Cap. 4|| El Despertar

125 4 0
                                    

Me despierto poco a poco, y tras bostezar veo que no estoy en la habitación, sino que estoy en el sofá.

Cuando intento girarme, un brazo que está rodeando mi cintura me lo impide. Al notar eso me levanto de ahí con rapidez y cuidado de no despertar a esa persona. Y como si mi cerebro quisiese aclarar algunos puntos de la noche, varios flashbacks llegan a mi mente.

Anoche:
-Bonita melodía, leona.

Suelto un gritito y me giro para ver quien ha hablado, me relajo un poco al ver quien es.

- ¿Te gusta entonces, Right?

Sonríe al ver que no me muestro a la defensiva y que quiero hablar con él.

- Si, me gusta. Lo que no comprendo es que haces aquí a estas horas.

- Oh, eso... No podía dormir. Demasiada emoción.

- Ya veo. Si quieres me quedo contigo, para que no estés sola y... y eso.

- Claro, ven, siéntate. - hace lo que digo y sonríe. - Oye... ¿Tu eres de Barcelona, no?

- Si, y tu eres gaditana.

Iba a preguntar que como lo sabía, pero recuerdo la noche del bar y retengo la pregunta para disparar otra.

- ¿Y que hacías hace unos meses en Cádiz?

- Era principio de verano, mi familia y yo siempre vamos a Córdoba y bueno, tengo amigos de Cádiz, me invitaron unos días a ir para allá.

Asiento y me siento satisfecha con la respuesta.

Por la mañana:

Y tras esa conversación llegaron las cosquillas, las risas, los "pareces una locuela" y mis "exagerao".

Lo que no recuerdo es en que punto de la noche nos tumbamos y nos quedamos dormidos.

Mi cerebro parece querer hacerme recordar todo.

Anoche:

Carlos empieza a hacerme cosquillas de nuevo, y yo vuelvo a reírme a carcajadas sin ser para nada discreta.

- Calla, chillona, así pareces una locuela.

- ¡Exagerao! ¡Ni que gritase tanto! - consigo decir entre risas.

Estuvimos así un buen rato, no se en que punto del ataque de cosquillas acabe tumbada en el sofá y él a mi lado. Ambos mirándonos.

- Eres muy guay.

No quería decirlo, realmente era un simple pensamiento, pero mi cerebro me la ha jugado.

Espero la reacción de Carlos, temiendo que ahora quiera alejarse de mi. Pero hace lo contrario, sonríe y me mira a la cara.

- Tu también, locuela, tu también.

Me revuelve un poco el pelo y a causa de ello suelto un bostezo.

- ¿Vamos a la habitación? - niego con la cabeza y él, vuelve a preguntar. - ¿Entonces?

- Quiero... - suelto otro bostezo - quedarme aquí un rato, tu puedes irte si quieres.

- No, me quedo.

Ambos sonreímos y yo me giro, quedando  de espaldas a él. Carlos se pega más a mi y rodea su brazo en mi cintura. Acerca su cabeza a la mía, hasta que puedo notar su aliento en mi nuca.

- Buenas noches, leona.

Por la mañana:

Dios. Se me ha puesto la piel de gallina al recordarlo. Me siento un poco alejada de él, y miro la hora, las nueve menos cuarto, quedará poco para que se despierten.

Decido despertar a Carlos para que no le pregunten cuando salgan por qué estaba ahí dormido.

- Gracias, Juls. Pero harán preguntas, sobretodo si tu también estás levantada.

Cierto.

- Mmmm... Métete en la ducha, di que has madrugado y fuiste a ducharte. Y yo iré a vestirme como si me acabase de despertar.

- Vale.

Me giro para ir al armario, pero su voz me frena.

- Julia.

Hago un sonido con la boca para que me lo diga.

- ¿Estamos bien? Quiero decir... Anoche cuando te giraste y yo me acerque y te di las buenas noches... No contestaste... Y bueno...

Le freno.

- Esta todo bien, Carlos. Simplemente se me pasaría.

Le doy una sonrisa sincera y me voy al armario rápidamente.

💜

Demasiado Tarde // Julright 🌸Where stories live. Discover now