Corazón Vacante (SasuHina)

Capítulo III

El sonido de los cubiertos se escuchaba por todo el comedor, en medio de un silencio incomodo los miembros de la familia Uchiha disfrutaban su cena. La invitada de Itachi, cuya relación aun no hacia publica, comía en silencio y a veces realizaba movimientos torpes con los cubiertos, le resultaba difícil mantener la calma ya que los integrantes de la familia mantenían una expresión estoica. A lo largo de la cena intento entablar una conversión, pero la única que le seguía la plática era Mikoto, incluso su prometido se mantenía callado. Tal vez en su familia era normal comer en silencio, por lo que sintió que sería inoportuna seguir insistiendo en establecer una conversión, sin embargo, el silencio la hacia sentir incomoda y ansiosa.

Cuando sintió que ya no podía más finalmente Itachi hablo.

–Familia, tengo un anuncio que hacer. — Se lento de su asiento y le extendió la mano a Izumi.

Nerviosa tomo su mano y se levantó, con una sonrisa nerviosa miro a sus futuros suegros y cuñado.

—Estoy comprometido, y la chica que esta junto a mi lado sosteniendo mi mano es mi futura esposa.

Ante la noticia los padres de Itachi lo miraron con sorpresa y con cierta incredulidad. Pero no tardaron en alegrarse por su hijo y darle sus mas sinceras felicitaciones a la pareja. Finalmente, el hielo se había rompido, la familia se dispuso a hablar del compromiso y de cómo se había conocido la pareja pidiendo. El ambiente antes pesado se había ido, siendo remplazado por una mas agradable.

Rápidamente la cena se convirtió en una larga conversación, cada uno ponía atención a lo que la pareja relataba a su vez le hacían preguntas a Izumi para conocerla mejor.

Sasuke tomo un sorbo de vino, y miro a la pareja comprometida. Ciertamente se alegraba por su hermano, esperaba con anticipación el día que viera a su hermano frente al altar. Sin embargo, el tema de las bodas era un tema delicado para él.

Aunque no lo quisiera admitir seguía encadenado al recuerdo del pasado. Hubo alguien a quien amo, era una mujer fuerte e inteligente que sin quererlo un día entro en su corazón. Los recuerdos que tenia junto a ella solían ser momentos preciosos que atesoraba como algo preciado, sin embargo, eso recuerdos se vieron oscurecidos. Hace 5 años estuvo por casarse con la mujer que amaba, al principio la planificación de su boda fue algo que les lleno de ilusión. Pero conforme avanzaban con los preparativos, el estrés provoco un sin de discusiones, sin saberlo esas pequeñas peleas los fueron distanciando.

¿En qué momento se habían torcido las cosas? Se preguntaba, aunque no todo estaba bien creía que la relación no estaba fracturada, había solución. Pero ambos no pensaban lo mismo. Las discusiones habían cesado, una vez más estaban haciendo funcionar su relación, entonces porque ella no llego...

Por un momento se sintió preocupado por su hermano, que tal si le tocara vivir su misma historia. Sacudió la cabeza en señal de negación.

"Ellos no son nosotros" Miro a la pareja con melancolía. Ellos eran diferentes, tenían esa mirada y cercanía que jamás tuvieron ellos. Por su comportamiento y la forma en la que se expresaban uno del otro dejaban ver que no solo eran una pareja enamorada, también eran mejores amigos y confidentes.

[...]

Hinata Wembley, ese había sido su nombre toda la vida, pero ahora lo estaba poniendo en duda. No sabia que buscaba al ir a Konoha, todo esto podría ser un engaño, pero entonces porque no sentía que lo fuera. La inquietud no la dejaba ignóralo todo y seguir como si nada hubiera agitado su vida. Ahora mismo se sentía en una encrucijada, sin saber que creer. Estaba entre el engaño y una verdad oculta.

La determinación con la que decidido visitar Konoha se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos.

¿Realmente estaba haciendo lo correcto? Después de pensarlo de nuevo, se dio cuenta que había estado ignorando los sentimientos de su familia, no se había parado a pensar en cómo sus acciones los harían sentir. Sin importar los lazos de sangre, Taylor Wembley era su padre, la había criado y amado a largo de los años. Estuvo con ella en los buenos como malos momentos, otorgándole un apoyo incondicional.

Sentía que le estaba traicionando, aunque tenía derecho a saber la verdad, indagar a sus espaldas no era lo correcto. Era una mujer adulta, sin embargo, se comportaba como una adolescente temerosa al no afrontar las cosas de frente.

—Ah... — suspiro con pesadez.

No paraba de comerse la cabeza con l0 mismo una y otra vez, lo mejor sería descansar.

Tomo asiento en la terraza de la cafetería, tenía una hermosa vista frente al local se encontraba la entrada del parque. El cantar de los pájaros se oía claramente, la calma y la brisa de primavera hacían de esto una mañana agradable.

Esperaba a la camarera con su café, entre bostezos de vez en cuando echaba una mirada a su alrededor intentando permanecer despierta. No había tenido una buena noche de sueño, estaba abrumada por sus sentimientos e inquietudes, hasta tal punto que le fue imposible pegar la cabeza a la almohada. Intento por todos los medios dormir, al no conseguirlo se rindió y decidió ir por un café.

Las ojeras las tenía marcadas, siendo sinceros no tenía el mejor de los aspectos en estos momentos. Tenía que hacer algunas compras antes de tomar un autobús por la tarde, iría a dar un paseo a las fueras. Iría a visitar la tumba de su abuelo, desde su sepulcro no había podido ir a verlo debido a sus estudios.

Después iría a buscar un empleo de medio tiempo, se quedaría un tiempo en la ciudad para conocerla, además tenia que aclarar el asunto pendiente de la carta. Pero antes investigaría sobre el remitente y su familia. Antes de establecer contacto con los Hyuga debía hablar con sus padres para que le confirmaran o desmintieran el contenido de la carta.

Tenia que volver a sus sentidos, ya había sido demasiado imprudente al ir al lugar sin tener conocimiento de con quien trataría, además de ser un lugar desconocido para ella.