Una Historia de Mil Estrellas (A Tale of Thousand Stars)

Prólogo.

Si cientos y miles de oraciones flotan junto a las estrellas

...se harán realidad algún día

Solo pido estar con él...

Para siempre

El ruido provino del motor de un Maserati GranTurismo Sedan negro aparcado frente a la entrada del salón de la gran mansión, junto a las escaleras de mármol. Incluso cuando ya es media noche, el lujoso salón, decorado con valiosas antigüedades que indican el estatus del dueño, todavía brilla por la suave luz proveniente de la araña de cristal en el techo. El estudiante de escuela, cuyo cuerpo desprendía el olor a alcohol y humo de cigarrillo, detuvo sus pasos, observando a su madre, quien estaba sentada en un clásico sofá, hermosamente tejido en oro. Lalita Sophadisakul, la esposa del actual subcomandante en jefe del ejército, observó a su hijo menor, cuya edad distaba bastante de la de sus hermanos mayores. Lucia cansado, tanto física como mentalmente.

'Tian', un nombre de la suerte y que significa "hombre intelectual", aunque el estado actual de este adolescente en sus veintes parecía más como un costoso artículo que ha sido desperdiciado. Moderno cabello largo color rojo oscuro que le llega hasta el cuello junto con una dulce y relajada expresión en su rostro, además de la piel lisa y blanca heredada de su madre.

Si, su piel era blanca... blanca en una forma pálida como una persona enferma.

– ¿Por qué sigues despierta? – su ronca voz causada por el alcohol que bebió.

– Porque estoy esperándote. ¿Por qué llegas tan tarde, cariño? –la madre, quien ahora tiene cincuenta años, todavía luce elegante incluso cuando usa una larga bata de dormir. Se puso de pie, acercándose a su hijo menor y observando al, cada vez más enfermo, niño que hacía a su corazón ansioso de preocupación.

Las cejas gruesas de Tian hacían que su mirada luciera fría, sus labios temblaron ligeramente y expresaron una sonrisa amarga.

– Así que, ¿no estas durmiendo solo porque estas preocupada de que yo llegue tarde a casa? Mamá, no tienes que actuar como si no pudieras dormir por estar esperándome. Ve a dormir, yo también estoy cansado –Tian no estaba siendo irónico, decía la verdad. Una vida cubierta por un caparazón exterior perfecto que todos admiraban, pero, en realidad, solo había un gran hoyo negro en el interior.

El general Theerayut y Khun Lalita, filántropos que asistían diariamente a eventos de caridad; el hijo mayor, un oficial militar, que siguió los pasos de su padre y recibió una beca para continuar sus estudios militares en el exterior, viajando con su esposa; su segunda hija se convirtió en una famosa joven de alto prestigio que se ha casado y divorciado con no menos de tres personas, sin embargo, ella ha conservado su estatus en la sociedad.

Entonces, ¿qué hay de Tian? El hijo menor, allí solo hay habilidades inútiles. Tian intento estudiar duro y graduarse de una universidad importante en el país, solo para que sus padres pudieran estar orgullosos.

Después de todo, ¿qué obtuvo a cambio? Tian apretó sus puños, se sintió incomodo, su pecho dolió como si docenas de piedras lo golpearan. El chico tomo una profunda respiración para aliviar el dolor que empeoraba día tras día. Tian, el alto y delgado hombre que no se preocupaba por su madre, quien estaba a punto de llorar por las hirientes palabras de su hijo, se sentía como si un cuchillo afilado atravesara su corazón mientras intentaba llegar a su habitación para descansar.

Los ojos rojos de Lalita observaron la espalda del chico. De un energético y alegre niño, en un solo instante con solo dos años, el chico se convirtió en esto. Después de recibir las "malas noticias" Tian comenzó a ser frívolo e insensible a absolutamente todo en el mundo. Es mucho más de lo que una madre puede soportar...

– ¿Por qué tienes que herirte a ti mismo de esta manera, Tian? –la mujer tomo la delgada mano de Tian para encararlo, aquella delgada mano donde solo quedaba piel y huesos. Tian inmediatamente se volvió, su rostro tornándose pálido, frunciendo el ceño como si todo el mundo estuviera al punto del colapso.

– Entonces, ¿Qué quieres que haga? ¿sonreír como si no pasara nada? No soy un tonto, yo sé muy bien que voy a morir, ¡Mi corazón finalmente estará en paz!

– ¿Quien dice que vas a morir? ¡Te vamos a curar, cariño! Confía en mamá –su suave voz flaqueo ligeramente. Ella sabe que está mintiendo, no hay garantía de que esta "enfermedad" será fácilmente curada, incluso los doctores más talentosos y experimentados no están seguros de que hacer para tratarlo.

Y esa es la verdad... Tian Sophadisakul, un estudiante de la Facultad de Ingeniería, quien nació en una cuna de oro, quien debería tener un brillante futuro por delante, ahora mismo solo espera "la muerte".

Echando un vistazo al pasado, específicamente al segundo semestre de su primer año, los amigos de Tian lo invitaron a jugar un partido de futbol para pasar el rato y liberar el estrés después de que los exámenes semestrales terminaron. Fue allí cuando comenzó a notar algo extraño en su cuerpo, de repente se sintió cansado, sudor frio caía por su rostro, le costaba respirar, su corazón latía muy rápido, fuertes dolores en su pecho como si tuviera algo atrapado en el interior y finalmente Tian había perdido completamente la conciencia. Nadie habría sabido que ese incidente causaría que Tian atravesara el peor y más doloroso momento de su vida.

Tu "musculo cardiaco" se ha "inflamado". La razón para esto es que el virus miocarditis que infectó a Tian desde que era un niño, también causo que la membrana exterior de su corazón no fuera lo suficientemente gruesa para bombear sangre y alimentar su cuerpo. La situación solo empeorara si no se realiza la cirugía. Una cirugía de trasplante de corazón...pero, la oportunidad de encontrar de un donante y conseguir que ese tejido que sea compatible con el tejido de su corazón es incluso más difícil que morir y reencarnar.

Más de dos años han pasado, sepultando sus esperanzas. Sus padres incluso usaron el poder del dinero para poner su nombre en la lista de espera, pero la energía de vida del chico de dieciocho años cambió, creciendo en un joven que irradiaba odio hacia este injusto mundo. Tian empezó a vivir de una forma más descuidad que antes, él bebe hasta emborracharse, molesta a las chicas, causa problemas en todas partes e incluso ha sido criticado por ser una persona obscena, riendo como si estuviera muy satisfecho antes sus propias acciones.

¡Cuando él no es feliz, nadie puede ser feliz!

Ojos agudos que solian ser alegres se volvieron al decir

– ¡Mamá, no me molestes más! –Se volvió para escapar, pero el agarre de su madre era tan fuerte que su cuerpo regordete dentro de ese pijama perdió el equilibrio y cayo por las escaleras. La señora Lalita abrazo su tobillo dislocado y lloró de dolor. Tan pronto como vio a su madre varios escalones abajo, Tian inmediatamente corrió hacia ella– ¡Mamá! ¡mamá! ¿estás bien?

Sentimientos de culpa lo embargaron y su débil corazón comenzó a latir muy rápido, arriesgando su estado ante un posible ataque cardiaco severo y afectando otros nervios en su organismo. El señor Teerayut se despertó por el ruido fuera de su habitación y se apresuró para ver qué pasaba a la mitad de la noche cuando pudo observar la escena, su hijo menor en el suelo abrazando a su madre y llamando por ayuda.

– ¡Papá, ayúdame! ¡Mamá cayó por las escaleras y se hirió la pierna! –Tian gritó a su padre por ayuda, quien parecía una estatua en lo alto de las escaleras debido al shock. Si había algo más que haría al actual oficial más estupefacto que la imagen de su esposa cayendo por las escaleras, sería el rostro de su hijo, su piel ya no tan blanca y lisa, sino comenzando a ponerse pálida, sus manos rígidas y apretadas a los brazos de su madre, tratando tan fuerte de resistir el dolor, que no podía llorar para pedir ayuda. El señor Teerayut no espero más e inmediatamente llamo una ambulancia.

Lalita se movió para abrazar a su bebé porque su delgado cuerpo delgado cuerpo de repente colapso, rompiendo el corazón de su madre. Tian lentamente cerro los ojos, incluso cuando su rostro aun mostraba una expresión de dolor a causa de la intensa tortura anteriormente sufrida; su larga y rígida mano fuertemente apretada en el lado izquierdo de su pecho. La ultima oración que pronuncio fue un susurro cerca al oído de su madre.

– ... adiós mamá