II

2 1 0
                                    


¡Hola! 

Sé que tardé mucho desde la actualización anterior, sin embargo, espero que les guste el capítulo y me dejen algunos comentarios de lo que les haya gustado :)

Sin más ¡La historia!


:::::::

Una semana transcurrió antes de que Darién tuviera que tomar custodia del lugar, pudo despedirse de Arianne, quien al menos no se había tomado las cosas tan mal como su madre, al menos ella no lo estaba dando por muerto en ese mismo momento. "Que tengas buenas vacaciones" le había dicho en broma antes de un abrazo, mismo que aprovecho para susurrarle "Ojalá nos veamos de nuevo antes de que te vayas". No lo entendía, él ya se estaba marchando. Cuando se separó de ella no pudo evitar sentir un nudo en la garganta al verla tan apagada, con lágrimas amenazando con derramarse en cualquier momento, una despedida aún más triste que la que tuvieron 4 años atrás cuando se marchó a la universidad.

- Tengo algo para ti – dijo ella con la voz algo entrecortada – espérame aquí un momento – pidió antes de salir corriendo escaleras arriba, dejándolo solo con su madre.

En ningún momento de su vida espero pasar por un momento tan tenso como aquel, esperaba que ella pensara nuevamente en sus palabras, que lo apoyara, o que mínimo se despidiera de él antes de que se marchara, pero eso nunca pasó, los apresurados pasos de Arianne se escucharon a la distancia, el tiempo para que su madre se despidiera de él acabó y ella en ningún momento hizo el intento de despedirse, lastimándolo en el proceso. Arianne apareció con una pequeña bolsa de regalo entre sus manos y se la entregó.

- Solo... no la abras ahora, hazlo más tarde y prométeme que te cuidarás y que me escribirás, Dar, prométeme que estarás bien hermano – pidió la joven, dejando por fin salir sus lágrimas.

Como odiaba las despedidas. La abrazó, presa del momento dejándola llorar tanto como quisiera, tanto como él mismo sentía querer hacerlo, por despedirse de su pequeña hermana y por no haber podido hacer las paces con su madre, total, su bisabuela ya no estaba más, ya había muerto y no debía haber motivo para que su madre siguiera así, pero al parecer el orgullo y el miedo podían más que ella, más que el amor que decía tenerle.

El sonido del claxon de un auto los hizo separarse pues al parecer el taxi que había pedido ya había llegado y con él llegó el momento de irse, soltó a Arianne, y con cuidado le quitó las lágrimas que surcaban su cara, dejándola con la promesa de mantenerse en contacto y volver.

Subió sus maletas en la cajuela del vehículo que lo llevaría al aeropuerto.

El viaje fue mucho más largo y cansado de lo que alguna vez imaginó. No había un transporte directo a Isla Espejismo. Tuvo que tomar un vuelo a la otra punta del país, pero las cosas no fueron tan tranquilas como se suponía, se encontraba en el asiento central, a su lado izquierdo, pegado a la ventana, tenía como compañero a un hombre ya algo avanzado de edad y a su derecha una joven madre con un bebé de meses muy inquieto. Decidió que ya era tiempo de abrir el regalo de Arianne, curioso y expectante sacó la pequeña bolsa de su mochila al tiempo que un sobre verde salía de su mochila, como pudo, se levantó de su asiento tratando de no incomodar a sus compañeros de vuelo.

- ¿Pero qué rayos? – dijo mientras tomaba entre sus el pequeño sobre.

De pronto, un gran rayo de luz lo dejó sin poder ver, perdiendo el equilibrio, el avión se movió de forma brutal y el sonido de truenos hizo presencia, una tormenta eléctrica se había formado alrededor de ellos provocando turbulencias en el avión, los compartimentos de las maletas se abrieron y todo comenzó a salirse de sitio con violencia, por los parlantes se oía al capitán pidiendo a toda la tripulación mantener la calma y colocarse el cinturón de seguridad, dos sobrecargos llegaron en su ayuda al verlo en el piso del avión, sin poder levantarse al sentir como una cosa tras otra impactaba sobre su cuerpo, se sentía confundido, quizás por lo golpeado que estaba al ser impactado por tantas cosas, o quizás porque el avión se movía de una forma tan violenta, podría jurar que había escuchado rugidos a su alrededor, pero aquello era imposible, tenía que serlo.

El capitán anunció que tendrían que hacer un aterrizaje de emergencia, habían quedado atrapados en una tormenta eléctrica y no resistirían tanto tiempo en medio de todo ese caos meteorológico, con un aterrizaje forzado, los pilotos lograron descender en un descampado, dentro solo se oían los gritos y llantos de todas las pasajeros de la aeronave, tan asustados que algunos incluso se arrodillaron al llegar a tierra, mientras que otros se encontraban sumidos en crisis nerviosas, habían tenido que dormir en los hostales de un pueblo cercano en lo que la tormenta pasaba.

Aquella primera noche se dedicó a repasar temas de su carrera, pues no pensaba quedarse para siempre en el antiguo hogar de su bisabuela.

...

Corrió tan rápido como pudo, como si tratara de escapar de algo o de alguien.

Gritó, pero ni un sonido salió de su garganta, reseca y dolorida.

Lágrimas inundaban su rostro, la desesperación y adrenalina recorrían su cuerpo a mil por hora, y el esfuerzo le hacía doler todo el cuerpo.

Sentía que estaba corriendo en círculos, intentando escapar con todas sus fuerzas, pero... ¿de qué estaba escapando? No importaba saberlo ahora, solo necesitaba eso. Escapar.

Un fuerte golpe en su espalda le hizo caer de bruces sobre el suelo, levantó la mirada, intentando descubrir a su atacante, pero solo pudo vislumbrar unos brillantes ojos dorados. Voces riendo a su alrededor. Todo lo que lo rodeaba volviéndose negro en su camino a la inconciencia.

- Pronto, muy pronto te encontraré

...

Despertó de golpe, sintiendo como el sudor se escurría por su cuerpo y como hiperventilaba, aún presa del miedo, intentó moverse y reacomodarse, pero un gran dolor en su espalda le robó el poco aliento que tenía ¿pero qué demonios pasaba?, como pudo, se levantó y fue al baño, grande fue su sorpresa al darse cuenta de que una herida de, al menos, diez centímetros, recorría su espalda a la altura de su omóplato derecho... el mismo lugar donde le habían herido en aquella extraña pesadilla.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 22, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

No salgas en la oscuridadWhere stories live. Discover now