Cap 8: Si tan solo me lo permitiera..

497 43 12
                                    

Continuamos...


Narra Adrien:

Después de que ella se marchó y me tranquilicé, me encaminé a piso para encontrarme con el doctor Couffaine. Lo encontré revisando uno de sus pacientes quien dormía profundamente.

Adrien: doctor Couffaine –lo llamé cuando llegué a su lado

Couffaine: ¿ya quedó todo listo? –me preguntó en cuanto me vio llegar

Adrien: si.. –respondí- ya quedó todo para la ceremonia

Couffaine: bien.. –dijo mientras cambiaba la hoja- y con su novia, ¿cómo le fue?

Adrien: ¿qué?

Me sorprendí. ¿Dijo.. novia?

¡¡¡AAAAHHHHH!!! ¡ÉL CREE QUE ELLA ES MI NOVIA! ¡¡¡AAAAHHHH!!! ¡¡POR FAVOR!!

Me sonrojé violentamente y me puse todo nervioso, ojalá alguien allá arriba lo escuchara e hiciera realidad eso, ¡que ella fuera mi novia!

Carraspee antes de hablar.

Adrien: eh.. no.. ella no es mi novia.. –respondí lo más sereno que pude, pero con la cara roja como tomate

Couffaine: ¿de verdad?

Preguntó mirándome por un par de segundos incrédulo, luego volvió la vista al informe.

Couffaine: bueno, creí ver otra cosa.. –dijo tranquilo- claramente creí ver una pareja, peleada si, pero enamorada.

Mi corazón se volvió a acelerar al escuchar a mi mentor decir esas clase de disparates, eso no podía ser cierto..

Adrien: eh.. no, de verdad.. –respondí- ni siquiera sé su nombre..

Bajé la mirada con tristeza. Esa realidad me lastimaba. Pero era la cruda realidad.

Couffaine: ¿qué no sabe su nombre? –repitió mientras me volvía a mirar- ¿qué no va todos los días a "Café Café"? –preguntó- ella trabaja ahí

Adrien: ehh.. si.. –dije incómodo mientras rascaba mi nuca- pero no hemos hablado de eso.. –dije y desvié la mirada

Couffaine: cierto, ya recordé.. –pronunció

Adrien: ¿eh? ¿qué? –estaba confundido

El cerró el informe y lo colocó bajo el brazo, luego cruzó uno de sus brazos y el otro lo llevó a su mentón, pensativo.

Couffaine: el otro día fui a comer con mi esposa a "Café Café" –dijo pensativo- y escuché a esa mesara hablar con Alya.. –dijo- ella gritó que estaba cansada de "Adrien, Adrien, Adrien" porque siempre que llegaba, su compañera la molestaba

Adrien: ¿qué..? –solté

Estaba tan... ¿confundido?

Couffaine: luego de gritar un par de cosas sobre ya no hablar de ese "desconocido" –continuó- salió del café..

Oh, Dios, no.. ¿no me digas qué...?

Couffaine: y temo decirle –me miró- que fui testigo de cuando ella lo rechazó

¡¡¡NOOOOO!!! ¡¡¿¿POR QUÉ??!! La persona que más admiro en el mundo fue testigo de mi humillante rechazo. Que vergüenza..

Adrien: ah.. bueno eso... -tartamudeé

No sabía que responder. Me estaba muriendo de la vergüenza, ¿por qué él tenía que estar ahí justo en ese momento? Ya me deprimí.

Couffaine: sé que en ese momento lo rechazó –continuó- pero pensé que ya habían arreglado las cosas, porque todas las tardes la he visto muy al pendiente de su llegada al lugar –cabeceó ligeramente- aunque bueno, hablo como si fuera todos los días a ese lugar, solo fueron un par de veces –añadió

MeseraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora