— Yo sé que no eres mudo. — dijo Fred lentamente, sus manos se movían con suavidad para que Freddy entendiera lo que quería decir, sólo para no tener que repetirlo —, Yo sé que puedes hablar, y que ni lo haces porque no te gusta no poder escuchar tu voz. Entonces...
Freddy le miraba con un poco de confusión, claro que se imaginaba lo que podría pedirle.
Y el tiempo se detuvo por un momento.
Analizó la situación, su cabeza le pedía que huyera a gritos, gritos que no podía escuchar.
— Entonces... — dijo Freddy con movimiento rápido de manos.
— Uhm. — Fred estaba indeciso y a pesar de ello no titubeo antes de pedirle —, Por favor, ¿podrías decirme algo? Tal vez debas carraspear un poco antes de hablar pero...
La mirada del castaño se perdió en una nada que sólo existía en la mirada de Fred. ¿Estaba dispuesto a hablar sólo para complacer un chico que no lo amaba?
Tomó aire y presionó los labios.
