menos sepa del tema mejor para mi.

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- ¿Es en serio? – Drake sonaba molesto mientras que una tenue sonrisa se le vislumbraba en los labios.

- De verdad.

- Seguro que puede esperar un poco más, no queda tanto de viaje - solté aire con fuerza por la boca con fuerza y le puse una mano en el hombro.

- Drake, te juro por lo que más quieras que como no pares en la siguiente gasolinera pienso mear en la botella y tirártelo por encima.

- ¿Dónde están tus modales princesita? A ver si va a ser verdad que soy una mala influencia y he estado quitándole importancia a eso toda mi vida pensando que me lo decían de broma.