Había una vez un pequeño niño que era muy pobre pues la plata para alcanzaba para la comida él vivía en un pueblo muy lejano muy lejano el él se iba a vender limones para ganarse la plata mientras que la mamá se iba a vender unas pulseras que hacía con madera el niño tenía que caminar 5 kilómetros hasta la cancha más cercana la gente no le compraba pues no les gustaba que el niño estuviera azarando para que le compraran el niño se sintió mal pues se dedicó a otra cosa dijo yo no me rendiré yo seguiré haciendo más y más plata hasta tener una gran casa un día le dijo a la mamá mamá quiero irme a vender pulseras contigo la mamá le respondió Pues no le veo nada de malo Además ganaríamos más plata pero eso sí tendrás que hacer tus pulseras y diseñar las tú mismo con madera el niño le respondió pues okey mamá pero yo lo único que quiero es comprarme una gran casa y vivir como las otras personas que son muy millonarias la mamá le respondió para animarlo Sí mijo tú tendrás que trabajar para poder tener una vida aonrrada mi niño hermoso Sí mamá yo te lo prometo y también te prometo que voy a tener la gran casa de la que siempre hablo
