XCVI

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Nicole

Camine nerviosamente hacia la dirección que Federico me había escrito, apenas habíamos salido de clase y era claro que él ya se encontraba en su casa, ¿Qué como lo sé? Falto el día de hoy, y mi pregunta es como puedo poner la nota en mi casillero. Me metería en problemas con mi padre, pero no me importaba, quería saber que era lo que Federico me quería decir.

Mi prima, me dio una noticia que hizo que mi día no fuera tan malo, me avisó que había posibilidades de que mi custodia se la dieran a mis tíos, ósea a sus padres. Los cuales eran familiares por parte de mi madre, ya que mi padre era hijo único. Aún así me sentía mal por él, aunque se lo tiene bien merecido. El empeoro con la partida de mi madre al igual que yo, sin embargo yo puede salir adelante, no tanto como hubiera querido, pero ya estaba en ello.

Di vuela para entrar al ala residencial en el que especificaba la nota, cheque las casas hasta que encontré la indicada.

La miré detalladamente pensando en si el estar aquí fuera lo correcto o no. Veinte segundos de valentía.

Camine hacia la puerta principal y toque la madera, tan delicadamente como si temiera a que esta se quebrase. Nadie abrió, así que decidí tocar nuevamente, pero esta vez más fuerte.

Se oyeron pasos de alguien bajando las escaleras y un "ya voy" el cual provenía de la voz de Federico y en ese momento las manos comenzaron a sudarme. El seguro se escucho y seguido de eso la puerta se abrió.

Federico pareció sorprendido al verme delante de él. Él se encontraba en pijama, lo cual se me hizo raro ya que era un poco tarde.

-Nicole, vaya pensé que no vendrías.

Me moví incómodamente en mi lugar.

-Yo... No se que decir.- Y era cierto, durante el camino planeé decirle unas cuantas cosas pero de pronto parecían haber desaparecido.

-Yo... Pasa no te quedaras afuera todo el tiempo.

Se corrió hacia un lado y yo pase tímidamente. Su perfume entro a mis fosas nasales lentamente, Dios vaya que huele de maravilla.

-Vamos a mi habitación.- Dice cerrando la puerta letras de mi, se dirigió hacia las escaleras y comenzó a subirlas, por lo que tuve que imitar su acción.

Entre viendo como el se sentaba en una silla la cual se encontraba ubicada delante de un escritorio blanco.

-Toma asiento.- Dijo mientras señalaba la cama delante de él.

La duda me estaba carcomiendo poco a poco, no sabía que decir y al parecer Federico tampoco.

-Si no tienes nada que decir...- Dije mientras me paraba de la cama.

-No no, espera- me sostuvo del brazo, justo en ese instante una carga eléctrica me recorrió tras sus tacto- Yo, estoy nervioso, lo siento.- Dijo mientras me soltaba- Siéntate de nuevo, por favor.

Me senté de nuevo y lo miré detalladamente, wow si que era guapo, pero lo que tenia de guapo lo tenia de idiota.

—Nicole, no se como comenzar...

-Con el principio estaría bien para mi.

-Este si, de acuerdo, es que, mmm yo no se como decirlo.- Balbuceó torpemente.

Oye García (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora