Reclamos desde el abismo

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Mi rostro se demacra y palidece mientras observo como mis músculos y piel adelgazan, siendo estos pasto del disgusto. Poco a poco, siento como si hubieran robado todo de mí. Primero mi sueños y mi buen descansar, luego mi apetito, por último mis ganas de sentir.

Los días pierden sentido y nunca sé que hora es. Estando en el abismo el tiempo se torna superfluo, irrelevante. La noche se vuelve una con el día y las ojeras crecen sobre mi rostro como su quisieran apoderarse de él.

Soy un rehén del aburrimiento, destinado a morir bajo su espada, destinado a ser por siempre su prisionero. Mi cuerpo ya no es mío, es de mis pensamientos.

Asfixia por Sinestesia [POEMAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora