08.

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POV. DOVE

Los meses habían pasado, la boda estaba a la vuelta de la esquina, de vez en cuando Sofia y Dove se juntaban para almorzar, se habían vuelto buenas amigas y todo lo de la casa era como platicar con tu mejor amiga sobre vivir juntas, más sin embargo Dove aún sentía que le faltaban lugares por conocer en el cerebro y alma de Sofia.

Decidí sorprender a mi prometida con una comida improvisada en su despacho. Había preparado pasta pues Sofia le había platicado que esta era su comida favorita, ella tenía la comida resuelta. Llegó a la empresa que hace unas semanas había terminado la fusión, su padre ya se encontraba trabajando, siendo dueño del 20% de las acciones. Dejándome a mi un 15% como un regalo de bodas por parte de los padres de Sofia, apenas poseíamos el 35% pero nos iba mucho mejor económicamente, no nos quejábamos

Subí al elevador desde el estacionamiento, en el quinto piso el padre de Sofia se unió a mi en el elevador.

"¡Querida!" un saludo con un beso en la mejilla "Que sorpresa, ¿mi hija te espera?"

"No, señor. Ella no sabe que estoy aquí" el asintió

El elevador se detuvo dos pisos arriba. "Salúdamela, su oficina esta en el diez, tres puertas a la izquierda"

El elevador siguió, cuando se detuvo en el último piso, hice lo que su padre me había dicho, una secretaria estaba afuera.

"¿Tiene cita?" me preguntó

"No, tampoco deseo ser anunciada" dije y ella se extrañó

"Tengo que anunciarla" respondió, la oficina no era de cristal, era muy difícil saber que hacía adentro la castaña

"No. Ella no se molestará, soy su prometida" inmediatamente la la mujer de mediana edad se hizo a un lado, pero la puerta se abrió seguido de esto.

Sofia con otro de sus trajes ajustados, con unos papeles en la mano. "Esto es lo que pidieron" dijo y levantó la mirada "¿Dove? ¿Qué haces aquí?"

Levanté la bolsa tejida en donde llevaba la comida y ella sonrió. "¿Sorpresa?"

La secretaria la vio apenada. Sofia solo se dirigió a ella para pedirle que nadie la molestara hasta que yo me retirara. Al entrar noté que cada detalle de su oficina parecía haber sido planeado detalladamente.

Una pintura colgaba detrás de ella, parecían ser dos rostros femeninos y era artístico.

"¿Te gusta el arte?" dije algo sorprendida, pero después pensé en que ella me apoyaba con aquello de empezar a crear mi arte

"Me encanta" dijo tomando asiento en su lugar, detrás del escritorio "¿Qué te trae por acá?"

"Mencionaste que te encanta la pasta, así que decidí sorprenderte" dije sacando los recipientes y poniéndolos en el escritorio

"Eres un estuche de monerías ¿cierto?" dijo algo divertida y yo reí

Era increíble como al conocerla mejor no me molestaba la idea de la boda, era simplemente agradable estar con una amiga. Todo el mundo siempre ha dicho 'Si te casas con tu mejor amigo, prospera' Sofia no era mi mejor amiga pero estábamos llevándonos bien, ella me había dejado elegir los detalles importantes de la casa, esta estaba siendo demasiado costosa y ella jamás me lo había reprochado, cuando vamos a cenar o salimos juntas, no me dice que piensa bien, como lo hace Thomas, ella me deja elegir lo que quiero, el vino que tomaremos, a veces solo me hace recomendaciones, pero tengo la opción de tomarlas o no y ella no se molesta si no lo hago.

Había notado muchas cosas de Sofia en estos meses juntas, ella hace ruidos con su nariz cuando se ríe y eso me parece adorable, es elegante en todo momento, cuando algo le incomoda su boca se tuerce, siempre huele a manzana, algo fresco y dulce, sus labios nunca los vi sin brillo labial.

Terminamos de comer y ella me agradeció, se que era incorrecto pero seguía comparándola con Thomas que quién por el momento solo me tomaba como algo sexual, teníamos encuentros diversos en hoteles y moteles fuera de la ciudad, era algo que me hacía sentir viva pues la dosis de adrenalina nos hacía mejores en el sexo, por otro lado también me sentía culpable pues no sabía si Sofia y Zendaya se seguían viendo o no.

Sofia fue a conseguir un par de botellas de agua, el protector de pantalla de su monitor era algo preseleccionado del mismo monitor, las fotos sobre su escritorio. Su hermana en su graduación junto a ella y sus padres, ella en su graduación, su título estaba colgado en la pared junto a otros diplomas y maestrías, en el escritorio también había una foto del momento exacto en el que puso la gran roca sobre mi dedo. Eso la hacía lucir como una novia modelo y eso era lo que yo siempre había soñado.

Probablemente yo podía enamorarme pero no quería ser la tonta que se enamorará primero. Tampoco debía aventarme a este océano sin haberlo explorado un poco.

Sofia regreso con un par de botellas de agua. "Temperatura ambiente"

"¿Cómo sabes que no me gusta helada?" dije sorprendida pues ni siquiera mis padres recordaban eso

"Me lo dijiste hace mucho tiempo, la primera vez que te traje una botella helada" rió "¿Qué tal estuvo tu día?"

También me gustaba eso de ella, se interesaba por mi. "Fui a ver las flores, mi vestido y algunos detalles de la fiesta"

"Abrumador, entonces" reí y asentí

"¿Ya tienes tu vestido?" dije algo preocupada

"Ya" asintió y bebió "Ya esta listo, lo único que tengo que hacer es no engordar"

"¡Jamás! Eres sexy así, mantente como una esposa sexy" ella rió

"Lo intentaré"

Era impresionante como a veces disfrutaba tanto de su compañía que me era difícil marcharme, estuve con ella alrededor de dos horas hasta que le llamaron a una junta, ella se despidió de mi y me acompañó hasta el auto sin importarle si se le hacía tarde o no, era tan diferente a Thomas en todos los aspectos y me odiaba por ni siquiera intentar no comprarlos.

"Me divertí mucho" le dije y ella sonrió

"Yo también, regresa con cuidado. Avísame si necesitas algo" asentí y entre al auto, ella me abrió la puerta

"¿No me darás un beso de despedida?" ella ya iba unos pasos adelante

"Es ridículo, no hay nadie aquí" sonrió y con su mano me dijo adiós hasta que las puertas del elevador se cerraron

Soul. |dofia|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora