Garras y colmillos [Lukadrien]

Encontrando tu mirada tras una linda melodía

Era un día silencioso fuera de su propia revoltosa mente, la que ahora mismo divagaba en la forma que tenía su mano derecha, recordando la sensación que Chat dejó en ella cuando lo silencio en aquel ascensor, de un suspiro Luca levantó su mirada al cielo de ese día, le gustaba mucho caminar a la universidad a orillas del río llevando su guitarra allí donde fuera pero con sus pensamientos en calma si tuviera la oportunidad de elegir, no como lo estaban en ese mismo momento.

Tenía la impresión de que todo iba a empeorar más como nuevo ayudante de Ladybug.

Llegó a la universidad mucho más temprano de lo usual, por lo que se fue a sentar a un banco rodeado de pasto y árboles en donde solían descansar los estudiantes en épocas cálidas, hoy no era uno de esos días, casi de forma inconsciente desenfundó su guitarra, sus manos ya estaban entrenadas para buscarla cariñosamente apenas tenían la oportunidad.

Se sorprendió a sí mismo observando nuevamente su propia mano después de eso, llevo las sensaciones que esta le evocaban a danzar sobre los trastes y cuerdas de su guitarra, cerró sus ojos, inhaló profundamente y dejo que las emociones salieran en lo que resultó en una cálida melodía, no supo distinguir cuando el sonido poco a poco comenzaba a volverse un poco torcido y lamentable, se había acordado de Ladybug, detuvo su mano al instante, dejó caer su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, cuando los abrió vio parte de una cabellera rubia, esto lo descoloco, alguien había estado silenciosamente tras suya todo este tiempo.

− Hola Luka… −  Adrien le miraba con una cariñosa sonrisa a la que sus cansados ojos no la correspondía, estaba sentado con la espalda apoyada contra un árbol a un par de metros tras de Luka quien aún le miraba sorprendido.

− Adrien... lo siento no te había visto

− No te preocupes, tenía ganas de tomar un poco de aire fresco y la agradable melodía que tocabas me sedujo a sentarme cerca de ti, no quise interrumpirte pero no te detengas por mí, soy tan tranquilo e inofensivo como el árbol de aquí hoy − Dijo este con una pequeña expresión divertida en sus ojos

Adrien se veía distinto a como lo recordaba y sonaba distinto también, su voz era relajada y sincera, muy diferente a la animada y actuada voz que recordaba “El siempre ha sido amable pero siempre sentí que no era sincero con sus palabras, ahora está frente a mí hablándome como si este encuentro fuera algo casual entre nosotros” pensó Luka, notó que la pubertad lo había tratado muy bien, estaba más alto y sus rasgos aunque aún parecían angelicales eran mucho más varoniles, sin duda había pasado mucho tiempo, ¿dos? ¿tres años?, Luka le devolvió la sonrisa inconscientemente

−  No esperaba encontrarte por aquí, te ves echo una mierda −  Le respondió Luka con simpatía

− He tenido un mal dormir, digamos que no han sido mis mejores días

− ¿Quieres ir a por un café? − Pregunto Luka antes siquiera darse cuenta

Adrien inhaló profundamente el aroma del café cuando cruzaron las puertas de la cafetería, era delicioso, sus ojos brillaban al encontrarse con los bocadillos del mostrador mientras hacían la fila para hacer los pedidos, pasteles, muffins, donas y… croissants, Luka no pudo evitar sonreír ante la evidente mirada del rubio, al parecer había dado en el clavo al invitarle.

− Veo que te gustan mucho los bocadillos dulces − Comentó Luka una vez ya en la mesa, Adrien había pedido una cosa de cada una, era increíble

− Usualmente no me permitiría comer tantos pero reconozco que fuí débil a la tentación y no he comido nada desde ayer temprano − Reconoció este con una sonrisa