Capítulo 10: Pesadillas [+18]

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Todo parecía estar bien en la Orilla del Dragon, estaba tan tranquilo y, ahí el problema, no se escuchaban a los Gemelos explotar cosas o Patán queriendo impresionarme.

Llamé a Tormenta, pero no llegó, supuse que aún estaría durmiendo.

Entonces me dirigí a la casa de Hipo; sentí un nudo en la garganta cuando llegué y llamé a la puerta.

A: ¿Hipo? - pregunté tocando la puerta - ¡¿Hipo?! - dije más preocupada - ¡¿HIPO?! - derrumbé la puerta.

En cuanto entré, no supe que hacer más que dejar que mis ojos se llenaron de lágrimas, sentí como la vida se me iba, como mi corazón se partía, lo sentía todo y nada cuando vi Hipo tumbado en el suelo, con el cuello degollado y chorreando de sangre.
Corrí hacia él con esperanza que siguiera vivo, trate de despertarlo, pero todo fue en vano, Hipo ya estaba muerto.

Vi: Vaya, vaya, vaya - dijo una voz tan conocida detrás de mi - lamento la perdida de tu hombre, pero era necesario que esto sucediera, espero que lo entiendas.

A: ¡Viggo! - dije furiosa - cuando los demás vean...

Vi: Sobre eso - señaló el techo - todos están muertos - dijo sonriendo.

Ahí estaban, todos colgados de su cuellos, soltando pequeñas gotas de sangre que manchaban el piso.

Vi: Al igual que los Dragones.

A: ¿Y por qué no me mataste a mi también? - dije con la voz triste.

Todos mis amigos, todo lo que mi mundo, estaba muerto.

Vi: Por una sencilla razón, eres la única que puede ayudarme a mandar un mensaje a Berk. Necesito que les digas, que se preparen, porque esto solo es el principio del final - dijo saliendo de la casa de Hipo - y por cierto, que sepas que tu novio murió como un héroe, trató de salvar a tus amigos y peleo hasta su último respiro - se fue, pero a lo lejos aún escuchaba su risa maléfica.

Lo quería matar, quería destriparlo, pero la tristeza se apoderó de mi. No podía, me quemaba por dentro saber que él, Patán, Patapez y los Gemelos, ya no estaban más.

H: Astrid - escuché a lo lejos.

A: ¿Hipo? - alcé la vista, mirando su cuerpo ensangrentado.

H: ¿Astrid? - dijo. 

Estaba segura que era su voz, pero no podía ser él, él estaba...

H: ¡Astrid!

Abrí los ojos llenos de lágrimas y, al ser Hipo lo primero que vi, esas lágrimas se borraron con el viento que hice cuando me abalance sobre él, dándole un abrazo, escondiéndome en su pecho desnudo.

H: Todo esta bien, tranquila - dijo correspondiendo mi abrazo con otro - ¿Qué pasó? - preguntó preocupado.

A: Estas aquí, eso es lo que importa - dije tratando de meterme aún más en su pecho.

H:Claro que estoy aquí, ¿a donde me iría? - me despegó para mirar mis ojos - mi hogar es contigo ahora - selló esas palabras con un hermoso beso, un beso que necesitaba.

En ese momento volví a sentir paz y tranquilidad en mi interior.

H: ¿Qué soñaste? - dijo limpiando mis lágrimas con sus dedos - ¿Por qué me preguntas si estoy bien?

A: Que tu... - dije tartamudeando.

H: ¿Yo? - pregunto preocupado.

A: Viggo, había llegado a la Orilla del Dragon y... - sentí como Hipo me rodeo mas fuerte con sus brazos dándome el valor que necesitaba - mato a todos, a todos menos a mí porque... - me interrumpió sobre poniendo su barbilla en mi cabeza.

Tu y Yo (HICCSTRID) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن