Capítulo 8: París

132 37 109
                                    

Estoy totalmente unida a la mirada de este espectacular chico de ojos azules, del cual no sé ni el nombre. Él está levantando mi cabello, para colocarme su bufanda; y no puedo evitar sentir ese suave toque de sus dedos. Yo siento su respiración agitada, con ese olor embriagador, enloquecedor que desprende su valentísimo, consumado y perfecto cuerpo; su aroma es tan exuberante, que no puedo evitar girar mi cuello para respirar más de esa original y divina fragancia, que es fuerte, varonil, pero a la vez, tiene una mezcla dulce, que te atrapa. Así me siento, ¡atrapada!, enganchada a él. Estoy muy agotada, comienzo a perder la visión, todo se pone confuso, opaco; no puedo creer que me vaya a desmayar aquí y ahora, pero es algo que no puedo controlar ....

Al despertar, mis ojos se quedan atónitos ante la vista que se ve tras el balcón, me levanto a disfrutar de ella, no sé dónde estoy, pero es fantástico. Inmersa en toda la belleza que me revela París, siento que me sostienen fuerte de la cintura, me asusto, pero luego reconozco ese perfume, lo distingo, es inimitable. Es el chico de la bufanda, existe más allá de mis sueños; me invade un sentimiento raro, tengo emoción; deseo tanto ver esos ojos azules. Me doy la vuelta, lo tengo enfrente, es el chico más hermoso que ojos humanos han visto.

─ Superaste al Príncipe azul de mi sueños, tú eres más perfecto, tus labios encierran misterio. Y yo sólo quiero probar tus besos─ dime por favor, que no dije eso en voz alta─ Eh, disculpa estoy aprendiendo ese poema, lo quiero recitar en una obra de teatro─ dije pues fue lo primero que se me ocurrió, pero a quien quiero engañar con esas excusas tan tontas, bueno ni modo ya lo dije, toca asumirlo.

─ No pasa nada, me encantan los poemas, nunca nadie recitó uno para mí, así que es un placer─ me dice mientras deja escapar una risa pícara.

─ Que astuto eres─ le digo mientras acaricio mis labios con mi lengua, los traigo resecos por el frío, supongo.

─ Mira, compré comida para los dos, necesitas retomar fuerzas pronto, tuviste un descenso y te traje aquí─ dice mientras me enseña las bolsas llenas de delicias.

─ Que rico─ le digo probando un dulce que saqué al azar de una de sus bolsa. No me resisto, tengo mucha hambre, me chupo los dedos─ Está buenísimo ¿Qué es? ─ hablo con la boca llena además, pésima educación la mía.

─ Es un París-Brest, sabía que te gustaría ¿Pero no quieres que nos presentemos? Estás con un desconocido en su departamento, en un país que no conoces─ dijo al ver que me interesaba más por la comida que por mi situación, no me juzguen estaba nerviosa, además ni yo misma me entiendo a veces.

─ ¿Cómo sabes que no soy de aquí? ─ pregunta inteligente la mía, si tenemos en cuenta mi ropa y acento latino.

─ Es que la Torre Eiffel fue eclipsada con tu abrupta caída─ vuelve a reír mostrando esos fabulosos dientes, es muy hábil.

─ ¿Viste como caí con mi paracaídas? Tengo que practicarlo─ digo bromeando.

─ Sí, te vi; la verdad, no puedo dejar de hacerlo. Me voy a presentar, soy Valentino─ dijo estirando su mano esperando la mía, y continúa diciéndome─ Nunca pensé que pudieras verme un día─ me dice mientras pone sus carnosos, suaves, tersos y bruñidos labios en mi mano, dándome un beso que me eriza la piel.

─ Debo agradecerte por traerme a tu casa sin conocernos. No sé que hubiera pasado conmigo de no haber sido por ti. Solo espero que no seas un asesino, o un psicópata─ digo riendo; aunque de serlo sería el más hermoso de todos, y yo feliz de ser su prisionera. Ay Arlett, tú y tus tonterías

─ Puedes estar tranquila, nunca te haría daño─ dice quitándose su abrigo, quedándose en una camiseta negra que revela un abdomen tan definido que pienso─ Este chico tiene que ser modelo, con esos trapecios y brazos tan fuertes , se ve que él si se toma en serio el gym. Céntrate Arlett, por favor lo importante ahora es encontrar a tuty─ Todo esto está increíble, por mi me quedaría aquí para siempre, este lugar es de ensueño. Pero tengo que encontrar a mi hermana, y la verdad estoy en medio de una misión. Así que dime donde está tu baño, entro un momento y me voy─ dije triste pero segura al mismo tiempo.

Guerra de Sentimientos (#ca2020)Where stories live. Discover now