Capítulo 38. Jayden

10.1K 882 56
                                    

— El veredicto final le concede al señor Daniel Lewis, la patria potestad del menor Kian Ferreira Miller con el permiso de que los señores Ferreira sean un apoyo para el bienestar del menor —el juez golpea el mazo contra su mesa y es ahí cuando me doy cuenta que hemos perdido a nuestro hijo.

— Jayden...tú me prometiste que se quedaría con nosotros—miro en el rostro de mi princesa una gran decepción— Nunca más te vuelvas a acercar a mí—las lágrimas no abandonan su rostro y estoy desesperado por buscar cómo hacerla sentir mejor.

— Princesa...Por favor, no me dejes yo lo intenté y fuiste testigo, no me alejes de ti.

— ¡No soy tu princesa! Deja de llamarme así—me grita completamente destrozada.

— No me puedes hacer esto—comienzo a susurrar intentando abrazarla— Nuestro amor es más fuerte que...

— ¡Jamás, Jayden! No hay tal amor si rompiste tu promesa. No te me vuelvas a acercar—veo como aparece Emily a su lado y la sostiene para no caer.

— Yo pensé que cumplirías tu promesa—dice Emily mirándome tristemente. ¿Qué demonios les pasa? ¡Yo no estoy feliz con esto!
¡No es mi culpa!

— Pudiste hacer más—agrega Will llegando para ayudarlas.

— Solo te pedí una cosa, Jayden y no pudiste hacerlo—la decepción en Jordan hace que me arda la sangre de ira.

— ¡Yo lo intenté! ¡Lo juro! —les grito a todos.

— Te odio Jayden ¿Me has escuchado? ¡Te odio! —las palabras de princesa se clavan como mil puñales en mi espalda.

— No digas eso Azul, yo te amo, ¡Yo te amo! ¡No me odies por favor, te necesito! —la habitación comienza a girar haciéndome sentir impotente.

Siento que alguien me toca el hombro obligándome a despertar.

— ¿Amor? —la voz de princesa me exalta haciendo que me levante de la mesa sobre la que me dormí, la veo acercarse a mi para sostenerme en un abrazo— Shhh... está bien, Jayden. Todo está bien, aquí estoy contigo—la obligo a poner sus piernas alrededor de mi cintura cuando la levanto para que esté a mi altura, beso sus labios en un momento arrebatador de necesidad para creerle, sujeta mi cabello con sus suaves manos haciéndome soltar un gemido, sus labios se vuelven igual de frenéticos que los míos hasta que un carraspeo nos hace detenernos.

— Lamento interrumpir, pero ya llegó la cena—nos dice Jordan caminando al comedor, suspiro negándome a soltar a princesa. Mi hermano luce desarreglado por primera vez en años y es que no hemos parado desde que se llevaron a nuestro niño, casi son dos semanas, la primer "reunión" fue el intento de nuestros abogados para llegar a un acuerdo y debo admitir que Jordan sí lo intentó, pero no llegamos a nada, nuestra madre nos quería quitar a Kian haciendo que ese tipo tuviera la custodia.

— Está bien, no hace mucho que despertó en realidad—le dice princesa todavía en mis brazos, me acomodo en la silla sosteniéndola todavía sobre mí— Amor—susurra cerca de mi oído izquierdo— Estoy contigo, puedes soltarme ahora, no creo que puedas comer conmigo así.

— Sí puedo—gruñí hundiendo mi rostro en la curva de su cuello y disfrutando del aroma de su lindo cabello rubio.

— Se durmió otra vez ¿Verdad? —nos pregunta Jordan sirviendo alguna especie de arroz con pollo en los platos.

— Ya sabes que se niega a descansar—me ve con su linda mirada desaprobatoria, pero no me importa, la tengo conmigo y es lo importante, sin Kian aquí ella es lo más cercano que tengo a un hogar y no quiero perderla nunca.

Todo por élΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα