180 grados

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Aclaración: Buenas gente, quiero avisar que nunca escribí nada ni tampoco soy de leer, simplemente soy hiper fan de Zurena y a falta de contenido, bueno... lo intentaré. Siempre hay una primera vez..

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Aquel día todo habría dado un giro de 180 grados.

Zulema tendría que volver al trailer luego la visita al medico y de recibir la noticia que cambiaría su destino por completo. Se fumó un último cigarro a pesar de que estuviera "prohibido fumar" allí.

Esta vez sabía que aunque siempre iba a mantener su humor negro hasta el último aliento y ante la situación que sea, el hombre realmente la habría mirado con una puta cara de lástima que no podría tolerar ni borrar de su memoria.

Pensaba en el momento en que volviera al trailer un rato después. Ese trailer el que había convivido dos años con una rubia tarada que por algún motivo siempre se terminaba cruzando en su vida.

 Desde aquel momento en que pisó Cruz del Sur y sus destinos se cruzaron, cuando la muy oportuna Macarena termino con el chip de Yolanda en sus manos, el chip que la prisión entera habría esperado encontrar.

Vamos que ni siquiera tuvieron que intentarlo, de alguna manera siempre terminaban enrolladas en algún lío. Y fueron más de una las veces que ambas se salvaron el pellejo una a la otra.

Al fin y al cabo vivir con ella no estaba tan mal, tampoco habría aceptado algo que no quisiera hacer.
No tenía muy en claro por qué cojones aceptó vivir con la rubia, más allá de que claramente se complementaban. Para Zulema era obvio que al cabo igual podría ella sóla con todo y que no necesitaba a nadie. O eso quería creer.

De camino no hizo más que poner la música bien alto, y se sintió un poco melancólica cuando sintonizó una radio que estaba pasando la canción "Solamente una vez".

No tenía idea de porqué ni quería averiguarlo tampoco. Frunció un poco la mirada, y simplemente dejó escapar un "joder". Hizo una leve sonrisa, seguida por un gesto muy parecido a un <puchero> que le caracterizaba.

La canción seguía sonando, cuando de repente vio al costado de la ruta un lugar que vendía trampolines.

Zulema se bajo del coche, contempló el lugar con varias personas yendo y viniendo, suspiró y decidió ser rápida.

Eligió la primera a la vista y pidió que sea entregada a cierta dirección. Claro que todo lo hizo sigilosamente, dando documentación completamente falsa.

Cuando llegó al trailer no dijo absolutamente respecto a dónde había estado.

Se cruzó con Macarena y simplemente le dijo "rubia" sosteniendo su mirada por varios segundos, como si estuviese a punto de decir algo.

-Zulema--la morocha corrió su mirada hacia el costado y se dirigió hacia afuera del trailer.

"Que hoy te toca cocinar" le dijo mientras se dirigía hacia la puerta.

Decidió irse a caminar alrededores. ¿Cómo iba a decirle que se estaba muriendo? ¿Cómo iba a decirle que ya no había planes, que ya no habría atracos ni placeres, que ya no habría un nosotras.

 Y es que no tenía ni puta idea de qué eran, pero sí que sabía que eran un dúo. De eso estaba segura.

Esto no era una separación ni un divorcio, era un final. Y no podría decírselo. No iba a hacerlo. Se lo iba a tragar hasta el último momento, porque nadie iba a verla frágil y mucho menos <mucho menos> la rubia.

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Pasaron un par de días cuando llegó la dichosa cama elástica que Zulema sólo quería que llegara cuanto antes, así podría distraerse de una puta vez.

Macarena la veía rara hacía días, la sentía distante incluso más de lo normal, y lo que más le llamaba la atención es que Zulema no soltaba ni un sólo de sus chistes tan característicos.

Zulema estaba en la cama elástica pensando en muchas cosas como siempre, y sabía que por momentos lo único que deseaba era cualquier tipo de distracción con tal de dejar de pensar.

Apuntaba con sus dedos hacía un avión que pasaba, simulando un disparo.

Vio que Macarena se acercaba a ella, y se le quedó mirando fijo. En ese momento su expresión era como la de un niño cuando le dan con qué jugar, ya que la rubia había aparecido para distraerla del tormento mental.

-¿Y eso? dijo Macarena acercándose hacia la cama elástica con una sonrisa en el rostro.

-Una cama elástica-

-¿Te pasa algo?

-Pues claro que me pasa algo — dijo Zulema- la vida que no para, por eso es tan entretenida. Por un momento clavó su en la rubia. Macarena hizo lo mismo.

Muy en el fondo Zulema. sabía que de algo se había perdido todo este tiempo. Hay algo < o mucho> que no habría sabido aprovechar, y cada vez se le hacía más consciente.

-A ti te pasa algo

Zulema se dio le vuelta y se recostó en la colchoneta.

-A ver, tu no te levantas un Lunes y te compras una cama elástica así porque sí- dijo Macarena- a mi no me engañas.

Zulema le seguía mirando.

-Zulema que te conozco — la morena miró hacia abajo, como si sintiera cierta culpa— te conozco como si estuviéramos casadas, y tuviésemos una hipoteca a medias fíjate.

Zulema soltó una leve risa.

-¿Qué pasa? ¿me lo vas a contar?

-Qué ...bueno.. — dijo la morocha dudosa —  que tenemos garantía de dos años por si la queremos devolver .

Macarena ya estaba harta de tantas vueltas. No había caso cuando se ponía así. "Pues vale, pero a tí te pasa algo"

La rubia se recostó al lado de Zulema en la colchoneta.

"Mola" — dijo Macarena. Zulema se rió una vez más.

A veces las cosas que decía Macarena le podían parecer una gilipollez, pero ese día cualquier cosa que dijera le agradaba, hasta le parecía gracioso.

Sentía que no volvería a escuchar esos intercambios, que todo eso que sentía tan ordinario y rutinario de repente se le escapaba de las manos. Que ya no lo vería.

Se quedaron un largo rato sin decir nada, recostadas en la cama elástica. No eran de intercambiar palabras porque sí, y estaban acostumbradas a los silencios.

Cuando ya se habría empezado a oscurecer, Macarena le dijo

-Bueno, ¿entonces no me contarás qué te pasa?-

Zulema extendió su mano hacia la de Macarena y la miró.

 — Sabes qué pasa rubia — que la vida no para, y hay cosas de las que me estoy perdiendo.

Luego de decir eso la miró fijo, se paró y se dirigió al trailer sin decir más.

¿Y si me pones qué? (Vis a Vis el Oasis)Where stories live. Discover now