✿ Parte 1.

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Wang Yibo y Xiao Zhan se llevaban muy mal, prácticamente se odiaban y eso toda la escuela lo sabía muy bien, no había día de la semana que se salvara de las peleas que tenían estos dos, y eso era tanto divertido para algunos como molesto para otros.

¿Cómo fué que ambos chicos habían comenzado a odiarse?

Al principio todo comenzó por culpa de Xiao Zhan y su torpe bocota, porque nunca había tenido malas intenciones.

Wang Yibo se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria junto a su amigo Hao Xuan, estaba sumergido en la lectura de su libro favorito mientras que el otro se encontraba bebiendo una botella de Coca-Cola que había comprado en la cafetería, justo de donde volvían y ahora se dirigían hacia su salón de clases ya que el receso estaba a punto de terminar.

Xiao Zhan estaba en el pasillo junto a sus amigos charlando y bromeando entre ellos, justo cuando había molestado a Zhuo Cheng y quiso escapar del golpe que recibiría de parte de este sintió como chocaba con algo, o alguien.

– ¡Mierda! Yibo lo siento, no fue mi culpa lo juro.– Se disculpaba Hao Xuan al ver como su bebida se había derramado por completo sobre el libro de su amigo y parte de su ropa.

Yibo había tardado unos segundos en procesar lo que había sucedido, parpadeó dos veces rogando mentalmente que todo eso sea un mal sueño y que su libro en realidad sigue intacto y sano.

Frunció el ceño y levantó la mirada hacia quien haya sido el culpable, sabía que no había sido su amigo, había sentido como este chocó junto a él y por eso su bebida terminó arruinando su libro, además Hao Xuan sabía sobre la importancia que tenía aquel objeto para él. Su vista se fijó en aquel grupo de chicos que se encontraban aguantando la risa, excepto por uno quien lo miraba con pena en sus ojos.

–Lo siento Wang, no quise arruinar tu libro.– El más alto rascaba su nuca apenado por el accidente y rogaba que el castaño no le exigiera un pago por sus prendas sucias ya que no tenía ni un centavo, intentó sonreír y hacer un pequeño chiste y así aligerar el ambiente. Que mal le salió.

–Lo bueno es que ahora podrás tirarlo y comprar uno nuevo, ya haz leído cientos de veces ese libro, te vendría bien probar leer otras cosas.

La sangre de Yibo comenzó a hervir cuando escuchó esas palabras ¿Tirar su libro? ni aunque le apuntaran con un arma lo haría. Sus ojos comenzaron a arderle y sus nudillos se estaban volviendo blanco de tanto apretar los puños.

–Eres un imbécil ¿Acaso no miras por dónde viene la gente?

–Oye no me insultes mocoso, ya te dije que lo sentía ¿qué más quieres?

–Vete a la mierda.

Wang Yibo se alejó de ahí siendo seguido por Hao Xuan que lo miraba preocupado, ambos se dirigieron hacia los baños y una vez allí el castaño dejó soltar sus lágrimas mezcladas de tristeza y enfado.

– Yibo en serio lo siento, sabes que yo nunca arruinaría a propósito el libro que tu madre te regaló.– Hao Xuan colocaba sus manos en los hombros de su amigo buscando consolarlo de alguna manera.

–Ya lo sé Hao, es solo que.. arruiné el libro que me entregó mi madre antes de morir.– La voz de Yibo salía muy baja y entrecortada debido al esfuerzo que estaba haciendo por dejar de llorar.–Yo sabía que no debía traerlo a la escuela, fuí un idiota al no saber cuidarlo.

Luego de un par de minutos en los que Yibo logró dejar de lamentarse y llorar, limpió sus lágrimas y lavó su rostro. Hao Xuan le prestó su chaqueta para que Yibo pueda quitarse la sudadera mojada y así no termine por enfermarse. Volvieron al salón donde Yibo hizo todo lo posible para no pensar en su preciado libro y prestar atención a la clase.

La segunda vez, fue por culpa de Wang Yibo.

Yibo se encontraba escapando del presidente del centro estudiantil en su patineta, sabía que estaba prohibido en traerlas al instituto pero eso le importó poco, ahora se encontraba riendo y mirando sobre su hombro cada tanto para asegurar si ya lo había dejado atrás o si el tonto presidente se había rendido con perseguirlo.

Por culpa de esto Yibo no logró ver que Xiao Zhan iba cruzando por el pasillo mientras cargaba un gran cuadro con una de sus obras recién terminadas que pensaba presentar en su proyecto de Artes, para cuando lo notó ya era muy tarde.

Yibo frenó rápidamente pero por la velocidad a la que venía tropezó con sus propios pies, terminó chocando con Xiao Zhan y ambos cayeron al suelo, para colmo en sus reflejos por no caer fuertemente contra el suelo colocó primero sus manos como soporte y en la caída lo último que oyeron fue como algo se desgarraba.

Xiao Zhan sintió como su corazón se detenía por un momento e ignorando el dolor que sentía en su espalda, giró sus ojos con horror hacia un lado solo para terminar viendo como su mejor y última obra había sido traspasada justo en medio por el brazo de Wang Yibo, ahogó un grito en su garganta y tomó rápidamente su cuadro en cuanto el castaño se levantó.

–Rayos.. eso dolió.– Dijo quejándose Yibo mientras masajeaba su muñeca por el dolor de caer sobre su propio peso, no había notado lo que pasó hasta que recibió un golpe en su brazo que hizo mirar con molestia y confusión al pelinegro.

–¡Eres un estúpido Wang Yibo! ¡Mira lo que haz hecho!– gritó Xiao Zhan con los ojos rojos por la ira que ahora cargaba, señaló su obra destruida y volvió a golpear el brazo del menor.– ¡Lo hiciste a propósito, lo sé!

– ¿Qué? ¡Claro que no! Solo choque contigo por accidente.

– Y yo nací ayer ¿piensas que voy a creerme eso? ¡Seguro todo esto es porque arruiné tu viejo y sucio libro! ¿Así pensabas vengarte? Solo eres un tonto niño inmaduro.

Yibo no soportó más ser acusado de algo que no fue su culpa y que su amado libro sea insultado de esa forma, se lanzó contra Zhan y ambos comenzaron a pelear en los suelos del pasillo. Cuando los demás estudiantes que se encontraban dentro de sus salones empezaron a escuchar los gritos se asomaron a ver lo que sucedía y rápidamente avisaron al profesor.

Ambos fueron difícilmente separados, Xiao Zhan tenía el labio partido y Wang Yibo traía su mejilla completamente morada, fueron llevados a dirección y ambos quedaron suspendidos 3 días.

Para cuándo ambos finalmente volvieron a sus clases como normalmente hacían, se encontraron haciendo de todo para volverle imposible la vida del otro.

"𝙻𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚎𝚕𝚎𝚊𝚗, 𝚜𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚗."「ʏɪᴢʜᴀɴ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora