SEGUNDA OPORTUNIDAD

⚜Segunda parte...

<El misterio de los mundos entrelazados... ¿cuántos mundos habrá por ahí donde yo viva una vida distinta en cada uno de ellos? ¿Cómo descubrirlo?>.

.......

La luz de la luna es intervenida por el paso de una pequeña nube, y es en ese instante que me doy cuenta de que estoy siendo muy incorrecto con Serenity. Suelto su muñeca con lentitud, esperando que al menos se apiade de mi y responda mi pregunta, pero mi enseñanza como príncipe en este mundo, me hace darle la espalda debido a la vergüenza por la forma en que he roto los códigos.

—Perdón, no...
—¿A qué se refiere con disparar? ¿Habla de alguna flecha? Porque si es así, yo no he aprendido aún a manejar el arco, Su alteza —escucho su voz temblorosa dándome explicaciones que hablan de inocencia.
—¿Flecha?
—¿Hay algo más que se pueda disparar? Yo... lo siento, Su Alteza Darien, pero no sé de qué me habla. Sería incapaz de querer dañarlo.
—¿Incapaz? —repito, recordando en mi mente la imagen de ella sosteniendo aún el arma dirigida a mi.
—Entiendo que pueda dudar de muchos, sobretodo que hoy vienen a su palacio los supuestos reinos aliados, pero puedo jurarle que el Reino de Plata jamás será traidor —asegura con convicción, acercándose a mi, aunque aún mantiene cierta distancia.
—¿Estás segura? —le pregunto, mirándola de reojo, viendo la seriedad en su rostro.
—Por supuesto... —asegura con convicción, lo que me deja sin voluntad para continuar rebatiéndole.

El baile finaliza y las comitivas son escoltadas a las diferentes habitaciones preparadas para todos los nobles que hoy han asistido. Tuve el tiempo de conocer a todas las princesas, pero ya no recuerdo qué hablé con cada una, todas parecen fingir lealtad, pero es difícil descubrir si así es, cuando su propósito es conseguir la alianza definitiva con nosotros.

Me arrojo sobre la cama, exhausto de este primer día en una vida que no es la mía, pero podría acostumbrarme si me esfuerzo solo un poco. Hay muchas cosas en este mundo que son muchísimo mejor que en el mundo del que vengo.

Al día siguiente, el desayuno se sirve en la mesa central, así que hay un gran alboroto de princesas circulando por los pasillos y tomando asiento lo más cerca posible de mi. Miro a todos lados, hasta que veo a Rei caminar hasta donde estoy, haciendo una reverencia en señal de saludo.

—Su alteza, Darien —me dice, mirándome con sus bellos ojos violetas—. Espero que ya se sienta mejor que anoche.
—Muchas gracias por sus deseos, Lady Rei.
—¿Cree que hoy podamos dar un paseo por el jardín? Me gustaría mucho conocer los famosos jardines del palacio de Elysion.
—Oh, claro. Después del desayuno, si le parece bien.

Es así como ella me regala una sonrisa que alegra mi corazón, viendo como camina hacia su puesto en la mesa. Justo entonces, me encuentro con los ojos de Serenity que me miran con asombro, tras lo cual baja su rostro, esquivándome. No sé porqué, pero me duele el estómago ver su reacción, pues imagino que es por el trato indigno que le di anoche.

Al final, el desayuno transcurre entre conversaciones vanas, pues la mayoría de las princesas solo hablan de vestidos, joyas y tiaras, pero ninguna parece interesada en hablar de política, ciencia o medicina, aunque he intentado intervenir en su plática. Cuando me rindo, veo que Rei al menos disfruta de esa conversación tan vana, por lo que sonrío con alegría. Pero, toda mi felicidad se desvanece cuando veo a Serenity mirándome con seriedad, y gira su rostro de inmediato en cuanto nuestros ojos hacen contacto. ¿Estará enojada conmigo?

Rei se acerca en cuanto todos se ponen de pie y se toma de mi brazo mientras sonríe y me indica el pasillo para que salgamos a caminar. Me dejo llevar por ella, pero no puedo evitar buscar a Serenity con la mirada, fracasando en mi intento. Quizás ella...