8; wasn't ready for it all

1.3K 100 20
                                    

Y ahí me encontraba yo rehaciendo mi vida, había conocido a alguien. Su nombre era Ashton, tenía la misma edad que yo, veintisiete, cuando lo conocí. Su cabello era rojo y fue precisamente por eso que me atreví a hablarle, me había llamado la atención desde el primer instante en que lo vi.

Disminuí mis visitas a la cafetería desde la última vez que vi a Harry, y comencé a escribir un diario de todo lo que había pasado con él desde que lo conocí, ha sido el método más efectivo en el proceso de olvidarlo. Hay páginas manchadas con mis lágrimas, páginas donde escribo mi rabia y páginas donde digo que lo amé. ¿Todavía lo amo? No lo sé.

No sé si en serio logré superar a Harry o si simplemente estoy distraída.

Cuando llevaba unos tres o cuatro meses con Ashton decidí contarle todo, que había estado casada, que tuve una relación con él... etcétera. No me juzgó en ningún momento, prestó atención a todas y cada una de mis emociones, y me sostuvo la mano un par de veces.

Era lindo, se sentía bien, el mirar sus ojos. Ojos hazel, labios rojos, nariz perfecta. Ashton era un hombre extremadamente atractivo, y aún más talentoso. Tenía todas estas ideas fantásticas y las plasmaba tan genial, su forma de ver el mundo y su habilidad de transmitirle a los demás esa forma única de verlo fue lo que me enganchó a él.

En Enero, Harry me volvió a escribir.

"Cuéntame algo sobre lo que no sepas nada, cariño. De esas cosas que pretendías saber pero no realmente.

Necesito algo, dime algo. Pero escoge bien tus palabras por que no hay antídoto para esta maldición, ¿qué esperas? ¿debe dolerte tanto antes de que te vayas?

Dime algo que no sepa. Dime que me extrañas. Dime que me amas. Tómame de vuelta.

Me presenté en Brooklyn y las noticias decían que me veía vacío, estaba casi acabando, casi estaba olvidándote. Había tenido suficiente de ti.

Estuve rezando, como nunca lo había hecho, escribirte es como hablarle a la pared.

Tú no sabes nada, sólo pretendes que sí.

Dime algo que sí sepas antes de que te vayas."

Ni siquiera tuvo la decencia de firmar con su nombre, Ashton no sabía de las cartas y si supiera sé que se sentiría agobiado, perseguir una oportunidad que probablemente no llegue a ningún lado.

Y era difícil, para mí, Ashton era este chico increíble que estaba dispuesto a ponerme al mundo entero a los pies y yo lo más que podía ofrecerle era mi compañía. Miles de veces me dijo que eso no importaba, que dijera una palabra y él se marcharía, pero todos en algún punto se cansan de esperar.

Dos meses más con Ashton. Un total de seis meses, Ashton me pidió que fuera su novia y yo acepté. Y de verdad comencé a sentir esa emoción de la primera vez y esa felicidad que te llena el pecho inexplicablemente. De nuevo fue despertar al lado de una persona que realmente querías, la cual realmente apreciabas. De nuevo estaba bien. De nuevo fueron las paredes llenas de risas y besos y caricias y amor.

De nuevo san Valentín, navidad y Año Nuevo tenían sentido, de nuevo sentía una sonrisa formarse en mi rostro cada vez que sentía su corazón latirme contra la piel desnuda, de nuevo un par de labios podían detener el tiempo para dar vueltas de emoción y tenerme el estómago lleno de flores y mariposas, de nuevo sentía ilusión.

Y yo me sentí plena, me sentí... feliz, me sentí... renovada, me entregué por completo, dispuesta a darle toda mi vida, todo mi amor, toda mi dedicación. Y no me importó absolutamente nada, porque Ashton me daba lo mismo y más de lo que yo daba.

No era sólo yo, éramos ambos, ambos nos complementábamos de una manera que era simplemente perfecta. Cuando Harry me dejó sentí que perdí una parte completa de mí, mi mitad, me faltaba algo para ser 'yo', para estar completa.

Ashton me enseñó que no necesitaba nadie, ni siquiera lo necesitaba a él. Yo misma era todo lo que necesitaba, y yo misma era más que suficiente para mí.

Ashton me amó tanto, que me enseñó a amarme a mí misma, y esa es la expresión única, definitiva y más pura que existe de amor.

La vida era bonita con Ashton, la vida era perfecta, era fácil, simple. ¿Teníamos un problema? Lo discutíamos juntos, y juntos llegábamos a una solución. ¿Nos sentíamos mal? Nos dábamos nuestro espacio y nunca presionábamos al otro.

Él era tan simple, tan bueno, tan único, tan él.

Ashton era la persona que estaba destinada a llegar a mi vida, para enseñarme el valor que esta tenía, para enseñarme la importancia de las pequeñas cosas.

Claro, habían noches en que lo miraba a mi lado, pensando en cómo estaría Harry, qué habrá sido de su vida y si todavía pensaba en mí.

Un día por accidente, por la televisión pasaron una entrevista suya, se veía tan apagado, se veía tan vacío. Y para mi sorpresa, ahora saldría en una película. Apagué el televisor y caminé hasta la habitación, acaricié el tatuaje se Ashton, el cual se complementaba con la daga que yo tenía tatuada en medio de los senos, y mi corazón volvió a llenarse de esa emoción que me embargó cuando me di cuenta quién sería él en mi vida.

to be so lonely ; harry styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora