.°^FREAK SHOW^°.

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"La diferencia no siempre es mala, pero el sobre valor de ella, si lo es"

Un sonido muy agudo y escandaloso fue lo que la puerta les dio como bienvenida.
El chico de cabello negro y ojos azules claro entró, esperando a su compañero, y revisando el área con la vista a su alrededor.

Pronto el otro policia, empuñando su pistola y dirigiendola a ambos lados de si mismo, se posiciono a un lado del menor.
Este solo lo vio con una mirada un tanto de desaprobación, y diciendose así mismo Solo es este turno...
Siendo sincero, a él nunca le había gustado estar junto a ese chico.
Le parecia muy escandaloso y que hacia bromas malas.
Ademas... De que ya una vez lo había rechazado...
Sacudió la cabeza levemente saliendo de su mente y enfocandose en lo que debía hacer.
Llamó al ojicafe, acercandose a pasos lentos por el pasillo.

Tenia un mal presentimiento ya que las instalaciones realmente se encontraban de la peor manera posible para tener poco tiempo.
Saco su linterna de bolsillo, pues se empezaban a escuchar ruidos muy diferentes a lo "normal" dentro del lugar.

El pelinegro se posiciono rápido enfrente de una puerta, y apuntando hacia la habitacion de dentro con la pistola, entró amenazante para cualquier cosa.
Típica película de acción.

Su compañero tomo camino hasta el laboratorio de Vegetta, encontrandose al entrar, con un cuerpo.
No precisamente vivo.
Era el lobo gris...

Se acerco a el, y lo vio mejor con la linterna que el también portaba.
Estaba totalmente inmóvil y desvanecido.
No sabia con exactitud que había ocurrido con él, pero suponía que al salirse de su capsula, algún elemento que llevaba en ese lugar se le termino, provocando su muerte.

No estaba seguro de ese hecho de todos modos.
Revisando todos los cajones, encontraba cosas demasiado sorprendentes, tales como artículos de títulos escalofriantes...
"La cabeza humana y la guillotina", "Humanos mutantes", "Diferencias entre el dolor que las especies resisten" "Pruebas de la existencia: Posible virus mortal por mutación".

Tío, no me jodas...

Los escalofríos se sentían fuertemente en su espalda temblorosa, y un pre-infarto estaba comenzando a ser una posibilidad con cualquier tipo de actividad anormal dentro de esa habitacion.

-¡Hey!-

-¡OSTIA PUTA!- El chico ojicafe de retorció tocandosé el pecho, casi callendo al piso.

-¡Vamos!¡¿Que estas loco o que?!- El menor se quejó- ¡Estamos a la mitad de la noche en un laboratorio lleno de mutaciones, que tienen oídos y tu de gilipollas gritando- dijo, con un tono de voz bajo pero enojado, fijando la vista en el mayor desde la puerta.

-Bueno Alexby, ¿pero por que entras así de sorpresa?- respondió levantandosé, y recogiendo los papeles que dejo caer.

Una vez puestos en su lugar, dejo todo como estaba, su compañero le había informado que no se encontraba nada fuera de los regímenes, y los animales ya habían sido controlados.

Aunque había uno que no.

Antes de salir, el pelinegro, que siempre había sido muy inseguro de como dejar las cosas perfectas, buscó una vez más...
En el laboratorio del castaño, había algo que le incomodaba, y era ese pedazo de animal.
Puesto que en un sitio tan radioactivo y medico, un cadaver tirado, y sin señales de heridas, no era muy buena señal.
Fue en su dirección, firme y dispuesto a hacer el trabajo que su compañero seguramente no había realizado.