Saint Sup es un amable y enérgico chico a quien sus hermanos han criado dentro de una burbuja donde el caos relacionado a los negocios turbios de su familia no puedan tocarlo. Zee Pruk ha sido asignado para proteger al último heredero del Clan Sup...
Esa tarde una vez más Saint Sup no dejaba de molestar a sus únicos compañeros de juegos en esa enorme mansión, para nadie era raro ver aquel chico de 22 años de cabellos castaños y mejillas regordetas molestar a sus guardaespaldas con peticiones absurdas o retos vergonzosos. Todos en esa casa estaban acostumbrados a los golpes de energía del heredero más pequeño del terrible clan MingEr.
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Saint Sup
El clan MingEr era una de las más viejas familia dedicadas a la clonación de tarjetas, la falsificación, venta y distribución de todo tipo de producto, blanqueo de capitales, casa de apuestas, robos, estafas, corrupción política/policiaca, narcotrafico y usurera, después de la muerte del anterior líder el clan dejo los negocios relacionados a la trata de personas, secuestro y prostitución ya que buscaban volver a un viejo código. Sus territorio estaba comprendido entre Tailandia y Hong Kong, era sumamente respetado y temido pero en los últimos años algunas nuevas organizaciones atentaban contra su poder debido a que creer que los nuevos líderes son demasiado jóvenes y blandos.
—Anda Poppy vuelve a ser mi instructor. —Gimoteaba un castaño mientras interrumpe la rutina de ejercicio de su guardaespaldas.
—No, esa siempre será mi respuesta ya que tienes cero disciplina. — Le reprendió mientras se disponía a sentarse en uno de los aparatos de ejercicio. — ¿A dónde vas tan elegante? No tengo nada registrado en tu agenda.
Saint emitió una sonrisa mientras daba una vuelta para presumir su outfit el cual consiste de una camisa rosada con una rayas blancas y un pantalón de vestir negro, unos elegante zapatos y presumía una cadena en su pecho.
—Mi hermano Max me ha marcado y viene a visitarme. —Comentó irradiando alegría por cada uno de sus poros fue entonces que Poppy dejo la barra para erguirse y levantar la ceja con cierto aire de intriga. —Quiero darle una buena impresión.
El guardaespaldas se puso de pie mirando fijamente al chico al que llevaba protegiendo cinco años, cuando lo asignaron a como líder de su escolta personal se sintió defraudado porque era uno de los mejores pistoleros, llevaba el mismo tiempo que el resto de sus amigos en la organización y era el número uno en enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Ser la "niñera" del pequeño SupSup no le pareció correcto pero conforme pasaron los años entendió que ese revoltoso niño se convertirá en el definitivo líder del Clan. Sus habilidades de negocio era asombrosas.
—No creo se presente la persona que quieres impresionar.— Dijo tomando una toalla y comenzando a caminar detrás del castaño.
Saint hizo un puchero y comenzó andar rápidamente hacia la sala, esa persona a quien quería impresionar no era especial o algo por el estilo simplemente que extrañaba molestarlo, habían pasado cuatro meses desde su último encuentro, simplemente ese P' se volvió su propia montaña rusa de emociones, habían pasado 7 años desde que su padre lo presentó junto a Poppy, Mark y Joss. Cuatro chicos del norte de Tailandia que decidieron entrar a la mafia porque era la única manera de obtener dinero rápido y fácil, que inocentes eran porque trabajar como guardaespaldas en una organización que paga la traición con muerte no es trabajo "sencillo".
