capitulo 23: Equilibrada

160 33 20
                                    

Adara.

Ayer esa charla con Surrens dejó a todos algo confundidos, la gran mayoría sabe que hay cosas turbias dentro de los sectores pero prefieren no interponerse.

Hoy y como todos los viernes, familiares de los internos vienen a visitarlos, sin embargo y ya mencionado, yo estos días no estoy de humor.

Decido caminar por los pasillos los cuales están habitados por padres e internos, doy unas pequeñas sonrisas a la gente que me saluda y sigo caminando hasta que unas voces peculiares llegan que mi.

No puede ser... ellos...

—Hija...—dice la voz de mi padre detrás de mí —.

Me doy vuelta sin creer lo que estaba pasando y al verlos ahí, parados frente a mí abro mis ojos totalmente sorprendida.

—¿Mamá? ¿P-papá?—pronunció totalmente confundida y nerviosa—.

Ellos en el instante que pronuncio palabra me abrazan. Wow... esto... se siente extraño, no recordaba lo bien que se sentían los abrazos de papá y mamá...

—Lo sentimos tanto cariño... nosotros teníamos miedo, no sabíamos qué hacer—susurra mi madre apenada—.

Claro y por eso te trajeron a un lugar lleno de peligro, gracias mamá y papá por ser tan idiotas.

Cállate Wiz.

Obligame.

Me separo de ellos lentamente y los miro—eso no justifica que me hayan dejado aquí, sola.

—lo sé, cielo. Pero nosotros no sabíamos qué hacer y... —ella suspira—no hay justificación, pero vinimos a repararlo—finaliza ella con una sonrisa—.

Esperen ¿qué? ¿A qué se refiere con "repararlo"?.

—Cariño, con tu madre venimos a sacarte de aquí —comenta mi padre con una sonrisa en su rostro—.

Mi corazón da un brinco y mis ojos se llenan de lágrimas sin creer lo que estaba escuchando.

—¿Es... es en serio?

Ellos asienten rápidamente y estoy por aceptar cuando la escucho.

No, no es en serio...

¿Qué dices?

Mira sus sonrisas, están tan... distorsionadas.

Observo lo que dice Wiz y me alejo un poco al ver que sus sonrisas, no eran de amor o felicidad... sino más bien de cinismo.

La mano de tu madre.

Al instante que me dice miro y tenía algo escondido bajo su saco, me hago la distraída observando un poco más.

¡un arma! ¡Corre adara, corre!.

En ese momento me doy media vuelta y comienzo a correr lejos de ellos.

—¡Se robo mi celular, detenganla!—escucho a mi madre y maldigo por lo bajo—.

Maldita bruja retorcida.

Concuerdo Wiz.

Sigo corriendo hasta que noto el pasillo vacío y me detengo a respirar, apoyándome en una de las taquillas.

—Ni siquiera respires—escucho a mi madre diciendo para luego sentir ese material frío sobre mi cabeza—.

—M-madre ya... no sabes lo que haces—susurro nerviosa—.

Quítale el arma y dispara, no hay opción.

Si la hay.

—Tú... que dimos todo por ti, y se te antoja que una maldita voz se meta en tu cabeza, te entrenamos desde pequeña para que no te pase—dice con enojo—.

—Claro, ahora es mi culpa que una puta voz me de ideas sobre asesinar gente y conquistar el mundo,—la miro sarcástica — gracias madre, la próxima vez voy a querer un pony a ver si el universo también me lo da—.

—Es hereditario.—suelta mi padre apretando su mandíbula—.

¿Qué?

—¿Sabes donde estas adara?, donde tu madre estuvo años atrás.

Y aquí estamos... en el piso 3. Tu no puedes ser normal y salir al patio, tu corres al piso donde si no te mata tu madre, algún psicópata lo hará por ella. Que inteligente ada...

Cállate Wiz

En ese momento mi madre está por apretar el gatillo cuando una risa lejana llega a nosotros.

—bueno, bueno, bueno... ¿Qué tenemos aquí? Una... dos... sí. Dos esquizofrénicas —dice un chico que nunca había visto en mi vida—.

—¿y tu quien mierda eres? ¿Dónde está mi esposo?—dice mi madre mirando hacia todos lados buscándolo—.

—oh pero que tonto soy, Dion Baker, a sus servicios Mademoiselle—dice haciendo una reverencia divertido— Se lo diré si saca el arma de la cabeza de mi amiga.

Lo miro completamente extrañada y voy a hablar cuando Wiz me frena.

Cállate.

Bien.

Mi madre baja temblorosa el arma y yo la miro—¿Donde está?—susurra—.

Dion le saca el arma, toma mi mano y comienza a caminar fuera de ahí para que antes de dar la vuelta al siguiente pasillo me mira.

—lo siento.

—¿Por qué?

—¿¡Dónde está mi esposo!?—Grita Elena desde el fondo—.

Dion me mira divertido—¡Muerto!—dice gracioso y tira de mi mano para que salgamos de ahí —.

¡ay vamos a quedarnoslo! ¿Nos lo podemos quedar? Por favor.

Olvídalo.

Pero yo quiero a un psicópata.

Pues no lo tendrás ya deja de ser tonta.

Una vez nos alejamos lo suficiente me suelto de su agarre y lo miro—No se quien eres, pero gracias. Ahora tú jamás me viste aquí.

El ríe y niega—ahora tu me debes algo a mí, linda.

Ya quisieras.

—olvídalo.

El me toma del brazo y al instante, tomo su mano doblandola, le hago una llave y lo termino tirando al piso.

—No te acerques a nosotras—susurro cerca de su rostro—.

Luego de esto me voy caminando como si nada, pero dentro de mí, como si todo. Hoy algo cambió, hoy cambié. Esa adara que quería verle una esperanza a la vida se fue cuando su propia madre quiso matarla.

Así que hoy queridos míos, ya no somos  Wiz y adara, hoy somos las dos.

Wiz, tomemos el control.

Tus deseos son órdenes..

Sentí algo, una chispa, una pequeña llama se prendió en mi interior y eso solo quería decir una cosa. El fuego se esparcirá y quemará a todos con él.

La balanza por fin está equilibrada es hora de hacer nuestro movimiento en el juego.

•••••••••••••••

Wow wow wow...irónicamente diré: ¡que locura!.

Para ser sincera este capítulo me encantó, quedan muy poquitos para el final.

Espero que les haya gustado, no se olviden de comentar y votar.

Los quierooo

psicosis del amor ©Where stories live. Discover now