1- 𝑮𝒊𝒓𝒍𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 🥀

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Enterró sus uñas aún más de lo que ya estaban en la espalda del mayor, arqueandose y haciendo que sus cuerpos se unieran, como la fusión perfecta que hacían. Se dejó caer apenas su orgasmo terminó y el de su amante también.

—¿Tienes que irte mañana temprano? —Susurró, aferrándose al cuerpo de el rubio, el cual ya había salido de su interior y ahora estaba a su lado.

—Elizabeth comienza a sospechar, Timmy.

—Eso significa que... —Tragó saliva, intentando negarse a lo que desde un inicio sabría que llegaría, no lo quería aceptar, disfrutaba tanto de el presente de sus momentos juntos que se olvidaba por completo del futuro que les esperaba.

—Tenemos que parar. —Completó la frase, girandose a ver al pálido muchacho que ya reflejaba el dolor en sus llorosos ojos. —Sabes que nunca quise esto, pero...

—Tienes una familia, Armie, lo sé. —Se sentó, quitándose las lágrimas que comenzaban a salir sin permiso.

Abrazó una almohada, hundiendo su cabeza en esta, gritando desconsoladamente en aquella, las lágrimas estaban mojando de más aquel objeto entre sus brazos, gritaba su nombre, como si así fuera a invocarlo y de la nada aparecería junto a él "Armie, Armie, Armie..."
Recordar su última noche y en general momento juntos, le dolía, lo suficiente como para recordarlo todas las noches después de aquella, si tan solo hubiera pensado todo antes, antes de romper los papeles y convertirse en solamente ellos, en haberlo detenido aquella primera vez en el camerino propio, donde desacomodaron todo y de donde salió caminando raro. Era su culpa, no, era la de ambos, la de ambos por tener esa química que con nadie más podían sentirla, la de Armie por estar casado, la de Timothée por estar tremendamente enamorado de un hombre casado y con familia. La de ambos, la de ambos, la de ambos...
Sus sentimientos fueron interrumpidos abruptamente por un mensaje, guió su mirada a la pantalla que resplandecía en la oscuridad de la madrugada en su solitaria habitación.
"Estoy afuera"
¿Afuera?, se sobresaltó, no podía estar afuera de su casa, negó y casi de un salto se levantó, para después correr a la puerta, viendo ahí en el umbral a el hombre por el cual estaba llorando unos minutos antes, siendo perfectamente iluminado por la luz de la entrada de su casa, resplandecía como una preciosa figura celestial entre toda esa oscuridad, una que había venido a su rescate sin duda, sus ojos azules brillaban más de lo usual y su cabello rubio despeinado parecía si de una princesa de disney se tratase.
Nisiquiera se puso a pensar de cuantos minutos estuvo ahí, simplemente observandolo, como si se tratase de un sueño o una ilusión, minutos en los que ninguno de los dos dijo algo, pues sus corazones acelerados se escuchaban lo suficiente como para comunicarse el uno con el otro.
El más joven no pudo resistirse más y se lanzó a abrazarlo con fuerza, como las noches lo hacía con su almohada.

—Armie... —Susurró, hundiendo su nariz en el espacio entre la cabeza y el hombro de el mayor, donde perfectamente cabía la cabeza de el chico de cabello rizado. Extrañaba olerlo, drogarse con su olor a perfume y después con su olor natural que emitía cuando terminaban de hacer el amor.

—Timmy... —Suspiró, correspondiéndole el abrazo de la misma manera, claro sin aplicar tanta fuerza, sentía que lo rompería si lo abrazaba con toda la fuerza que tenía.

Sin pensarlo mucho y nisiquiera hablarlo, ya estaban cuerpo con cuerpo en el primer sillón que encontraron. No sabían cuanto había pasado, un año tal vez, tal vez más.
Sus cuerpos fundiendose como si de la propia cera de una vela encendida se tratase, el delgado cuerpo de Timothée temblando cada que una embestida lo atacaba y la ronca voz de Armie sonando en armoniosos gemidos que acompañaban los ruidos de pieles chocar y sin faltar los casi gritos necesitados de el contrario, se habían necesitado tanto, sus cuerpos recibieron perfectamente aquella falta de sentimiento contrario.

Deshazme y vuelveme a armar para ser completamente tuyo... —Susurró el delgado entre jadeos de cansancio después de la primer ronda. Sus sentidos parecieron activarse de nuevo con aquella frase, frase que se quedaría en la mente de Timothée por años, posiblemente de por vida, pues esa frase ocasionó que hicieran la casa suya. La sala, la cocina, los pasillos, los baños y terminando con la habitación de el dueño de aquella recidencia. Ambos cuerpos estaban cansados, marcados de cada forma distintiva, no sería fácil de ocultar, es más, no se podría. Sus necesidades nunca habían llegado a tal grado, con este tiempo separado se habían dado cuenta de algo y es que no eran necesidades corporales solamente, se conocían cada rincón, cada lunar, cada vello del cuerpo ajeno de memoria, pero también conocían perfectamente el alma del contrario, se entendían como solamente ellos sabían y es así como lograban una unión tan única.

—Armie. —Soltó de la nada cuando el mayor estaba jugando con sus rulos. Escuchó un pequeño y grueso "Mhm", cosa que lo hizo proseguir. —Tengo novia...

𝑰𝒏 𝒂𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝒍𝒊𝒇𝒆// 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐦𝐢𝐞// ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱWhere stories live. Discover now