Aquella Felicidad

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-LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco I: "Rosas"

Capítulo XVII: "Aquella Felicidad"

-¡Ya no puedo esperar más! – Exclamó Marie Antoinette a los presentes. - ¡Ya han pasado 3 años desde que me casé y hasta ahora no he ido a París! ¿Qué clase de tonta broma es esta? –

-Pero, su Alteza...París no ha sido muy seguro últimamente. – Respondió uno de los hombres, mirándola fijamente. – Aún no es buena época para visitarlo. –

-¡Me lo han estado posponiendo con excusas tontas como esa! – Replicó Marie, frustrada de la situación. - ¡Los ciudadanos de París también deben de estar esperando impacientes nuestra visita! –

-De todos modos, tenemos que convocar a una reunión y escuchar la opinión de la Familia Real. – Agregó otro de los presentes.

-¿Y si algo le sucediera a su Alteza? –

-¡Eso sería terrible! –

-Entiendo, ¡ya es suficiente! – Interrumpió Marie, llamando la atención de todos, girándose para salir de la habitación. – Es inútil hablar con ustedes, ¡se lo pediré directamente a su Majestad! – Exclamó, saliendo del lugar.

-Ministro de Seguridad, no hay por qué preocuparse por su resguardo. – Agregó el Duque d'Orleans, acercándose a ellos.

-¿Por qué lo dice? – Preguntó el Ministro, mirándolo con preocupación.

-Hay una caballería real que protege a los Príncipes. – Respondió el duque, llamando la atención de Oscar, quien se había mantenido en silencio. – La Guardia Imperial con Oscar François de Jarjayes como su Comandante, sin olvidar que en dicha guardia también se encuentra la pequeña hermana de la Princesa. – Agregó, mirando fijamente a Oscar.

-Concuerdo con lo que dice el Duque d'Orleans. – Apoyó el Conde de Saint Germain, parándose al lado del Duque.

-Es cierto ¿o no, Comandante Oscar? – Preguntó Phillipe, sin apartar su vista de la rubia.

Oscar se paró firme frente a él, con sus ojos clavados en el duque. – Así es, puesto que es mi deber. – Respondió con seguridad. – Protegeré a los Príncipes a la corona con mi vida. –

-Palacio de Versalles, 01 de junio de 1773-

Oscar, Fernanda y André se encontraban en Versalles, mirando por la ventana a las blancas palomas que volaban, esperando fuera de los aposentos del Rey a que Marie Antoinette saliera.

-¡Oscar! ¡Fernanda! – Exclamó Marie, entrando a la sala donde los tres la esperaban, llamando su atención. - ¡Ya fue aprobado! ¡Su Majestad nos ha dado permiso para ir, Oscar, Fernanda! – Los tres sonrieron ante la emoción del rostro de la princesa heredera, quien parecía una pequeña niña a la que se le hubiera dado un juguete nuevo. - ¡Finalmente podré ir a París! ¡No puedo esperar hasta la otra semana! – Agregó, caminando hacia la Comandante y su hermana. - ¡Anda, cuéntenme! ¿Es verdad que el Paseo de los Campos Elíseos está hecho de mármol? ¿Y es cierto que hay fantasmas en la torre de Nôtre Dame? –

-Princesa, la visita a París no es cosa de juego. – Respondió Oscar, viéndola fijamente.

-Eso ya lo sé, Oscar. – Agregó Marie, caminando hacia un espejo sobre la chimenea de la sala. - ¡Pero no puedo controlar la emoción que siento en mi corazón! –

-Su Alteza, esta es una ceremonia para quien será el futuro Rey y su esposa. – Dijo Oscar, caminando hacia Marie. – Para que ambos saluden de manera amistosa a los ciudadanos. –

Lady Oscar: New DreamsWhere stories live. Discover now