Safe With Me {Newt & Lectora} Maze Runner - Finalizada

#25 Laberinto B

—Quizá sería mejor que te sentaras — dijo Thomas —. Creo que tenemos mucho que hablar. 

—¿Qué quieres decir? — pregunto Aris — ¿De dónde vinieron? 

(t/n) se encontró intercambiando una mirada con Thomas, y con Newt. En como sabían que ella daría un paso adelante para conversar con el chico desconocido. Los celos en el interior de Newt hacían erupción como un volcán, y no podía hacer más que ocultarlos, por qué aunque no quisiera que ella estuviera hablando con ese desconocido sabía que a ella la escucharía y le contestaria con más facilidad que a ellos. 

—El laberinto — comenzó ella con un tono calmo, con los ojos de Aris sobre ella —, los penitentes, cruel. Creo que venimos de sitios similares Aris, ¿recuerdas cuando hablamos? Cuando mencionaste al penitente. Creo que estábamos haciendo lo mismo, escapar, al mismo tiempo, como si se tratase de un universo paralelo. 

Él se encontró asintiendo con lo mencionado con total sorpresa, su tono de piel comenzando a palidecer. 

—Creí que... no era realmente cierto. Digo, como una voz imaginaria en la cabeza de... en mi cabeza — se corrigió pronto —. 

—Hemos estado en sitios similares — añadió Newt —. 

—¿Quién es ese tipo? 

(t/n) se dio vuelta al mismo tiempo que Thomas y Newt para mirar detrás de sus espaldas a Minho con el resto de habitantes. Tenían las caras fruncidas por la repugnancia que les causaba el olor que había ahí fuera, y los ojos llenos de terror ante la visión de lo que llenaba la sala común. 

—Minho — dijo (t/n) —, te presento a Aris. Aris, te presento a Minho. 

Minho balbuceo algo ininteligible, como si no pudiera decidir que debía hacer. 

—Veamos — intervino Newt —. Bajemos las camas superiores y coloquémoslas alrededor de la habitación. Luego podremos sentarnos y dilucidar que demonios está sucediendo. 

—Bien — dijo (t/n) soltando otro bostezo —, iré al baño... mientras estoy ahí no asesinen a Aris, o habrá más de un muerto. ¿Comprendido? 

Menciono, mirándolos a todos con seriedad esperando a que asintieran, y cuando lo hicieron cambio su rostro a una sonrisa amigable mientras caminaba hacia la puerta del baño, moviendo la manija de esta cuando la mano de Thomas alcanzo su mano libre, deteniéndola en el sitio. 

—Tienes que saber donde esta Teresa — pidió con una mirada suplicante —, fuiste la última que estuvo con ella (t/n), por favor. 

Ella arrugo sus cejas con dolor cuando supo inmediatamente que Thomas estaba desesperado por faltar a la chica faltante. Su dolor llegando a ella, que por un instante decidió ser la que cambiara lugar, porque así Thomas estaría tranquilo. Pero no podía hacer nada, realmente no podía. 

—Lo siento Tommy — ella dijo pidiendo disculpa con su mirada —. Al irme a dormir estuve mirándola, estuvo recostada en esa cama. De eso, no sé más... lo siento, quisiera ayudar más, ella también es mi amiga... no sé donde esta. 

—Tengo que encontrarla, tiene que estar en otro cuarto. 

—No hay otro — dijo Minho —. 

—¿Qué quieres decir? 

—Ya revisé todo el lugar. Está el gran espacio común, este cuarto, nuestro dormitorio y unas miserables puertas que conducen al exterior, por donde entramos ayer al bajar del helicóptero. Cerradas y trabadas desde adentro con cadenas. No tiene sentido, pero no veo otras salidas.