3. Lirios

5K 662 310
                                    

Parado nuevamente frente al mostrador de la floristería, se preguntaba mentalmente qué estaba haciendo con su vida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Parado nuevamente frente al mostrador de la floristería, se preguntaba mentalmente qué estaba haciendo con su vida. Ya se había acostumbrado a los días monótonos, a las horas pesadas y aburrida e inclusive al auto rechazo que se tenía a sí mismo. Las flores que aparecían en su campo de visión desprendían todo tipo de olores dulces y colores vivos que no tenían significado. Arrugó el entrecejo aún más de lo habitual, le seguía pareciendo absurdo que algunas personas vinieran a comprarles ramos o coronas a sus seres queridos.

Tan sólo son unas plantas que tarde o temprano se acabarán marchitando, ¿para qué perder el tiempo cuidándolas?

Gruñó, a veces preferiría no pensar en nada en vez de darle tantas vueltas a la cabeza. Bufó a medida que apoyaba los codos y parte de su peso corporal sobre la repisa, estaba agotado de hacer tantas horas en esa jodida tienda y estaba seguro de que tanta flora a su alrededor le había acabado atontando.
Apenas eran las seis de la tarde y ya tenía ganas de tirarse sobre la cama, hábito que lamentablemente adquiere siempre. Las marcadas bolsas en sus ojos le impedían mirar más allá de lo que tenía en frente, por lo qué a penas se dió cuenta de que un pelirrojo y otro rubio habían entrado por la puerta.

— ¡Hey, Bakugo! — Kirishima fué el primero en hablar, mostrando su singular y simpática sonrisa — ¿Cómo estás?

— Cómo la mierda, ¿acaso no le estas viendo? — Kaminari, quién le seguía por detrás con cierto tono neutro pero calmado, también se presentó.

— Qué poca delicadeza tienes, en serio.  — molesto por el comentario de su amigo y temeroso por la reacción de Katsuki, Eijiro le dió un codazo a Denki.

Pero lejos de gritar o ponerse hecho una furia, Bakugo solamente rodó los ojos.

— ¿Qué demonios queréis? — espetó vagamente con un timbre ronco y pesado, como si estuviera arrastrando sus palabras con pereza.

— Pues, ah... — el de dientes puntiagudos se río, se notaba de lejos que era una maniobra para evitar que se notaran sus nervios — Necesito un ramo de flores, por favor.

Ante esto, el rubio ceniza no pudo evitar mirar a su amigo con curiosidad a medida que alzaba una ceja.

— ¿Necesitas un jodido ramo de flores? — pronunció para sí mismo, como si estuviera tratando de asimilar las palabras de Kirishima en vez de hacerle una interrogante — ¿Para qué?

Al notar el desconcierto de Katsuki y el nerviosismo de Eijiro, Denki dejó de lado la partida de Candy Crush con la que se estaba entreteniendo y chsqueó la lengua a media que se ponía en medio para intentar ponerlos en situación. El rubio eléctrico comprendía que para Bakugo era estresante ver como poco a poco sus antiguos compañeros del instituto comenzaban a hacer más vida social, a tener parejas e incluso a casarse. Kirishima y Kaminari estaban al tanto de Bakugo apenas había salido con alguien en su vida debido a su estado emocional, por lo que eran los únicos que le conocían a la perfección.

Flores de tinta - [Katsuki Bakugo X Lectora]Where stories live. Discover now