Capítulo único

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Desvía discretamente su mirada a la mesa que estaba lejos de ellos y lo vio. Ese chico de carácter explosivo con su tan llamativo cabello rojo, enojándose por cualquier cosas que le estaba diciendo ese gordo culón haciendo que luciera más atractivo a sus inexpresivos ojos si se lo preguntan.

«Craig Tucker, sí que tienes fetiches muy raros» le comentó Clyde una vez; y tal vez tenga razón. Si con algo estaba seguro, era que para él, lo más atractivo que tenía el pelirrojo era su corto temperamento. Sus expresiones y acciones simplemente eran sublimes. La manera en cómo apretaba los dientes; en cómo su cara se volvía roja dándole un aspecto muy tierno; su intento de intimidar con su voz y altura, a pesar de que ahora con sus dieciséis años era uno de los chicos más bajos; y sus ojos, sus ojos eran la mejor parte. Esas piedras preciosas, llenas de cólera y con una mirada tan fuerte y de fiera que espantaría a cualquier valiente, pero a él no. En su caso, lo único que hacía es darle más ganas de besar esos finos labios y no dejarlo ir. Le encantaba verlo así, y más cuando él era la causa de ello.

Si era sincero, Broflovski siempre se le hizo atractivo. Sin embargo, estaba más ocupado con su relación con Tweek como para darle más importancia, pero después de que el rubio terminara con él a finales de quinto grado debido a que se mudaría, hizo que se hiciera más apático y empezara a joderle la vida a todo el mundo descargando sus sentimientos en negación con ellos. Y su principal objetivo era nada más que Kyle. Hasta que una vez en sexto grado hizo enojar tanto al judío que lo molió a golpes dejándolo con una nariz rota; ese chico tenía mucho más fuerza de lo que aparenta su altura y complexión. Y en vez de guardarle rencor por eso, en su mente cínica y retorcida eso se le había hecho... atractivo. Nunca en su corta y mísera vida había visto al pelirrojo de esa manera tan brutal y agresiva.

Al principio sí que le sorprendió y de hecho, estaba más que listo para devolver el golpe y más fuerte. Hasta que vio sus ojos. En ese momento, hubo algo en los ojos de el de ushanka para que se congelara de golpe en su lugar. Se sentía hechizado por la mirada que le estaba dando el judío: de ira extrema.

Desde ese entonces, fue en ese momento en donde sus intenciones de molestar al pelirrojo cambiaron de una forma muy drástica.

A inicios de secundaria, tomaba toda ventaja para poder molestar al judío. Como por ejemplo, en primer año le tocó estar atrás del chico en clase de historia; vaya suerte que tenía. Así que aprovechaba en lanzar bolas de papel justamente en su cabeza cada vez que podía hasta el punto de hacerlo voltear hacia él y gritarle a más no poder haciendo que el profesor le gritara a Kyle logrando que se enoje aún más. Como el judío era el alumno ejemplar, le creía cada queja dirigida a su persona mandándolo siempre con el consejero, pero lo valía. Valía cada maldito y aburrido minuto por sólo verlo así.

Y ahora que están en preparatoria, sus maneras de hacerlo enojar evolucionaron bastante. Por muy sorprendente que suene, los arranques de ira de Kyle se hicieron cada vez menos frecuentes e intensos, haciendo que ya sea más difícil verlo enojado. Así que se las arreglaba para hacerlo enojar. Después de todo, él es Craig Tucker, el mayor imbécil de South Park. Orgullosamente dice que es la única persona que puede hacer que el pelirrojo estalle en ira, y claro, el culón también, pero él ni importa.

Y hablando del diablo, observa que el grupo del mismo se levanta posiblemente ya para hacer alguna idiotez como lo era habitualmente.

-Voy a ir a mear- murmura sin importarle que sus amigos lo escuchen. Se levanta de su asiento sin mirar atrás siguiendo a ese cuarteto. Ve que se detienen cerca del baño, tal parece que el más bajo quería ir; perfecto, era su oportunidad.

Entra al baño de hombres encontrándose con el pelirrojo ya lavándose las manos; acaso orina rápido o qué. Intenta ignorar ese detalle sacando un cigarro de su bolsillo trasero. Aprovechando que el pelirrojo estaba tan ocupado como para prestarle atención a su presencia, se acerca él encendiendo el cigarro, le da una calada y...

Escucha una fuerte tos saliendo del pobre chico que se estaba sofocando con el humo.

-¡¿Qué rayos te pasa, Tucker?!- exclama muy enojado sin poder parar de toser.

-Por si no lo sabías, Broflovski, éste es mi lugar favorito para fumar- contesta con su típica voz nasal y monótona.

-¡Vete a la mierda!- le levanta el dedo medio yéndose muy furioso del lugar.

Él sólo se limita a sonreír con cierto cinismo y orgulloso de su gran hazaña de hacer molestar al otro sin importarle las miradas de disgusto de las personas.

¿Y qué esperaban? Sí, le gustaba el pelirrojo, pero no haría una ridiculez como mandarle cartas o dedicarle una canción para llamar su atención. Tal vez no sea lo correcto, pero esa era su manera de hacerlo: ser el mayor imbécil que jamás se ha visto.

¿Y por qué? Porque le encantaba verlo enojado y que sólo le prestara atención a él al hacerlo.

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Perdón si está medio corto, pero es la primera vez que termino y publico un fanfic mío haciendo que me bloqueara en poquito xd. A pesar de todo, estoy orgullosa de poder acabar al menos uno de todos los que he hecho y dejándolos a medias xd.

No tenía planeado que el primer fanfic mío que fuera a ser publicado fuera un Cryle, pero al ver lo poco que hay de este ship, no pude evitar hacer uno.

Pero bueno, espero poder seguir escribiendo. Ya tengo otros one-shots en mente de otras parejas. Aunque no sé cuándo las publicaré.

Assʜᴏʟᴇ | Cʀʏʟᴇ ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛ | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora