Muéstrate (TERMINADO)

Escalofríos

Sin embargo, ese maldito mago ahora estaba ahí, frente a la puerta de mi habitación del hotel en el que me hospedé en lo que conseguía mi vuelo para volver a la montaña Kukuru, con una amigable sonrisa en su rostro pidiendo pasar a mi recámara para hablar conmigo. En fin... No me convenía tener a Hisoka de enemigo.

- Pasa- le indiqué con un ademán de mi brazo. 

Entró mirando curioso la amplia habitación, que en realidad parecía más un departamento. Paredes en color crema, cuadros del realismo, cortinas blancas, una sala de estar de color beige y una televisión en el recibidor, fué lo que sus ojos alcanzaron a percibir antes de voltear al pasillo que conectaba con la recámara, en donde se encontraba una enorme cama con sábanas blancas acolchonadas y dos grandes almohadas como para una pareja. 

No podía negar que era extraño que alguien estuviera en mi habitación, nunca había experimentado algo así, me encontraba nervioso pero no lo demostraba, pero ¿Por qué estaba nervioso? No sentía intenciones asesinas de parte de Hisoka, entonces, ¿por qué? 

- Illumi, vine a dejarte claro que no quiero que toques a Gon.

Ahí estaba otra vez ese maldito mocoso.

- Ya te dije que no lo haré, no me voy a enemistar contigo por una insignificancia como esa.

- Ohhh... Eso quiere decir que valoras nuestra amistad más de lo que pensaba, no creí ser tan importante para ti, Illumi - soltó esa frase mientras se acercaba de frente a mí, en medio de la sala de estar.

- No es que sea importante para mí, simplemente no me gustaría tenerte como enemigo - le dije, mientras caminaba hacia la recámara, todavía tenía que empacar mis cosas para tomar el vuelo, no tenía tiempo que perder en discusiones con él. Hisoka me siguió a la habitación. 

- ¿A dónde irás ahora? - Me preguntó cuándo vio que empecé a sacar las maletas del armario y comencé a empacar mi ropa con la maleta sobre la cama.

- Regresaré a casa, mi padre me necesita para una misión.

- ¿No tienes descanso cierto? - me cuestionó mientras hacía una mueca de aburrimiento y miraba con desgano mi armario - creo que yo iré a la torre del cielo - prosigió - tal vez ahí consiga pelear con algunos oponentes fuertes - continuó diciendo mientras sonreía y se lamía los labios mirando hacia arriba, gesticulando una extraña expresión de excitación en su rostro - pero antes de eso, me gustaría relajarme un poco con un amigo - volvió a fijar sus dorados ojos en mí - por eso vine a verte - sonrió - Illumi, tú me resultas demasiado interesante, eres alguien fuerte, que no muestra sus sentimientos bajo ninguna circunstancia y desde que te conocí quiero ver qué tus emociones se reflejen en tu cara - me dijo, mientras se acercaba a mi rostro y me tomaba de la mejilla con su mano derecha. 

Nos miramos a los ojos, y pude sentir un escalofrío recorriendo mi espalda, ¿en verdad mi cuerpo estaba tan alerta con Hisoka que hasta me producía escalofríos?, era una sensación muy extraña, no era miedo como tal, pero me sentía intranquilo y nervioso con él.

- No mostrar mis emociones es parte de mi entrenamiento, un asesino debe estar entrenado para no dejar ver sus verdaderas intenciones, así que...- mi explicación se vio interrumpida por los labios de Hisoka presionado los míos, mientras me tomaba de la cabeza para empujar con más fuerza su agarre. Abrí los ojos de par en par y solo pude ver los afilados ojos de Hisoka mirándome fijamente mientras movía su lengua dentro de mi boca. 

Me tomó unos segundos salir del asombro e intentar alejarlo de mí, hasta que lo conseguí, aunque no por mucho tiempo.