La casa de Vegetta ardía en llamas, sostenía a Frederick en mis manos y abrazaba a Akira, quien no paraba de besarme.
-Oh Monica, te amo muchísimo, gracias por rescatarme del horrible Vegetta- decía Akira.
-Yo también te amo, Akira. Bésame- nuestros labios se unieron en un precioso beso, sus labios sabor cereza era lo más increíble que había probado.
Al separarnos le miré y me separé inmediatamente.
El rostro de Akira se había transformado en el rostro de Auron pero todo su cuerpo era el mismo de Akira.
-Despierta ya, cerda- dijo mientras todo él ardía en llamas.
Desperté sobresaltada, fue horrible, Auron se encontraba sacudiéndome.
-Al fin despertaste, cerda- me lance a él rápidamente y comencé a besarle con fuerza, cosa que él correspondió confundido.
Cada que tenía pensamientos de Akira o sueños de ella, intentaba olvidarle besándome con Auron o haciendo otras cosas...
-Hagámoslo- susurré entre jadeos, gemidos y besos.
-Hoy no, Mónica. Recuerda que Akira vendrá para salir contigo y Dulce hoy, en una hora creo- dijo separándose- Así que decidí despertarte- asentí.
-Es verdad, lo había olvidado- suspiré-Gracias, cerdo-.
Auron salio de casa, ayer me dijo que iría a casa de Luzu, para poder ver en que le podía ayudar, para que él pudiera seguir cuidando a Lana.
Estire un poco, por suerte había preparado la mochila ayer, así que tenía suficiente tiempo para tomar una breve ducha y hacerme el desayuno.
El leve cacareo de Frederick, llamó mi atención, se encontraba a mis pies, mirándome con atención.
-¿Cómo está el pollito más lindo del mundo?- pregunté, caminé hacia uno de los barriles para sacar bastantes semillas, para darle ahorita y dejarle unas, no tengo idea de a qué hora regresará Auron.
Una media hora despues...
-¡Claro!- gritó- ¡Eres la princesa Akira!- Akira de había congelado, la gente se sorprendía y susurraba a nuestro alrededor.
Me giré hacia Aristeo, caminé rápidamente hacia él y golpeé su mejilla con todas mis fuerzas, cayendo al piso.
-Eso es para que cierres la boca- susurré.
Tome la mano de Akira rápidamente y comenzamos a correr a casa de Dulce, sus manos y su cuerpo temblaba del miedo, un par de lágrimas caían por mis mejillas.
Dulce estaba saliendo de su casa, nos miró preocupadas- ¿sucede algo?- preguntó, apresurándose.
-Te lo contaremos cuando estemos seguras- dije mientras seguía caminando con rapidez, aún llevando a Akira de la mano nos adentramos al bosque, yo llevando la delantera, ya que yo soy la única que sabe donde se encuentra el lago.
Seguimos caminando un buen rato, escuchaba cómo charlaban, pero no ponía atención a lo que decían, me estaba concentrado hasta ponerla a salvo.
Me detuve, habíamos llegado, era el lago con agua mas clara que he visto en mi vida, podía ver perfectamente el fondo del lago, sus grisáceas piedras y el agujero en uno de lo rincones que poseía una corriente de agua
Dulce se quito rápidamente su vestido, habíamos acordado usar el bañador o bikini bajo de este, lo recuerdo perfectamente así que no me extrañe cuando saltó directo al agua.
Me giré hacia Akira y desabroché el botón de su capa, dejándola sobre las mochilas- date la vuelta- susurré.
Ella se giró sin rechistar, desate el nudo de su vestido, que cayó a sus pies, dejando a la vista como usaba un short corto negro y la parte superior de un bikini del mismo color. Se le veía tan bien.
-¿Porqué haces eso, Mónica?- preguntó Dulce, sacándome de mis pensamientos, haciendo que ambas nos giráramos hacia ella- Ya no están en el palacio para que le sirvas a Akira, sin ofender- dijo.
-Supongo que la costumbre- dije no muy segura, tratando de ocultar mi leve sonrojo.
Akira entro tan tranquila al agua, la noto tan tensa.
Me digné a quitarme el vestido, dejando a la vista mi bikini azul oscuro, entré después de recoger mi cabello en una coleta alta.
-¿Ahora si me contaran qué les pasó?- preguntó Dulce de repente.
-¡Dulce!- regale rápidamente, quería esperar a que Akira se tranquilizará un poco.
-No, Monica. No la regañes, le dijimos que le contaríamos acá- le miré, solté un leve suspiro y asentí.
-Aristeo me reconoció en el pueblo- soltó Akira.
-¿Aristeo? ¿El prometido de Kristina?-.
-Ex prometido- aclare.
-Oh-.
-El punto es, que gritó que yo soy la princesa Akira, a la que llevan meses buscando, todo el pueblo lo escuchó y ahora que regresen los guardias al pueblo podrán encontrarme fácilmente- dijo Akira mientras cubrías su pecho con sus brazos.
-¿Pero no quieres volver a ver a tus padres?- preguntó.
-Claro que quiero, los extraño muchísimo- hizo una pausa para respirar.
-¿Pero..?-
-Pero me aterra que insistan en separarme de Vegetta, yo le amo muchísimo y que me alejasen de él, me partiría el alma-.
Sentí mi cuerpo arder, ¿porqué tenía que mencionarlo? ¿Por qué ahora ese estupido extraño se había vuelto tan importante para ella?
-Lo entiendo, Akira, lo siento- dijo Dulce, ella sonrió.
-Tranquila, no es culpa de nadie, con que me escuchen me es suficiente- Dulce y yo asentimos mientras la castaña se acercaba a la tierra.
Dulce salió del agua para buscar algo en su mochila, tomó 3 sándwiches y se acercó al agua otra vez, para ofrecernos uno, pero me percaté de algo detrás de ella.
Una flecha dio Justo en el hombro de Dulce, haciéndola caer al agua.
-¡Dulce!- gritamos Akira y yo.
-¡La encontramos!-
Mierda, no, los guardias del palacio.
-¡Akira, vete, yo te protegeré! ¡Ve con Vegetta!- salí nadando por las mochilas, saque un arco y un escudo.
-¡Pero Dulce!- le escuche decir, antes de soltar un grito.
-¡La tenemos!- me giré rápidamente, mi rostro palideció.
-¡No!- grite, intenté correr hacia ellos, pero el golpe y el corte de una espada al lado de mi estómago me detuvo.
-¡Mónica!- le escuche gritar, antes de caer al piso-¡Les ordenó que me suelten!- gritaba, su voz sonaba lejana.
¿Acaso este era el fin?
¿Voy a morir?
Perdóname, Akira...
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Chicas de Karmaland
Fanfiction¿Cuál es la verdadera historia detrás de cada una de las hermosas chicas que acompañan a nuestros héroes de Karmaland? Foto de la portada le pertenece a @mulemount en Twitter: https://twitter.com/mulemount/status/1228877314123075585?s=21